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Para algunos constituye un factor determinante en la decisión de compra 

Cuando el ‘Made in Spain’ implica algo más que un lugar de procedencia

2/04/2018 - 

VALÈNCIA. Parece que las empresas pierden el miedo a decir que son 100% españolas. Más allá de un lugar de origen, la fórmula del ‘Made in Spain’ empieza a ser utilizada por las marcas y las compañías como sinónimo de calidad y compromiso con sus clientes. Lo bueno es que el atributo tampoco se restringe a un producto o a su manufactura, sino que también hacen uso de él las empresas de base tecnológica.

“En nuestro caso, el Made in Spain es un factor determinante en la decisión de compra en apoyo a la innovación y a la tecnología nacional”, asegura Lide Brito, CMO en la empresa de domótica Wattio, con sede en el Parque Tecnológico de Miramón, en San Sebastián.

“En tiempos de deslocalización, en los que parece que China y otros países asiáticos son las mecas de la producción para las empresas tecnológicas de occidente, sorprende que existan negocios que focalicen sus esfuerzos en producir de manera local. Wattio es una de esas que apuesta por el “Made in Spain”, afirman.  Ellos mismos se encargan se aclarar qué significa esa etiqueta y lo que aporta a los usuarios.

Mayor confianza y compromiso

En primer lugar hablan de calidad, en el sentido de que diseñar y producir los productos en territorio nacional permite un estrecho seguimiento en los controles de calidad. Que la estrategia de fabricar en Asia para abaratar costes a cambio de relajar 

la calidad no funciona, ya lo habían comprobado otras compañías tecnológicas, como BQ que, en cuanto tuvo pulmón económico suficiente, trasladaron la producción principal de la fábrica que tienen en China a España.

Otra de las ventajas que resaltan en Wattio es la posibilidad de ofrecer un mejor servicio al cliente ligado a un soporte técnico de proximidad y a un conocimiento exhaustivo del producto, dado que son ellos mismos quienes lo crean. Todo ello contribuye a conquistar la confianza de los consumidores, pero a generar engagement ayuda también el hecho de la producción justa, acorde a unos cánones mínimos laborales. “Estamos apoyando un trabajo en condiciones dignas a decenas de personas en España y fomentando una cultura innovadora que empodere el talento local”, sostiene Lide Brito.

Empresas españolas destacan también en sectores innovadores como infraestructuras, alta velocidad, energías renovables, automoción, biotecnología, medioambiente, tecnologías de la información y comunicación, sanidad, industria aeroespacial e industria naval.

Aprovechar caminos abiertos

Pero al margen de las compañías tecnológicas, hay otros sectores que aprovechan el argumento del ‘Made in Spain’ cultivado por empresas precedentes. Es el caso de Pisamonas, una marca de zapatos para niños de venta online que, con menos de cinco años de vida, se sitúa ya en el Top5 mundial. Suyos eran los mocasines negros que calzó el Príncipe George de Cambridge su primer día de colegio.

Fundada por dos parejas, Enrique Bretos, CEO de la compañía, atribuye parte de su éxito “a la reputación de diseño y calidad” de otros profesionales del calzado que les han antecedido y a la “fantástica industria artesanal que hay en España”. De cada 4 ventas que hacen, una corresponde al mercado internacional. Así hasta alcanzar la suma de 500.000 pares de zapatos, que son las ventas anuales de Pisamonas con una facturación que el año pasado alcanzó los 9,2 millones de euros.

También por el calzado se decantó Adriana Balcells Peña en su idea de negocio. Fundadora de MAS34 (el prefijo telefónico internacional de España), asegura que tanto el total de la producción como los materiales y las hormas que emplea son españoles.

“Tras casi 4 años en Italia, me cansé de oír cómo defendían que hasta su jamón era mejor que el nuestro... me di cuenta de que si el ‘made in Italy’ ha llegado tan lejos no es solo porque tengan una calidad excepcional, sino también porque ellos mismos creen y defienden su producto a capa y espada”, dice. Así es como esta joven decidió abanderar el “Made in Spain” como respuesta al descrédito de la marca “España” y al consiguiente desánimo generalizado entre los españoles. La firma se posiciona como referente mundial en la modalidad de stilettos.

Un referente de origen valenciano

Referente mundial, aunque en diseño y fabricación de muebles para espacios de trabajo, es también Actiu. Tras cincuenta años de historia, la empresa valenciana factura anualmente 85 millones de euros, un 60% de los cuales proviene de la exportación de sus productos a noventa países de todo el mundo. Actiu es, a día de hoy, uno de los principales fabricantes españoles de mobiliario con presencia consolidada en más de 90 países de todo el mundo, que emplea a 285 trabajadores directos y genera otros 150 empleos indirectos. Todos sus procesos son de producción propia y son diseñados para ejercer la máxima responsabilidad, hacer sostenible la fabricación industrial y respetar el medio ambiente: desde la mecanización de la madera, el metal y la matricería hasta la aplicación de acabados.

“Valores como el diseño y la innovación, la producción propia, la sostenibilidad y el territorio representan la compañía y están impresos en cada uno de nuestros productos y acciones, reconocidos con los galardones más prestigiosos de diseño industrial, como el German Design Award, los Red Dot, Design Preis, FX, Premios Delta o If Design, entre otros”, afirman en Actiu. Destacar también que en 2017 Vicent Berbegal, fundador de la empresa, es nombrado el Empresario Europeo del Año por los European Business Awards, siendo el único español que optaba a lo que algunos comparan con la Champions League del mundo de los negocios. Actiu forma parte como socio de pleno derecho del Foro de Marcas Renombradas Españolas (FMRE) que integran mas de un centenar de empresas líderes es sus respectivos sectores.

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