VALÈNCIA. (EFE). La ex jefa de servicio de la Conselleria de Cooperación Dolores Escandell ha afirmado que "en ningún momento" pensó que la adjudicación del concurso para la construcción de un hospital en Haití se pudiera hacer "para que alguien detrás" se pudiera "llevar un porcentaje de ese dinero".
En su declaración como procesada en el segundo de los juicios por el desvío de ayudas públicas de la Generalitat destinadas a proyectos de cooperación internacional, Escandell ha dicho que creía que la ONG adjudicataria de este proyecto, Esperanza Sin Fronteras, tenía "suficiente capacitación técnica".
Ha asegurado que durante su etapa en la Conselleria de Cooperación, entre octubre de 2010 y octubre de 2011, estaba a las órdenes de Marc Llinares y Josep Maria Felip, y se encargaba de gestionar las subvenciones a la cooperación, pero no de revisar los expedientes, algo que hacían los técnicos.
Cuando llegó a la Conselleria, según su testimonio, se acababa de firmar la adjudicación a la Fundación Entrepueblos, posteriormente Hemisferio, para la creación de una oficina técnica, encargada de trabajar sobre el terreno y elaborar el anteproyecto para la construcción de un hospital en Haití, con fondos donados tras el terremoto sufrido por el país.
Escandell ha señalado que no intervino en el diseño del concurso, sino que recibió directamente de sus superiores las instrucciones de cómo debía ser el proceso para adjudicar este proyecto, que finalmente fue adjudicado a la ONG Esperanza Sin Fronteras, después de que otra ONG se retirara y otra no cumpliera los requisitos.
Ha defendido que la convocatoria del concurso tuvo los informes favorables de la Intervención y de la Abogacía de la Generalitat, que se respetaron a excepción de los plazos, ya que la Abogacía proponía un plazo más amplio, pero se quería adjudicar antes de elecciones para no perder la partida de dos millones reservada.
Según Escandell, supo que la Fundación Hemisferio ayudaba a Esperanza Sin Fronteras después de la adjudicación, al tiempo que ha defendido que el viaje que hizo el presidente de Esperanza Sin Fronteras, Fernando Darder, a Haití previo a la adjudicación fue como voluntario, en representación de la Generalitat y autorizado por ésta.
La ex jefa de servicio ha señalado que en julio de 2011, Llinares y Felip le encargaron que cerrara el expediente de la oficina técnica, a la que se habían destinado 177.000 euros procedentes de donaciones, y le pidieron que se "lo tomara como algo personal" y lo revisara todo.
Escandell atribuyó entonces esas prisas por dejar zanjado este expediente al cambio de titular que se acababa de producir en la Conselleria, pero cuando revisó la documentación vio que los gastos presentados por la Fundación Hemisferio no se ajustaban a los fines establecidos.
"Yo era inútil, torpe, no tenía nada claro y no estaba por la labor de cerrar el expediente", ha afirmado en el juicio, después de que la Fiscalía le recordara algunas conversaciones en las que sus superiores se quejan, usando algunos de esos términos, de sus reticencias a la hora de cerrar este expediente.
En este sentido, ha indicado que se decidió devolver la documentación a la Fundación, y dejar abierto el expediente ya que éste finalizaba en 2012, a la espera de que pudiera presentar otra documentación.
Por otra parte, ha afirmado que conocía al empresario Arturo Tauroni porque coincidieron en alguna reunión, pero nunca conoció ni tuvo relación con su hermano Augusto César Tauroni, fundador de la Fundación Hemisferio.
Asimismo, ha señalado que a partir de octubre de 2010, cuando empezaron a publicarse en prensa irregularidades en la gestión de las ayudas a la cooperación, sus superiores, no recuerda exactamente quiénes, decidieron restringir el acceso a los expedientes y establecer niveles de acceso en la Conselleria.
Tras Escandell ha declarado María Isabel Castillo, administrativa de la Fundación Hemisferio, quien ha reconocido que los proyectos presentados por esta fundación incluían facturas de diferentes empresas que llevaba personalmente Joaquín Blasco, quien dirigía el día a día de esta entidad.
Ha explicado que entró a trabajar en la Fundación de la mano de Augusto César Tauroni, a pesar de que no contaba con experiencia en este ámbito, y ha señalado que los ingresos de esta entidad descendieron en el momento en que Rafael Blasco cesó como conseller de Cooperación.
Castillo ha dicho conocer a diferentes responsables de la Conselleria, entre ellos la secretaria personal de Rafael Blasco María Ángeles Rincón porque ambas intercambiaban de vez en cuando sobres y paquetes cerrados, cuyo contenido desconocía.
Entre el martes y el jueves se prevé que declaren los cinco procesados que quedan por hacerlo: Rafael Pedro Barrera, Luis Fernando Castell, Jesús Urquiza, José Luis Mezquita y Félix Sanz.