VALÈNCIA. En estos días de confinamiento por la crisis del coronavirus, Culturplaza quiere recetar cultura. Estos días son el momento perfecto para ver, leer, y escuchar más que nunca; pero, ante el aluvión de propuestas y plataformas, ¿por dónde empezar? Cada día, distintos agentes culturales de la Comunitat Valenciana se convierten en nuestros prescriptores de cabecera.
-Recomiéndanos un libro para releer...
-Ahora que estamos fascinados por los puntos de vista en la narrativa de las series (Dear White people o Euphoria, por poner dos ejemplos), siempre recuerdo que eso ya lo planteaba William Faulkner en la estupenda novela El ruido y la furia. Gran parte de la narrativa contemporánea le debe tanto a Faulkner... Libro para una cuarentena, of course.
-... Y otro para descubrir:
-He descubierto en estos tiempos el teatro infantil de Suzanne Lebeau. Sus obras son sobrecogedoras, llena de metáforas fundacionales (como ella las cataloga) y muy profundas. Pero si me he de quedar con uno, ese es Escribir para el público joven, su tesis doctoral sobre cómo ha desarrollado su teatro. Muy interesante para reflexionar cómo trabajamos el teatro para el público infantil, instructivo, pero no aleccionador, inspirador y metódico (es una tesis y se nota en su planteamiento). Es para todos aquellos que se quieren dedicar a hacer (y escribir) teatro para la infancia y la juventud, incluso para todo el que quiera hacer teatro.
-Una peli buena que te guste...
-Habría tantas… pero vería en bucle Wonderland de Michael Winterbottom. Es una película que explica un final de siglo XX, y una generación (generación X) con sus contradicciones, sus miedos, el amor y la responsabilidad, la familia… Muchas veces hemos fantaseado Miguel Ángel Landete (Senior), Jesús Sáez (Llum), Pau Martínez y un servidor con hacer un cineclub con ella y comentarla otra vez. Nunca se ha dado. Espero que al acabar esta cuarentena, en algún momento, podamos hacerlo.
-... Y una peli mala que te guste tanto como la buena:
-Más que mala, entraría en ese término que es el kitsch o película de culto. Soy ultrafan del Rocky Horror Picture Show. Creo que es la mejor-peor película de culto, un culto a la diversión y la diversidad, con números musicales divertidísimos, una trama ultraabsurda, y unos personajazos. En un ciclo de cine raro que hicimos hace años entre amigos en casa, esta fue mi elección. Fliparon todos.
-Un disco.
-To love somebody de Nina Simone. Una proeza de mujer, y un portento de voz y de energía. Es vibrante hasta los extremos y disfrutable como el que más. Y mira que soy muy de rock, pop, rap, heavy metal, grunge, incluso trap. Pero la reina es la reina.
-Una playlist.
-Me suelo hacer playlist sobre proyectos, pero disfruto mucho de las playlist de pelis o series con grandes BSO. Pongo algunos casos como los últimos que he visto: la playlist de Derry girls (la serie es deliciosa) o la de Euphoria (muy bailable). Otra igualmente molona es la de Russian Doll y para acabar la de San Junipero ese homenaje a los ochenta que se marca Charlie Brooker en Black mirror. Tenéis donde elegir.
- Por último, propón un plan cultural que no tenga que ver con los anteriores para hacer en casa. Imaginación al poder.
-Pues dos que estoy siguiendo en redes: Con #cuarentadecine, planteada por la gente de @Filmand,_ y con #cineencasa, nos estamos marcando sesiones cinéfilas antológicas después de comer. A veces con el nene, que está viendo algunos de los clásicos de Studio Ghibli (Mi vecino Totoro o El viaje de Chihiro) o un ciclo de cine @Filmin que me estoy visionando. Ayer cayó Yo, Daniel Blake de Ken Loach y el otro día Te prometo anarquía de Julio Hernández Cordón. El cine siempre reconforta. La otra iniciativa es teatral se le ocurrió a mi compañero y mente inquieta, Jordi Casanovas. Se trata de #coronavirusplays, minipiezas de 3 minutos máximo, en formato monólogo que escribimos algunos dramaturgos para que actores y actrices los graben en casa y los cuelguen en redes. A nivel dramatúrgico hay piezas ya en catalán/valenciano, castellano, inglés y se está extrapolando a otros territorios. Una manera creativa de pasar una cuarentena.