ALICANTE. El Hércules ponía este domingo el broche a una semana en la que cambió de técnico por tercera vez en lo que llevamos de curso y de presidente también por tercera ocasión en los últimos nueve meses.
Lo hizo de lo mejor manera, con una clara victoria en un partido en el que Visnjic regresaba al banquillo blanquiazul y que si bien se produjo sobre el colista ha tenido un efecto muy positivo en la clasificación y se espera que lo tenga también en el entorno de cara a la cita del próximo domingo en la que el Villarreal B, segundo clasificado, visita el Rico Pérez. Será sin ninguna duda ante el filial amarillo cuando se podrá calibrar en su justa medida si los blanquiazules tienen opciones o no de terminar la Liga regular entre los cuatro primeros. Las matemáticas dicen que sí, pero eso ya ocurría el curso pasado y todo el mundo sabe cómo acabó la película.
Volviendo a lo ocurrido este domingo, el duelo de la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza supuso el estreno en un palco de Quique Hernández como presidente del Hércules: el flamante nuevo máximo mandatario blanquiazul viajó hasta la capital mañana la tarde del sábado junto a Javier Portillo y Carlos Parodi. Los tres estuvieron en el palco junto a Juan Carlos Ramírez, el presidente saliente que se desplazó hasta Zaragoza ya la mañana del domingo. El empresario vasco, después de no haber asistido a los partidos del equipo en Lleida, Llagostera, Sabadell y Badalona, eligió el día del estreno de Hernández para reaparecer.
La de este domingo no era la última vez que Ramírez y su sucesor se veían esta semana y es que, después de la rueda de prensa del martes en la que oficializaron el cambio en la cúpula, el jueves por la tarde Hernández acudió al concesionario del vasco para ultimar los trámites de lo que este había definió en la sala de prensa del Rico Pérez como "un cambio de cromos".