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tecnología y música

Del ‘big data’ a las pulseras por radiofrecuencia: las start-ups se lanzan al mercado de la música en vivo

La venta anticipada de entradas a través de internet ha dado lugar a muchas otras oportunidades de negocio basadas en la tecnología

29/12/2016 - 

VALENCIA. La venta de entradas de conciertos a través de internet no es más que la cúspide de un sector que todavía puede dar mucho más de sí. Así lo indica la creciente proliferación de empresas emergentes que han sabido identificar nuevas oportunidades en el caladero de los eventos musicales y sus aledaños. Son start-ups que se apoyan en los últimos sistemas de procesamiento de datos y en tecnologías como la radiofrecuencia para ofrecer nuevos servicios del que se benefician tanto los espectadores como los artistas o los promotores.

Si en 2011 apenas operaban en España tres grandes plataformas de venta de localidades (Entradas.com, Ticketea y Ticketmaster, que adquirió en 2006 la empresa Tick Tack Ticket), hoy en día se han sumado al tablero muchos más jugadores. Únicamente fijándonos en la Comunidad Valenciana encontramos ya varios proyectos pioneros de emprendimiento relacionados de una u otra forma con el sector de los eventos en vivo y la venta de localidades.

Entre ellas destaca One Two Tix, centrada en la oferta local de entradas para conciertos de música, representaciones teatrales y fiestas. También de capital valenciano, pero con presencia en toda España, y pronto en el mercado internacional, está Notikumi. Está considerada la agenda y comunidad de conciertos más completa del país, dado que incluye tanto grandes eventos como de artistas apenas conocidos, y tanto si éstos venden entradas anticipadas como si no lo hacen. 

Notikumi nació hace seis años con “una idea muy naif”, crear una herramienta informática capaz de aglutinar todos los conciertos de España. “Nos dimos cuenta de que no había un sitio de referencia donde promotores y bandas pudieran anunciar sus conciertos -explica Javier Campos, socio fundador de esta empresa, al que le avala una larga experiencia en la industria musical como delegado de ventas del catálogo mundial de EMI Music.

Una de las principales ventajas competitivas de este proyecto es la sincronización de su agenda. Algunas plataformas de ticketing permiten también al propio grupo, sello o promotor crear una ficha con toda la relación de conciertos venideros enriquecida con una biografía del grupo, fotos y vídeos. La diferencia es que Notikumi desarrolló un robot que permite que cualquier web, blog o medio de comunicación digital incorpore en bloque cualquier parte de la agenda (por ejemplo “Todos los conciertos de Madrid”), con la ventaja añadida de que si la banda o el promotor modifican cualquier dato desde la web de Notikumi (la hora de inicio, por ejemplo), el cambio se replica automáticamente en todas las webs de la red de afiliación que hayan añadido esa información.

La idea era sencilla, pero la respuesta fue inmediata: Google indexó más de 400.000 páginas de Notikumi en un tiempo récord y el tráfico comenzó a fluir por cientos de miles de usuarios únicos. El siguiente paso consistió en aprovechar esta visibilidad para ofrecer la posibilidad de vender entradas, tanto a través de la web de Notikumi como de todas las que exhiben su agenda; si la transacción se realiza a través de ellas, perciben a cambio un porcentaje de los gastos de gestión.

Poco a poco, la red de afiliación ha ido creciendo con la incorporación de nuevos artistas, promotores, festivales y marcas. El enorme flujo de datos que genera la herramienta se aprovecha para realizar acciones de comunicación y marketing con los usuarios, como ofrecer promociones especiales con la venta de entradas anticipadas. En la actualidad, Notikumi trabaja tanto con salas pequeñas de conciertos como grandes (Razzmatazz y Apolo en Barcelona, sala Escenario de Santander), además de festivales como el Rototom Sunsplash de Benicàssim.

Algo más que entradas

La especialidad de Clic and Drink es la venta de bebidas, no solo para conciertos y festivales, sino también para discotecas. A través de su web o de su aplicación móvil, el usuario puede adquirirlas por anticipado, ahorrándose colas de espera y accediendo a descuentos especiales como método de fidelización de clientes. Tan solo hay que mostrar un código QR al camarero del local. “Todo empezó porque detectamos una carencia en mercado. Lo típico de salir y no poder pedir una copa o una cerveza más porque te habías quedado sin dinero en metálico y el local no aceptaba tarjeta de crédito”, explica Esther Calve, responsable de marketing de esta herramienta digital que funciona tanto a través de la web como de una aplicación móvil.

La primera prueba de Clic & Drink se lanzó en octubre 2015 durante el festival Deleste en La Rambleta y poco después en el She’s The Fest en Las Naves. Desde entonces, sus servicios se han ampliado a la venta de la comida dentro de las instalaciones del festival, y también a las entradas de discotecas. En el futuro se dirigirán también al mercado de la música en vivo.

Por el momento, las cifras de Clic & Drink son modestas (5.000 consumiciones vendidas y cerca de mil usuarios registrados), pero sus planes de desarrollo son ambiciosos. “Todavía estamos en Comunidad Valenciana, pero aspiramos al mercado nacional e internacional. Hemos hablado con grandes promotores como Last Tour (BBk, Azkena) y sabemos que nuestro concepto interesa. El problema que hemos detectado es que hay que invertir mucho dinero en comunicación, porque el usuario agradece la comodidad de este servicio y lo utiliza, pero para que lo haga hay que recordárselo constantemente”, concluye Calve. Por esta razón, Clic & Drink prepara en estos momentos su salto al mercado mexicano donde, según nos cuentan, los pre-pagos a través de móvil están más popularizados que en España.

En todo caso, el objetivo a largo plazo de esta y otras plataformas similares no es otro que el famoso “big data”. En otras palabras, vender a grandes marcas los datos de consumo de sus clientes para que éstas aprovechen el poder de la información cruzada y masiva y diseñen acciones de marketing “a medida”. En esencia, un modelo de negocio similar al de Facebook.

Es lo que tiene la digitalización del consumo. Si por ejemplo se registra que eres un generoso consumidor de gin tonics durante los fines de semana, no es de extrañar que tarde o temprano recibas un descuento especial en copas. De hecho, veremos en un futuro próximo cómo se tratará de incentivar a los usuarios para adquirir entradas de una sala en función de estadísticas públicas sobre la proporción habitual de hombres y mujeres que haya entre su clientela.

Tecnología para controlar a grandes masas

La principal competencia de Clic & Drink está en las pulseras de festivales basadas en la tecnología de radiofrecuencia y el llamado “cashless payment” (es decir, pago sin necesidad de dinero en metálico o de los engorrosos tokens de los festivales). Y en este campo, tienen muy cerca de una de las empresas más potentes del sector.

Radicada en el Centro Europeo de Empresas Innvadoras (CEEI) del Parque Tecnológico de Valencia, Indasfest es una de las empresas pioneras del país en sistemas de gestión de accesos a grandes eventos. Su labor se ha hecho especialmente necesaria a raíz de la regulación de los aforos que siguió a la tragedia del Madrid Arena en 2012. Sin ir más lejos, el decreto 143/2015 de la Generalitat Valenciana determina la obligación de establecer métodos de control de aforo digitalizados para cualquier evento de más de 2.000 personas.

Esta start-up –que curiosamente tampoco ha pasado por ninguna aceleradora- ha sido reconocida en los Iberian Festival Awards o los premios Valencia Startup por sus constantes innovaciones tecnológicas aplicadas a la industria de los eventos musicales. Además de las citadas pulseras por radiofrecuencia (con las que se puede adquirir por anticipado merchandising, comida y bebida), Indasfest ofrece a los promotores servicios de recuento de asistentes en tiempo real como cámaras térmicas y una novedosa “alfombra” con sensores que ellos mismos han desarrollado. Como consecuencia natural de todo este proceso de digitalización y colaboración con promotores, también han entrado finalmente en el negocio de la venta de entradas, que ya es una de sus principales vías de ingresos.

Como decíamos en el encabezamiento de este artículo, la alianza entre nuevas tecnologías y eventos musicales va mucho más allá del “ticketing”. Tomemos el ejemplo de Click and Sound, cuyo enfoque es completamente distinto. Esta herramienta funciona como una especie de red social que pone en contacto a artistas (no sólo músicos, sino actores, magos, go-go´s, etcétera) con organizadores de fiestas, bodas o cualquier tipo de evento que requiera este tipo de servicios.

Uno de los modos de utilizar Click and Sound es crear de forma gratuita un evento en el que anuncias, pongamos por caso, que buscas un grupo de rock para actuar en tu cumpleaños. Una vez especificas el presupuesto del que dispones, la fecha y el horario del evento, el servidor de la web envía automáticamente un mail a todos los artistas de la red que encajan en ese perfil. Y ahí comienza el proceso de selección y negociación del servicio.

La segunda utilidad de Click and Sound –la que genera comisiones para la empresa-, es el modelo tipo agencia. Es el sistema escogido por el centro comercial Bonaire, para el que organizan actividades musicales todos los fines de semana. Siguiendo las indicaciones del cliente, buscan un artista que se ajuste a sus necesidades (por ejemplo, un dúo musical para público familiar) y se encargan además de llevar y montar el equipo de sonido e iluminación.

Nacida este mismo año, esta start-up cuenta con una red de más de 300 artistas y ha organizado 70 eventos hasta el momento. “Nuestras perspectivas para el año que viene son superar los 200 eventos”, explica uno de sus fundadores, Alberto Gámez, quien avanza que su próximo objetivo es ofrecer a los artistas servicios premium a cambio de una cuota mensual (mejor posicionamiento en la web, la posibilidad de incluir opiniones u optar a eventos más importantes).

Aunque el Anuario de la SGAE de 2016 apunta que la música popular sigue perdiendo espectadores, la recaudación de todos los conciertos en vivo celebrados en 2015 ascendió a 186.852.567 millones de euros (un 11% más que en 2014). Una cifra nada desdeñable, que explica por qué este sector está en el punto de mira de tantos jóvenes emprendedores dispuestos a pescar en las fecundas aguas de la nueva era digital.

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