Francisco Polo: “No podemos salir de esta para seguir como antes, sino mejores” 

De la Startup Nation a la España Nación Emprendedora

Foto: ESTRELLA JOVER
27/07/2020 - 

VALÈNCIA. Si al principio fue la Startup Nation ahora el objetivo es España Nación Emprendedora, a conseguir de aquí a 10 años, en 2030. Se trata de un proyecto mucho más ambicioso en el que se tienen en cuenta a todos los actores: emprendedores, pymes de cualquier tipo, autónomos, corporaciones, inversores y centros de conocimiento. “De esta salimos todos juntos, sin que nadie se quede atrás” es la frase que, a modo de mantra, repiten todos los miembros del Ejecutivo de Pedro Sánchez cuando se refieren a la crisis actual, tanto sanitaria como social y económica.

José Bayón, el CEO de la Empresa Nacional de Innovación (Enisa), lo explica con un ejemplo. Plantea un aula en la que unos alumnos van muy aventajados en comparación con otros que lo van menos. Ni se puede obstaculizar el aprendizaje de los primeros ni se debe ignorar a los que van más lentos. Para que el aula funcione bien conviene aunar los ritmos y contar con el apoyo de los más diligentes para que ayuden a avanzar a los menos sagaces. En el símil faltan patas pero, trasladado al tejido empresarial, se puede deducir que corresponde a las empresas y startups más ágiles e innovadoras el papel de impulsar a aquellas otras algo más conservadoras que se han quedado a la zaga y han resultado más dañadas por el golpe actual.

La responsabilidad de poner las distintas variables en orden para que el resultado de la operación sea la suma de todos recae sobre Francisco Polo, actual Alto Comisionado para la España Nación Emprendedora, órgano que depende directamente del jefe del Ejecutivo. La imagen a la que Polo recurre para explicar, a grandes rasgos, las bases del proyecto es la de una pirámide. En la cúspide estarían los emprendedores y startups, los más innovadores. A estos atribuye el papel de rompehielos para penetrar en la parte media de la pirámide, ocupada por los sectores tractores de nuestra economía donde contamos ya con grandes empresas líderes mundiales pero que suelen trabajar al margen de los primeros en lugar de procurar la generación de lo que Polo llama “círculos virtuosos”. Ya en la base de la pirámide se encuentra la mayor parte de nuestro tejido empresarial, bastante más del 90%, que corresponde a pymes y autónomos de todos los sectores.

Un modelo inclusivo

El modelo de país que se propone es, pues, totalmente inclusivo pero requiere de la eliminación de una serie de desigualdades que Francisco Polo enumera: de género, territorial, socioeconómica y la brecha de edad. Para la supresión de todas ellas es para lo que haría falta el brazo político y la complicidad de los distintos Ministerios de manera que todos queden alineados y apunten hacia esa nueva visión de Estado que debería alcanzarse en 2030.

“No es solo un plan de startups, no es solo un plan económico para recuperarnos de esta crisis. No queremos salir de la crisis para seguir como estábamos. Es un proyecto mayor, una auténtica misión de país- explica Francisco Polo- con un nuevo modelo de productividad de la buena que nos haga más resilientes a los golpes y vaivenes de la economía. Si conseguimos que el emprendimiento innovador trabaje con la industria y las empresas fuertes que ya tenemos, nuestros productos o servicios estarán entre los mejores y seguiremos vendiendo en tiempos peores sin necesidad de recurrir siempre a un ajuste salarial o del empleo, como sucede ahora”.

Qué dicen los emprendedores

El plan que incluya la batería de medidas y los plazos de ejecución para lograr esa Nación Emprendedora está todavía pendiente de su presentación oficial. Han trascendido solo las líneas generales y su filosofía, pero el anuncio ya ha generado ciertas expectativas en el ecosistema.

Roberto Valdés, cofundador de Cuideo, lo ve factible. “Yo creo que se puede alcanzar. Desde el punto de vista geoestratégico, España es un polo de atracción para muchos emprendedores extranjeros, tanto por la calidad de vida como por el surgimiento de proyectos cada vez más interesantes. Pero también la Administración tiene que hacer sus deberes. Cierto que ahora hay más instrumentos para la financiación, pero quedan todavía eliminar muchas barreras burocráticas y facilitar el camino a los emprendedores”.

También Juanjo Amorín, CEO de la plataforma de formación online Edix y anteriormente director de Terra o director de contenidos online de Telefónica o director gerente de 20 minutos, considera que “emprender en España continúa siendo una profesión de riesgo”. Él, que al frente de Edix se propone hacer la revolución de la Formación Profesional formando en distintos oficios surgidos en torno a la economía digital, entiende que también es necesario un cambio en el modelo de país en el que todos sumen fuerzas y hagan más grande aún lo que ya funciona.

Sin embargo, Amorín cree conveniente precisar primero cuál es el rol que queremos que desempeñe España dentro de esa economía digital global. “Si yo tuviese a Carmen Artigas -secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial- y a Francisco Polo delante, les preguntaría: ¿Cuál es el modelo digital estructurado para España. Vamos a ser una nación orientada al desarrollo de código, como se convirtió la India, vamos a ser una especie de república digital que atraiga a las empresas por su régimen fiscal favorable, vamos a ser la fábrica digital del Sur de Europa ensamblando los desarrollos de otros o qué otro rol vamos a adoptar? y ¿Cómo vamos a ser capaces de atraer el talento que necesitemos y, más importante aún, qué vamos a hacer para construir talento propio y retener al que ya tenemos?

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