El director de Riesgos de Ebury advierte de dos citas relevantes que tienen a muy corto plazo los mercados sobre la mesa: los datos del paro americano del viernes y el referéndum italiano del domingo
MADRID (EP). El mercado de divisas decidió tomarse un respiro la semana pasada tras la desenfrenada volatilidad derivada de las elecciones presidenciales en EE UU. El euro consiguió rebotar, tras marcar mínimos de los últimos dos años respecto al dólar estadounidense, y terminó la semana prácticamente sin cambios, al igual que la libra esterlina y la mayoría de las divisas europeas. En paralelo apreciamos divergencias poco comunes en el comportamiento de las monedas emergentes, con fuertes subidas del rand sudafricano y el won surcoreano, que prácticamente igualaron la magnitud de las caídas del real brasileño y la lira turca.
El referéndum italiano del próximo domingo acaparará la atención de los inversores a lo largo de esta semana. No obstante, las expectativas de los inversores, que apuntan a un resultado negativo del referéndum, ya se han reflejado y de ocurrir así solo esperamos una ligera depreciación del euro como respuesta. Un 'sí' al referéndum llevaría sin duda a un rebote a corto plazo de la moneda común, aunque teniendo en cuenta que las últimas encuestas indican una victoria del 'no', este es el resultado menos posible.
EURO
No se ha prestado demasiada atención a las noticias económicas de la Eurozona recientemente por un motivo de peso y es que los eventos políticos a lo largo del mundo han tomado una posición central. No obstante, cabe destacar que la semana pasada se apreció una notable mejoría en el principal indicador de crecimiento, el índice de confianza empresarial PMI. El índice compuesto rebotó, contra todo pronóstico, al máximo de 2016 de 54,1. Las presiones sobre el euro continuarán a corto plazo a medida que los tipos de interés en EE UU aumentan, así como se suceden distintos riesgos políticos; sin embargo, un crecimiento económico del 2,0% en 2017 es realmente posible, teniendo en cuenta los datos de confianza empresarial y la reciente depreciación del euro.
LIBRA ESTERLINA
La reacción de la libra a la Declaración de Otoño del Parlamento Británico fue ligeramente positiva. Se produjo una revisión generalizada al alza de las proyecciones de préstamos para los próximos años sobre la base de una reducción de las perspectivas de crecimiento 'postBrexit'. Aunque no se trata de una decisión que cause sorpresa, se trata de otro paso en la línea de reducir globalmente las políticas de austeridad y es destacable que, como en el caso de EE UU, la reacción de los mercados de divisas fue positiva. Esta semana la libra debería adoptar un segundo plano. El calendario monetario y económico es bastante difuso y la libra reaccionará principalmente a noticias de otros mercados. Principalmente ante el informe de nóminas de Estados Unidos, que será publicado este viernes.
DÓLAR ESTADOUNIDENSE
Con toda probabilidad, el informe de nóminas de Estados Unidos del viernes no afectará a una eventual subida de tipos de interés por parte de la Fed en diciembre. No obstante, el tono del informe impactará en el mercado de divisas. Un informe sólido, con creación de empleo por encima de los 200.000 puestos y especialmente con incrementos de salarios acelerándose hasta el 3%, añadirá una presión clara sobre los miembros del Comité de Política Monetaria de la Fed (FOMC) para que se revisen al alza las previsiones de crecimiento, inflación y salarios en EE UU y, por tanto, las futuras subidas de tipos de la Fed. La mayoría de los indicadores económicos restantes (ventas minoristas, mercado de vivienda, bienes duraderos, entre otros…) han mostrado signos de crecimiento. No nos sorprendería que el informe del mercado laboral del próximo viernes confirme esta aceleración.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
Informe elaborado por Enrique Díaz-Alvarez, Matthew Ryan, Roman Ziruk e Itsaso Apezteguia