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Mientras unos lo desaconsejan, a otros les parece enriquecedor 

Cuando emprender es cosa de pareja

23/12/2019 - 

VALÈNCIA. ¿Qué tal es trabajar con tu marido? le preguntaron a Lourdes Ferrer, cofundadora de Percentil, en un evento de emprendedores. “Bueno, los comienzos fueron complicados porque crees que conoces muy bien a la otra persona y piensas que siempre vais a coincidir en todo y que quién mejor socio que tu marido para montar una empresa. Luego, cuando pasa el tiempo, te das cuenta de que no es tan sencillo y que se le ocurren ideas que a ti te parecen malísimas y a la inversa. Después ya te vas amoldando y procuras separar la empresa de la vida personal. En cualquier caso, si tuviese que hacer balance, diría que a nosotros nos ha funcionado muy bien”.

Aunque en Percentil se unió al proyecto Luis Ongil como socio fundador, ya antes el matrimonio que integran Lourdes Ferrer y Daniel Bezares había acometido un primer emprendimiento relacionado con su vida familiar. Se trataba de Tot-a-Lot, una marca de moda y accesorios para gemelos y mellizos, como las dos niñas que ellos tienen. Y aunque ahora Bezares se ha desligado del proyecto de Percentil para montar otro emprendimiento en solitario, desAprendo -también inspirado en sus hijas-, lo cierto es que tras más de 8 años compartiendo casa y oficina el caso de esta pareja desmienten a todos aquellos que desaconsejan este tándem empresarial.

Entre estos detractores se encuentra Martín Varsavsky quien, presente en el mismo evento de Lourdes Ferrer, repuso así a la pregunta de ¿cómo eliges a los socios?: “Yo conocí a mi esposa en una entrevista de trabajo, mezclando la relación laboral con la profesional, en un segundo orden están las amistades y, por último, a los que no conoces. Yo, para hacer negocios, recomiendo el último grupo. Se puede emprender con tu pareja y con amigos, pero no creo que por eso la empresa vaya a ir mejor que si te asocias con la persona que creas más cualificada para el negocio”.

El riesgo de la ruptura sentimental

Al hecho de no regirse por criterios meramente profesionales, se une el riesgo de que una posible fractura sentimental de la pareja se traduzca también en una convulsión para la empresa. Valga el ejemplo de Amazon, cuyas acciones se resintieron con una caída del 0,2 por ciento solo unas horas después de anunciarse el divorcio de Jeff Bezos con MacKenzie, su esposa desde 1993.

La forma de prevenir sorpresas de éste tipo es, en opinión de algunos expertos, como Carme Castro, fundadora de la consultora Kainova, plantearse la empresa desde el origen como si de cualquier otro socio se tratase. “Hacerlo cuando han surgido ya las primeras fisuras obstaculiza la predisposición de acuerdo, por eso hay que hacerlo desde el arranque del proyecto. El mismo pacto de socios, con las cláusulas elementales que se recomiendan para cualquier sociedad, o la inclusión de los principales puntos en los estatutos de la empresa serían suficiente, pero que quede siempre reflejado por escrito. Y si no saben cómo hacerlo o les resulta violento, que recurran a un tercero, porque la probabilidad de que una ruptura sentimental afecte al negocio es muy alta”, asegura.

¿Y si estás en gananciales?

Sin embargo, hay quien opina que esto puede tener sentido en aquellas culturas donde lo habitual es casarse en régimen de separación de bienes, pero pierde trascendencia cuando el matrimonio se celebra en gananciales. Al menos así lo han interpretado Juan Pablo Tejela y Laura Montells, ambos ingenieros y fundadores de la empresa de social media Metricool. “Nosotros no nos hemos preocupado por firmar ningún pacto porque entendemos que, si algún día nos separamos, al estar en gananciales, se repartiría todo al 50%”.

También en el caso de Metricool, el hecho de que sus impulsores sean pareja parece ser un factor que juegue más a favor que en contra. Aunque Laura Montells no haya abandonado su trabajo por cuenta ajena y sea Tejela quien figure como administrador único de la sociedad, asegura éste último que “es una suerte enorme contar con su apoyo y poder consultar con ella la toma de decisiones”, aunque lo haga mientras se cepillan los dientes en el lavabo. “Es igual que cuando le comentas a tu pareja las cosas que te han sucedido ese día en el trabajo. No hay más tragedia”.

Ingenieros y emprendedores ambos son también la pareja que constituyen Luis Antonio Martín Núñez y Esther Borao, fundadores de Academia de inventores, un proyecto con el que pretenden inculcar desde edades tempranas el interés y el aprendizaje de las disciplinas STEAM (Science, Technology, Engineering, Arts and Mathematics). 


Luis Martín, “inventor desde que tiene memoria”, figura como CEO de la compañía después de varios años trabajando en Libelium. Por su parte, Borao ha sido recientemente nombrada directora general del Instituto Tecnológico de Aragón, motivo por el cual se mantiene ahora algo más distanciada de los asuntos de la empresa. “La verdad es que al hecho de que seamos pareja, le veo más ventajas que inconvenientes- declara Luis Martín- Al fin y al cabo compartimos la misma pasión por la tecnología y la ilusión por el proyecto en el que cada uno aporta su visión, aunque no siempre coincidamos. Fricciones y pareceres distintos pueden surgir con cualquier socio, pero lo normal es que las cosas se solucionen hablando y desarrollando cierta tolerancia a la frustración”.

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