De México a Austin: aventuras de Dûrga al otro lado del charco (Capítulo 1)

MÉXICO DF. “Quique, te damos la bienvenida a Cerrillo (México)”. Un aviso de Facebook me sitúa en algún lugar entre Mexico City y Guadalajara, nuestro próximo destino. Un paisaje árido, moteado de manadas de caballos rojos, humildes ranchos de ladrillo caravista gris, como a medio acabar, y algún florido altar a la virgen de Gualape nos acompañan. La luz entra a chorro por las ventanas de la furgoneta blanca que percute ese horizonte extraño. Contando al grupo, somos nueve en la expedición y tenemos una misión: dar a conocer, promocionar, a los valencianos Dûrga a este lado del Atlántico. Son buenos. La tarea no es tan difícil.

El joven trío rock valenciano fueron (junto a Frida) ganadores de la última edición del Sona la Dipu. La verdad, no se me ocurre un premio más valioso para una formación emergente. Poder girar por varias ciudades del país azteca con una organización seria como la que proporciona la empresa Producciones Baltimore es un lujo al alcance de pocas bandas en España. Pase lo que pase, algo que sin duda podrán contar con orgullo a sus nietos. La empresa alicantina es quien se encarga de armar el plan estratégico del viaje. Al mando de la acción profesionales como Sergio Moreno (comunicación) y Lucía Zuloaga (producción) son nuestros serpas del rock, nuestros ojos sobre el terreno. 

Pero claro, es inexorable tener aliados a este lado del charco, y en nuestro caso son Soporte 360, con Ana Rodelo a la cabeza. Llama la atención la cantidad de entrevistas (hasta doce) que suscita una joven formación foránea en el país. Mientras, ajena a nosotros y  nuestra emoción, la capital es un caos. Los coches campan a sus anchas en una urbe de contrastes estratosféricos. 

Mexico City es el puto caos. Nada recomendable para vivir. Pero también es verdad es que hay muchos Mexicos City. Ciudad de contrastes abismales y olores picantes. La frase más repetida: Está cerca, como a diez minutos, pero con el tráfico tardaremos una hora. Pues nada, paciencia. Hasta una réplica de la Dios de Cibeles tienen. Porque eso sí, si uno sigue las indicacione, no hay lugar más seguro, agradable y amable que este. Vamos, ya quisiera yo la misma amabilidad para los taxistas de València.

No vamos a decir nombres, pero una cuarta parte de la expedición se va “la pata abajo”. Mira que nos advirtieron, pero es tan amplia la oferta de pecados picantes que, claro, uno se tira de cabeza. Los más aventureros ayer nos adentramos en el Mercado de Sonora. Ahora sé por qué Nacho Vegas recomienda no ir. Olores fuertes, higiene protagonista por su ausencia, falsificaciones cutes…  imágenes aun más bestias que todavía nos persiguen. 

Seguimos en esa furgoneta camino a Guadalajara. Anoche fue el primer concierto de la banda en México. Además, en la capital. Hay restos de tequila en nuestro cerebro. La sala Capitán Gallo nos recibió con los brazos abiertos. Lo cierto es que más que una sala es un acogedor espacio underground con encanto. Buenas intenciones, amor. Poca gente, pero muy buena y rendida a la energía de estos chavales. Pero lo bueno de Dûrga es que son solventes, han venido a ganar y a erizarnos la piel. No hay pose. 

Miro a la derecha y veo unos cactus extraños y puntiagudos. Pronto me informan que es la flor de Agave: la planta de donde se saca el tequila. Al parecer, solo se planta en esta zona. Se ve que hay gente que ha intentado trasladarla de lugar a otro y ha muerto (bueno, la planta) en el intento. Solo crecen aquí. Tan raro como que un grupo de rock instrumental quiera vivir de la música, se lo crea. Estos chicos, por concepto y energía podrían lograrlo. Es satisfactorio girar con esta gente. Hablamos de política, del fútbol, de gastronomía, de música. Hemos derramado lágrimas de emoción viendo las imágenes del 8M en España. Hemos hecho cosas.

Vuelvo a la carretera. Paramos a tomar unas quesadillas y otras tantas cervezas Indio en una estación de servicio. Antes, Ana, nuestra guía, nos ha dicho que para echar una meada no es preciso esperar a una estación de servicio. Guadalajara está cerca.

En Guadalajara la sala “está bien chingona”. Dûrga vuelven a demostrar que han venido con el directo bien aprendido. Compactos, con energía, el público local a sus pies. Mañana vamos a Toluca, el sábado a Puebla. La carretera es la mejor universidad de un grupo floreciente. Seguiremos informando.