ALICANTE. La comedia de enredos que se representa en el CD Eldense en los últimos meses, tiene como protagonista de su último acto al grupo inversor italiano que encabeza el que hace un año era presidente del Jumilla, Nobile Capuani.
El empresario transalpino desembarcaba el mes pasado en el Medio Vinalopó para rescatar a un Eldense deportivamente hundido en la tabla e institucionalmente en manos de una gestora encabezada por Alfonso Ortuño que en una de sus últimas comparecencias pedía ayuda a gritos ante su incapacidad para sostener económicamente al club.
Bajo el control de Capuani que, por cierto aseguraba esta semana haber sido engañado en su anterior etapa en Jumilla después de desembolsar según él más de 200.000 euros para sanear el club (épico su tira y afloja con el ex futbolista Josico o el informe de un perito caligráfico al que tuvo que recurrir para conocer la autoría de la firma de un documento sobre la situación económica de la entidad), si bien desde la localidad de la comarca del Altiplano mantienen una opinión diametralmente distinta, han llegado al Eldense un buen número de jugadores de muy distintas nacionalidades, convirtiendo a la plantilla azulgrana al cierre del mercado de fichajes de invierno en una de las más amplias del fútbol español con una treintena de efectivos (nueve con ficha del filial) y ha crecido aún más la nómina de técnicos del conjunto azulgrana, farolillo rojo destacado del grupo III de la Segunda División B: a los Fran Yeste, Raúl Garrido y Mario Barrera, se han unido en enero el técnico del Elda Industrial, Mario Cartagena que duraba al frente del equipo dos partidos, José Antonio Poveda que ha estado diez días en el cargo y ahora el almeriense Fran Ruiz que como su antecesor tampoco escapa a la alargada sombra de Filippo Di Pierro, un entrenador del que se ha dicho que años atrás trabajó con Arrigo Sacchi y que era la apuesta real de los nuevos gestores para el banquillo pero que por ahora se ha tenido que conformar con ser segundo entrenador por razones de índole burocrático no suficientemente aclaradas.
La entrada y salida de la primera línea del empresario madrileño Omar Zeidán, aparentemente más interesado en otros clubes que el eldense, la contratación de Fran Yeste como técnico cuando carecía de la titulación necesaria o la guerra que protagonizaron José Emilio Galiana, hoy en Uruguay y el entonces presidente Germán Torregrosa que dejó el club en octubre prácticamente saneado pero bajo cuyo mandato se desmanteló la buena plantilla de la 2015/16, son solo algunos de los episodios oscuros del pasado reciente del Eldense que amenazan en quedar en nada por el camino que ha elegido esta entidad que cuenta con 95 años de historia y cuyo primer equipo necesita hacer una verdadera machada para eludir el descenso a Tercera, empezando por ganarle este domingo a todo un Hércules que, dicho sea de paso no le va a la zaga en lo que histerismo y salseo se refiere.