Llevamos tanto tiempo pendientes en analizar las continuas y sucesivas crisis, que a veces nos olvidamos del mar de fondo de la economía, que en la mayoría de los casos pone las cosas en su sitio, y nos hace dejar de hablar del “género” de los Ángeles y bajar a la realidad
La verdad es que de sobresalto en sobresalto, indepes o rusos por aquí, yihadistas y crisis humanitarias por allá, y al igual que ocurre con las hojas de los árboles que nos impiden ver los bosques, a veces se producen ciertos acontecimientos, que por la culpa de la emergencia del momento, no se analizan/publicitan suficientemente, y es lo que origina este artículo. En concreto la salida a bolsa del Bitcoin este lunes pasado en la Bolsa de Chicago (Chicago Board of Trade).
Este bitcoin, así como las criptomonedas/criptodivisas (en inglés ICOs) es un síntoma más de los nuevos tiempos, también en economía con la revolución 4.0 de la que ya alguna vez les he hablado, y que conforman diferentes perspectivas tecnológicas como son la Realidad Aumentada, el Internet de las cosas (IOT), la Simulación, el Big Data y la nube, la Robótica, los Sistemas Ciberfisicos, la Ciberseguridad, la Inteligencia Artificial, etc.; que por activa (trabajadores, profesionales o directivos) o pasiva (consumidores o ciudadanos) les afectará más temprano que tarde.
Pero, para que no crean que es humo, permítanme que les dé alguna cifra al respecto. En la reunión del World Economic Forum 2016 ya se hablaba que “el valor combinado, para la sociedad y la industria, de la transformación digital en todas las industrias podría superar los 100 billones de $ en los próximos 10 años”, tengan en cuenta que el PIB español en ese momento era de aproximadamente un billón de euros y el PIB mundial de 75.5 billones de $. Estos impactos económicos ya se están procesando en nuestras empresas, aunque de forma más lenta que en el resto de Europa, pues, como nos recoge el resumen Ejecutivo de España 4.0, el reto de la transformación digital de la economía, del año pasado, de Roland Berger patrocinado por Siemens, pocas empresas estaban implementando una estrategia de transformación digital y tecnológica, sólo el 10% de las industriales y el 15% de las infraestructura, además la gran mayoría eran multinacionales, y en total sólo el 38% de las compañías españolas tenían ya una estrategia digital formalizada.
Nuestra Comunitat no está muy bien posicionada en estas lides, a pesar de contar con grandes centros de este saber como la Universidad Politécnica de Valencia o empresas como S2; recuerden, por ejemplo, como hace relativamente poco, uno de los principales empresarios valencianos (y españoles) de distribución no creía en la Telecompra (online), y este mismo otoño ha tenido que rectificar aquella apreciación apostando por ese sector tecnológico, nunca es tarde si la dicha es buena. Menos mal que por otra parte tenemos iniciativas como la del primer congreso “Foro Emergentes 4.0” celebrado en Valencia los días 21 y 22 de noviembre, gracias en parte (supongo yo) a que un valenciano, Pablo Oliete, ha sido su promotor. De hecho según, Kevin Bandy, Vicepresidente de CISCO (empresa global de Telecomunicaciones), que ha visitado España este mismo otoño, entre las empresas y organizaciones mejor preparadas en España para el desafío tecnológico, y que ha ido citando en diversas entrevistas, no hay ninguna valenciana; por lo tanto hay mucho camino por recorrer.
Y dentro de todo este marasmo tecnológico aparecen las criptomonedas, divisas, valores, como la que ya hemos citado, y que según Jordan Belfort, el financiero que inspiró la película El lobo de Wall Street, en una entrevista con el Financial Times de este octubre pasado, estas divisas virtuales son un peligro, afirmando que podía ser una “gigantesca estafa que está por explotar en la cara de muchísimas personas”. De una forma mucho más comedida Hervé Falciani (sí el de la famosa lista de los presuntos evasores fiscales presuntamente ayudados por un conocido banco suizo), me transmitió, aprovechando el acto organizado por la Agencia Antifraude de Les Corts celebrado esta semana, que el Bitcoin es una moneda principalmente especulativa, así como que el futuro de la banca es Blockchain (base de datos distribuida, formada por cadenas de bloques y que responde al concepto del consenso) coincidiendo en este último sentido con Belfort que ha llegado a afirmar que en “los próximos tres años el 40% de las grandes empresas habrán perdido un tercio o más de su mercado” por el impacto de este BlockChain, que parecía que solo iba a tener repercusiones en el sector financiero y lo va a tener en toda la economía.
Desde luego, yo no sé ustedes, pero estas criptomonedas que no están supervisadas por regulador alguno, y aparentemente son opacas, no parecen dar mucha seguridad por ser bastante volátiles, por ejemplo Bitcoin, ha multiplicado su valor por 16 en un año. De hecho el regulador USA, la Comisión de Bolsa y Valores (la SEC), acaba de advertir que la protección del inversor en criptomonedas es menor que la que existe en los mercados de valores tradicionales, por lo tanto acuérdense de lo que paso en estos mercados tradicionales con la burbuja de las PUNTO.COM, por no recordar los productos financieros y acciones perdidas en la última crisis financiera en España; incluso en este pasado mes de septiembre el Banco Popular de China ha prohibido las transacciones en criptodivisas, produciendo cierto miedo en los inversores de esos valores. De hecho hubo algún medio que dio la noticia con el siguiente titular: Pánico en el mundo de las criptomonedas: China prohíbe las ICOs. Por lo tanto, hay que andarse con cuidado.
Además de las prevenciones anteriores, está todo lo que se ha escrito sobre cómo interactúan estas criptomonedas en la Internet profunda (Deep Web), sí, esa que no se ve en el trafico usual de los servidores que ustedes y yo usamos, pero que es como el iceberg, ocupa parece ser el 90% del tráfico en la red, y es por donde se realizan todo tipo de actividades y transacciones ilícitas (pederastia, tráfico de drogas, armas, etc.); por ejemplo, sírvase lo recogido por criptonoticias en el verano del año pasado, de como una criptomoneda experimentó un incremento del 100% de su valor en un solo día, después del anuncio de su aceptación como moneda o instrumento de cambio en dos de los principales mercados de esa Deep Web, pero esa ya es otra historia para otro artículo.