eric benajes estrena su primer cortometraje

'Confessio': la vida de un cura homosexual, contada entre Castellón y Nueva York

21/11/2019 - 

CASTELLÓ. ¿Se habían preguntado alguna vez cuántas veces en su vida han hablado con un cura fuera de la iglesia? Seguramente las justas, como él. "Los curas se dedican a predicar y a escuchar, pero no suelen decir realmente lo que sienten con los demás". Puede parecer una exageración el hecho de que estas personas nunca hablen de sus sentimientos, pero sobre esta base parte Confessio, un cortometraje que profundiza precisamente en la importancia de poder hablar con los demás. Como dice su director, Eric Benajes, y su principal actor, Fran Jaime, es un "elogio" al diálogo y una "oda" al silencio y al pensamiento. La historia gira alrededor de un cura que se replantea su vida cuando empieza a tener alucinaciones debido a una lucha interna que tiene con sus sentimientos. En el momento más crítico de su vida tendrá que tomar una decisión definitiva. 

La ópera prima del cineasta castellonense verá la luz el próximo lunes, a las 22 horas, dentro de la Sección Provincial del festival Cineculpable de Vila-real. Aunque el germen de esta historia viene de tiempo atrás. Fue para la grabación de un videoclip del grupo local Lèpoka ('Goliardos'), que Benajes ideó la historia de un cura en Nueva York. Aprovechando su estancia en la Gran Manzana creó, junto a Jaime, toda una trama alrededor de la libertad de amar. "¿Cómo van a adoctrinarnos sobre lo que es el amor? Si el sexo es un pecado y su orgasmo es la oración. Y es que esta vida es como una jarra de la que el tiempo bebe, así que haz lo mismo tú también. Somos goliardos, libres de las garras del deber. Y es que en el cielo también tienen birra pa' beber", dice su canción.

El mensaje caló rápidamente entre el cineasta y al actor. Sin embargo, tres minutos de 'acción', intercalados con imágenes del grupo tocando, les supo a bien poco. "No podíamos reflejar quién era el cura, qué le pasaba. Faltaba historia. Entonces no había otra que amplificar". Tanto estiraron la trama que el single ha evolucionado en un cortometraje de 12 minutos que ha sido rodado en nada menos que cinco localizaciones: Castellón, Valencia, Barcelona, París, Gales y Nueva York. "No han sido sitios al uso, hemos tenido que buscar lo mejor de cada lugar para que encajara con la historia", explica Jaime. 

De hecho, tan claro tenía Benajes que quería grabar, en su caso, en la ciudad americana que estuvo el año previo al rodaje investigando cómo era su situación meteorológica para viajar en unas fechas donde pudieran encontrar momentos de lluvia, de sol o cielos totalmente encapotados. "Quería que fuera carne con carne. Directo. Sin adornos. Lo más natural posible. Por eso no hay ni un efecto especial. Cuando en el film se ve lluvia, no es casualidad, es que lo estábamos esperando", aclara el director, quien añade que lo que buscaban además de la Gran Manzana era su aspecto tétrico, de lugar frío y de completa soledad. "Los meses que pasé allí me di cuenta de ello. A pesar de ser una ciudad muy grande, siempre estás solo. Por eso, juega un papel crucial en la vida de nuestro protagonista. Es importante saberlo, aunque claro está, que también anhelaba con grabar donde habían grabado los grandes", confiesa el castellonense. 

El proceso de grabación ha sido, con todo ello, más duradero de lo normal. Tanto Benajes como Jaime han sido los únicos encargados de tirar hacía adelante este proyecto, repartiéndose así todas las profesiones que hay tras el audiovisual. No les quedó otra que compaginar el rodaje con sus trabajos; un hecho que ralentizó lógicamente la grabación. "Empezamos a grabar en noviembre de 2018 en Nueva York, donde estuvimos solamente 10 días, pero no pudimos ir a Gales hasta febrero. Y necesitábamos ir hasta allí. No era solo por 'romper la hucha', sino por su contexto histórico". De ahí, ambos pasaron a rodar en Valencia, París y Barcelona, para poner finalmente el broche de 'oro' en el mismo local de Castelló donde rodaron un año atrás el videoclip. Un trabajo que desarrollaron, además, con un presupuesto limitado de 8.000 euros. "No hemos alquilado material. El dinero ha sido invertido básicamente para ir a las localizaciones que deseábamos para que la historia tuviera sentido. Quería hacer una peli en miniatura y lo que buscaba no lo podía encontrar aquí", asevera el director. 

Planteado como un thriller psicológico, el corto ahonda en la vida de un cura que es homosexual. Ahora bien, Benajes deja claro que la trama podría extrapolarse perfectamente a la de un "obrero viviendo en Cuenca". Es pues un film que sienta sus bases en la ficción y en el terror, para hablar de la homosexualidad desde la naturalidad. "El protagonista es un hombre que le gustan los hombres, pero no deja de hablar de un tema universal como es la necesidad de comunicarse en la era de la información y de lo digital, es decir, ahora que las personas hablamos cada vez menos a la cara. En mi caso, nunca le he preguntado a un amigo qué piensa de mí y es interesante. Pero, ¿Por qué no lo hacemos? Eso es Confessio. Las ganas de romperse por dentro para arreglar lo que hay fuera", garantiza Fran Jaime. 

La historia, que cuenta además con la interpretación del Álex Sorolla, se centra así en el conflicto que viven las personas consigo mismas, en este caso de un cura homosexual. "Lo hemos querido hacer igualmente de una forma muy sutil dentro de lo evidente. Hemos tenido mucho respeto con el hecho de que sea cura. Extrapolarlo más allá será una postura del espectador pero no nuestra", sostiene el cineasta. 

El corto empezará su recorrido el próximo lunes en casa, en Vila-real, para seguir -si todo va bien- en otros 60 festivales nacionales. Esta ha sido su primera selección, no obstante, ambos lo tienen claro; si el film no funciona en circuitos de cine, se exhibirá más adelante en salas abiertas. "Nos topamos con que muchos festivales quieren únicamente un género. Además, aunque yo catalogue la película como ficción, hay quienes creen que solo es LGTBI. Esperamos poder romper con todas las etiquetas", manifiestan. 

Sea como sea, sus expectativas de futuro están puestas en hacer un largo. Como ambos dicen, "la maquina sigue en marcha", más ahora que se han topado frente a frente con Hollywood y con las ansias de cine que la vida neoyorquina siempre contagia. "Todos podemos ser creadores o espectadores, yo siempre he soñado con crear algo que perdurará y que no fuera efímero. Además, desde hace un tiempo me he quitado barreras. El mundo es redondo y está por y para las personas. Como dicen en Peaky Blinders, porque podemos, lo haremos", concluye el autor, quien se perderá el estreno de su corto por estar en México rodando un documental

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