A propósito del viaje a Cuba del President de la Generalitat y su intención de traer los cuadros de Sorolla de La Habana entrevistamos al gestor cultural de origen cubano Arístides Rosell quien nos desvela qué otro arte podría "importarse"
VALENCIA. Hace unos días anunciábamos en este mismo medio que se habían iniciado las negociaciones para "repatriar" 32 obras de Joaquín Sorolla que posee el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana a fin de realizar próximamente una revisión de la exposición Los Sorolla de la Habana que tuvo lugar en 1985 en Valencia. El President de la Generalitat, Ximo Puig, declaró durante su reciente visita a Cuba junto a 23 empresarios valencianos, que se quiere crear un marco de colaboración con dicho museo de La Habana a partir de una posible línea de conexión con el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) y otros organismos culturales valencianos, para fomentar la cooperación y el apoyo mutuo.
Nos planteamos, sin ánimo de desmerecer la importancia de Sorolla, si ese esfuerzo podría emplearse en traer arte contemporáneo desde Cuba, que representase el momento artístico que se vive allí y que probablemente sería muy interesante como intercambio cultural en una línea diferente a la preestablecida. Hablamos al respecto con el gestor cultural, artista visual, diseñador gráfico y director de la galería-café Imprevisual, Arístides Rosell, quien llegó a Valencia desde La Habana en 1990, y es además el coordinador general de Russafart, conocido evento anual en el que los talleres privados de los artistas del barrio de Ruzafa abren sus puertas al público durante tres días.
"Siempre es una buena noticia cuando hablamos de cultura y los medios se preocupan por maximizar titulares que repercuten directamente en la ciudadanía y este es el caso", declara Rosell, a lo que añade: "Personalmente pude disfrutar durante muchos años los Sorollas en el Museo de Bellas Artes de la Habana, visita obligada para estudiantes de Bellas Artes, artistas y entusiastas de la pintura. El museo era nuestro refugio. Allí los Sorollas conviven con las vanguardias cubanas y es digno de admirar. ¡Que vuelvan a Valencia 31 años después! Es una excelente noticia. Las nuevas generaciones y admiradores de la obra de Sorolla podrán re-descubrir una estupenda colección de sus cuadros que se fueron a hacer las Américas. Para la expedición comandada por el President Ximo Puig será una operación que beneficiará al conjunto de la ciudadanía y en definitiva una apuesta cultural. Igualmente, el intercambio de "Artistas" resulta muy curioso, una muestra de Josep Renau por los Sorollas, me parece fantástico. Ambos imprescindibles en la historia del arte más actual. La obra de Renau menos conocida en La Habana pero dependiendo de lo que se muestre será una apuesta de máximo voltaje".
En su formación como Diseñador Informacional (gráfico) en el Instituto Superior de Diseño de la Habana (ISDI) Renau fue motivo de estudio, sus carteles y collages, según nos cuenta, resultaron un punto de inflexión para las nuevas generaciones de diseñadores y artistas en La Habana, por lo tanto deduce que una futura muestra de Renau en La Habana, cuestión que también ha barajado Puig, será todo un acontecimiento en la isla. "He tenido la oportunidad de conocer la obra de ambos y ver que podrá ser visto por mis paisanos en Cuba (La obra de Renau) y por mis paisanos de adopción en Valencia (Los Sorollas de la Habana) es, cuanto menos, gratificante", señala.
Respecto a la cooperación para producir una obra audiovisual entre la Generalitat y el Gobierno de Cuba sobre el político y escritor cubano José Martí, otro de los puntos candentes que se ha estado decidiendo estos días a partir de la posible vuelta de los Sorolla y el intercambio con Cuba, Rosell explica: "En cuanto a José Martí (Apóstol de Cuba) me parece una excelente idea rescatar su obra, pensamiento y memoria como hijo de valenciano. Quizás se podrá indagar en la verdadera historia de José Martí desde una visión no cubana o imparcial. De José Martí se conoce mucho en Cuba, Estados Unidos y América Latina en general pero imagino que para el público valenciano será algo más desconocido. Una buena oportunidad de conocer sus orígenes valencianos y los pasajes en su obra que hacen referencia a su descendencia. Recuerdo que 10 años después que los Sorollas de La Habana visitaran Valencia por primera vez en 1985, tuve la oportunidad de comisariar una muestra de artistas cubanos en Valencia. La idea era mostrar la obra de 4 artistas de la isla y otros tantos residentes en Valencia procedentes de la diáspora cultural cubana y, en definitiva, en el exilio. La muestra titulada "Hori-son-tes de Cuba" se expuso en el Ateneo Mercantil de Valencia con el patrocinio de la Generalitat Valenciana. Justamente eran momentos de tensión diplomática con Cuba y la muestra ayudó a acercar posiciones por vía de la Cultura. Esto sucedió en el año 1994 donde tuvimos la oportunidad de compartir con el Cónsul de Cuba que era la primera vez que un representante oficial cubano se acercaba a una muestra del exilio cubano y sucedió en Valencia".
También de notoria relevancia fue la exposición de Eduardo Muñoz Bach, cartelista de cine cubano de origen valenciano que se mostró en el Museu Valencià de la Il.lustració i de la Modernitat (MUVIM), una muestra retrospectiva de su obra tras un reconocido homenaje póstumo. "Muchos de los carteles expuestos en esa muestra hoy decoran oficinas y bibliotecas del Ayuntamiento de Valencia", aduce Rosell: "¿La cuestión ahora es si las relaciones bilaterales se plantean como un hecho histórico aislado o se plantea como algo perdurable en el tiempo? Este es el debate. De la nutrida expedición de la Generalitat Valenciana sabemos que fundamentalmente eran empresarios valencianos convocados para buscar oportunidades de negocio en Cuba en un momento de transición tanto económica como política, de ahí su dilema. Con lo cual habría que buscar qué repercusión tienen dichos negocios en el pueblo cubano, qué beneficios les aportan o será lo mismo a lo que estamos acostumbrados... El beneficio siempre para la clase política y la ciudadanía siempre esperando. Algo similar pasa en el arte y la cultura, permeada por la oficialidad y carente de una visión más universal donde la libertad de expresión brilla por su ausencia, aún así los artistas han buscado fórmulas para que la creación sea consecuente con el discurso que plantean".
Los años 80 brindaron una generación excepcional que ha dado mucho que hablar y hoy en día gran cantidad de estos artistas viven fuera de Cuba, mayoritariamente en Estados Unidos, México y unos pocos en Europa. "Para la cultura y la plástica cubana actual, la visita de la delegación valenciana es abrir un horizonte de posibilidades que puede ser infinito. No es solo lo que representa la comitiva valenciana sino que hasta ahora, desde el deshielo de las relaciones de Estados Unidos con Cuba, la presencia de delegaciones españolas de este calibre no hemos tenido información, con lo cual el significado que adquiere es doblemente importante ya que no es una representación de Valencia sino que por su carácter oficial también representa a España y en consecuencia a Europa. Pero hay que sortear muchas barreras; primero la política que depende de la apertura en mayor o menor medida, el intercambio cultural puede ser efectivo y real. Seguidamente el económico, un sistema de propiedad social (léase comunismo) en el que los pasos hacia una apertura económica avanzan muy lentamente. Las noticias que nos llegan de la isla son contradictorias, algunos artistas estan en la cresta de la ola y su obra es muy apreciada y otros que están sufriendo las consecuencias del sistema, son condenados a la indiferencia. Tambien se está dando la circunstancia de que los artistas retornados, despues de mostrar un arrepentimiento manifiesto pueden volver a Cuba como personajes de gloria latente (Son muy pocos)", declara el gestor cultural.
Volviendo al tema de las obras de Sorolla, apunta hacia que se podría realizar un acuerdo bilateral para potenciar el arte contemporáneo cubano en la Comunitat Valenciana y por extensión a España y Europa, según su perspectiva. Rosell explica que dicho arte es muy poco conocido en Occidente. La presencia a en ferias en Europa le parece casi anecdótica y siempre con carácter oficialista. "Muchos nombres hay por descubrir y otros que han llegado a la cima como Los Carpinteros o Wifredo Prieto, pero esto no es una generalidad. Ya sabemos lo dificil que se muestra en la actualidad el mercado del arte en Occidente pero con políticas culturales orientadas a la promoción del arte es posible llegar a muchos rincones y Valencia puede ser la punta de lanza, ya que ha tomado la iniciativa de retomar las relaciones con Cuba. De allí se conoce su música y la gente amable que les espera cuando vamos de turismo pero hay un contingente de creadores en las diferentes disciplinas artísticas inquietos y esperanzados en mostrar su talento allá donde se les requiera. Haciendo un recorrido y sin que se enfade alguno, hay nombres propios a los que merece la pena prestar atención: Ibrahim Miranda, Kadir López, José Ángel Toirac, Ermi Taño, Luis Gómez, Nelson Villalobos (reside en España), Consuelo Castañeda (Reside en Estados Unidos), Tomás Sánchez (Reside en Costa Rica), Amaury Suárez, Flavio Garciandía, Marta María Pérez, Tania Bruguera, José Bedia y José Villa (Ambos han expuesto en el IVAM), Alexander Arrechea, Zaida del Río, Nelson Domínguez, Kacho-Alexis Leyva, Eduardo Roca-"choco", Ponjuan, René Francisco, El Sexto, Juan Miguel Pozo, Eidania Pérez, Alfredo Martell, Lourdes León y un largo etcétera".
Llegados a este punto hay que destacar la actividad de los artistas cubanos de la diáspora que residen en Valencia. Al inicio Rosell reseñaba una exposición que comisarió en los años 90 en Valencia de artistas cubanos, hoy día muchos de ellos viven en la Comunitat realizando una labor en las artes plásticas muy loable. Algunos precisamente colaboran con su proyecto Imprevisual Galería y a colación los menciona: Carlos Michel Fuentes, Manuel Martinez Ojea, Oscar Aguirre Comendador, Eduardo Lozano, Arquímides Duvergel, Barbaro Millares, Tanya Angulo, Elio Rodríguez, Guibert Rosales, Lázaro García, Julio Anastacio Pérez, Ajubel, el propio Arístides Rosell y otros que han pasado, dejando una huella inequívoca. "Con el paso del tiempo los artistas cubanos que residen en Valencia han ido consolidando una obra en la que, la fusión es una apuesta importante. Muchos llegamos en los años 90 con un discurso ideológico de marcada tendencia política que no ha dejado de estar presente 25 años después pero los temas discursivos ofrecen gran variedad de argumentos a tratar en la obra que realizan en la actualidad. Una recomendación a nuestro President de la Generalitat: existe en Valencia un colectivo de artistas cubanos que han refundado una obra que ha sido creada en Valencia fruto de la fusión de culturas que vale la pena revisar. En ello llevo trabajando mucho tiempo desde nuestra atalaya, Imprevisual Galería junto a muchos artistas valencianos. Quizás sea el momento de prestar atención a estos creadores que los tenemos a nuestro costado", sentencia Rosell aportado una visión positiva de que la riqueza de un intercambio cultural es vital y va más allá de las fronteras o convencionalismos.