ELCHE (EFE). El Elche CF cerrará 2017 sin haber logrado la estabilidad social, con varios frentes judiciales abiertos y con incertidumbre sobre su futuro, ya que continúa abierta por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) la subasta por las acciones de la entidad, cuya fecha límite es el 28 de diciembre.
En la subasta está en venta el crédito que el IVF, en conflicto diplomático con el consejo desde hace dos años, ostenta frente a la Fundación del Elche, cuya garantía es el 54,73 por ciento de las acciones del club, por un precio de 12.200.000 euros, por lo que el comprador será el nuevo accionista mayoritario.
La inestabilidad y la incertidumbre es de tal calibre que el Elche se vio obligado a suspender la junta extraordinaria de accionistas de septiembre para aprobar un convenio de acreedores tras conocer que el acuerdo fue suspendido de forma cautelar por el juez.
Tampoco se ha realizado todavía la junta ordinaria, a la espera de los fallos judiciales y de que el club pueda contar en breve con un nuevo máximo accionista.
José Sepulcre, expresidente del Elche, tiene intención de presentar una oferta, según desveló Manuel Illueca, director del IVF, cuyo objetivo es recuperar cuanto antes la inversión pública realizada en la entidad.
El consejo no cuenta con el apoyo de la mayoría de la afición, ni de las instituciones, ya que el propio alcalde de la ciudad, Carlos González, dijo que había conducido al club a una situación "endiablada" y pidió que dejara de mirar por su interés particular para defender el general.
La venta del crédito monopolizó gran parte de la atención durante el presente ejercicio, en el que se produjo la retirada definitiva del grupo inversor Skyline International, que había sido el adjudicatario del crédito en verano de 2016.
2017 comenzó para el Elche con la noticia de la aprobación del convenio de acreedores, con el que el Elche pretendía realizar una quita del 65 por ciento de la deuda y una ampliación de capital a través del cambio de deuda por acciones, lo que además de reducir el pasivo del club modificaría sensiblemente el accionariado.
La medida contó con la oposición frontal del IVF, que evitó de esta manera que el valor de sus acciones quedara diluido, perdiendo la mayoría que ostenta.
En abril, el club ilicitano salió del concurso de acreedores y pese a que el presidente, Diego García, anunció la llegada de "nueva etapa", ésta nunca llegó a producirse.
Una vez frenado el convenio por el IVF y la ampliación de capital, la Generalitat encontró en noviembre un nuevo inversor en la figura de José Miguel Garrido, máximo accionista de la empresa Only One Way.
El ex dirigente del Albacete presentó su oferta a Illueca, quien llegó a asegurar en una comparecencia junto al alcalde que la operación era una gran oportunidad para el Elche y la Generalitat.
Illueca pidió al consejo que abriera la puerta al nuevo inversor y Diego García pareció en un primer momento partidario de esta operación. Sin embargo, Garrido dio un paso atrás al tener conocimiento a través de García de que Sepulcre, quien ya es el máximo accionista individual, también quería pujar por el Elche.
"No venimos a crear conflictos ni una guerra. Si los que están dentro quieren continuar y garantizar las cantidades económicas que se necesitan no tenemos nada que hacer ya", indicó el empresario.
El futuro propietario deberá avalar la deuda con la Comisión Europea y garantizar el pago inmediato de la sanción de 4,1 millones de euros por ayudas institucionales en cuanto Bruselas se pronuncie.
Uno de los objetivos que sí cumplió el consejo fue la firma, en noviembre, de un acuerdo singular con la Agencia Tributaria para saldar la deuda. La entidad realizó un pago inicial de 987.123 euros para poder acceder a la ayuda por el descenso.
Paralelamente a estas cuestiones, la actividad ha sido frenética en los juzgados con varias cuestiones pendientes a lo largo de todo 2017.