TORREVIEJA. 21:00 horas. Puntual, empujado por los cañones de humo y un público que ya lo llamaba, saltó al escenario el de Carabanchel. Tras saludar a sus fans de Torrevieja (y a los desplazados hasta allí), Recycled J cantaba por sus más de diez años en la música, seguido por un ruego en forma de tema: “Que no se acabe el verano y que se muera septiembre a tu lado”. La frase célebre de Ibiza, el hit a pachas con Juancho Marqués, a quien le dedicaba la actuación del sábado 14, en concreto, por coincidir con el cumpleaños de su compañero ausente.
Tampoco pudieron compartir escena con el rapero los otros dos Hijos de la Ruina, aunque el público se metió en el papel de Natos y Waor para interpretar sus estrofas del volumen 3 del trío madrileño. Temas que, por otra parte, ocuparon gran tiempo del espectáculo, como Sudores fríos, Fuego fuego o la récord en coros Más alcohol, desgarrando las voces de quienes participaban de ella. La octava maravilla en el escenario ante un sold out total. Con este panorama, el rapero abrió su abanico de trabajos musicales, los individuales y los featurings también.
Con un flow y una chulería a partes iguales, Recycled J coqueteó con una variedad de estilos como el rap, trap, reggaetón, pop, electrónica y rock. E intercaló la energética maratón recorriendo el escenario con el asiento calmado acompañado por una guitarra en directo, pero siempre transmitiendo el sentimiento característico del artista. El de Madrid puso su grano de arena en Que valga la pena (y también la interpretó) que el Crazy Urban apostara por lanzar su primera edición en un momento complicado para los festivales y eventos masivos. Y se despidió dedicándole tema a sus haters, Aunque digan que yo, con la presencia de un batería en directo, en compenetración con DJ Selecta a los controles.
A las 20:30 h se reportó en la zona una de las artistas españolas más pegada del panorama musical. Bad Gyal trajo el espectáculo que el público clamaba in situ y esperaba desde que se anunció el cartel. Una plataforma extra sobre el escenario para que la catalana brillara en altura y acompañada por sus cuatro bailarinas y el DJ, vaciló, chuleó y demostró que, si fuera un emoji, probablemente encarnaría al fuego, pues prendió la escena como también acostumbra a hacer en sus videoclips.
La badass española es conocida por sus letras explícitas, sus caderas agitadas, sus movimientos de booty y sus estilismos en los que uñas y aros se han mimetizado ya como un rasgo de su personalidad. Con el autotune siempre presente, Bad Gyal y su equipo de bailarinas regalaron al público canciones del nuevo EP, Warm Up, como Zorra, Iconic, Pussy o 44, sin dejar de lado colaboraciones como Blin Blin o Alocao que, pese a la ausencia de Juanka u Omar Montes para el featuring, la icónica intérprete se hizo cargo de una manera muy resuelta, ayudada por los y las fans de entre el público.
La fiesta se armó y, entre la presentación de los temas de su nuevo álbum, la del “pelo hasta el culo y el bolso de Louis Voutton” no olvidó los clásicos que el público coreó al pie de la letra. Así de famosos son Hookah, Santa María, Fiebre o Internationally, esta última resumen de su estatus, que ella conoce -y merece- bien.
A partir de aquí, será Torrevieja quien deberá decidir si este festival loco se queda en un experimento o si, por el contrario y para beneficio mutuo -organización y asistentes-, tendrá continuación con una segunda edición. La cita de los y las número uno de la música urbana nacional.