ALICANTE. Vecinos y propietarios del Casco Antiguo, afectados por las expropiaciones llevadas a cabo con motivo de la ejecución del proyecto de La Medina, vuelven a llamar a la puerta del Ayuntamiento de Alicante con una vieja pregunta: "¿qué hay de lo mío? Ese lo mío hace referencia al pago pendiente por la expropiación de algunas de sus parcelas que, misteriosamente, llevan al menos dos años ocupadas por infraestructuras de uso público desarrolladas por el Patronato Municipal de la Vivienda. Sobre ellas, se ha construido viales de acceso a las calles San Juan y San Pedro y se ha acondicionado un aparcamiento provisional al aire libre, en la calle Balseta, justo a espaldas del Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (Maca). Todo, sin que se haya completado formalmente el proceso de compra de esas propiedades, según confirman fuentes municipales consultadas por Alicante Plaza.
El proceso viene de lejos. Arranca en el año 2011, cuando el Patronato Municipal de la Vivienda presentó la última versión del Plan Especial de Reforma Interior del área conocida como La Medina -un proyecto que modifica el Plan Especial del Casco Antiguo, de 2008- con un doble propósito: la construcción del nuevo colegio San Roque, que se desplazaría hasta una nueva ubicación (desde la plaza del Puente hasta la calle Villavieja), y de unas 40 viviendas de promoción pública en el solar liberado por el colegio y en su entorno. En principio, toda esa intervención, debía materializarse al unísono, pero se acabó dividiendo en dos fases para agilizar la construcción del centro público.
Y así fue: el Patronato Municipal de la Vivienda -un organismo autónomo dependiente del Ayuntamiento facultado para la promoción de inmuebles, pero no para ejecutar expropiaciones- desarrolló el proyecto e instó a la Concejalía de Urbanismo para que orquestase con la Concejalía de Hacienda la tramitación de la compra de suelo en esa primera fase. Ese proceso se completó, se licitaron las obras del nuevo San Roque y sus instalaciones quedaron finalmente inauguradas a principios de 2015.
Sin embargo, no sucedió lo mismo con la segunda fase de la actuación. El Patronato presentó proyecto y lo trasladó a la Concejalía de Urbanismo para que ejecutase las expropiaciones. Entre tanto, habilitó viales y desarrolló un aparcamiento en el solar liberado por el centro público y otros adyacentes sin tener en cuenta, según fuentes municipales, que esas parcelas seguían siendo propiedad de sus titulares originales. Según las mismas fuentes, la Concejalía de Urbanismo nunca llegó a ejecutar esa expropiación porque había requerido al Patronato que subsanase algunas deficiencias en el proyecto.
La situación actual es que no se ha llegado a expropiar nunca 11 de las 19 parcelas que formaban parte de esa segunda fase de las obras. Y ahora, según ha podido constatar Alicante Plaza, algunos de sus propietarios acaban de recordar al Ayuntamiento que se han quedado sin el uso de sus propiedades y que nadie les ha pagado por ellas.
En realidad, la suma pendiente no sería demasiado elevada. Según las fuentes consultadas, en su momento llegó a haber una primera valoración de esos solares que les asignaba un valor próximo a los 50.000 euros. Sin embargo, las mismas fuentes apuntan que los propietarios estarían en su derecho de acudir a los juzgados para reclamar una compensación, al margen del pago de la expropiación. De hecho, algunos particulares ya lo han hecho y han obtenido sentencias a su favor. De ahí que, según pudo saber este diario, las concejalías de Hacienda y Urbanismo traten ahora de reactivar el proceso para darle una solución definitiva. Según las mismas fuentes, la pelota está en el tejado del Patronato.