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Compromís insiste en auditar el Gil-Albert tras la dimisión de su directora
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ALICANTE. El grupo Compromís en la Diputación de Alicante ha presentado un moción al pleno ordinario que se celebra este miércoles para la creación de una mesa de consenso para la regeneración del Instituto de Cultura Juan Gil-Albert. El grupo valencianista considera que habría que repensar el modelo de funcionamiento del ente cultural y redistribuir sus partidas presupuestarias.
El portavoz, Gerard Fullana, discrepa de cómo se ha realizado el nombramiento de los integrantes de la comisión permanente, integrada por 20 personas, y que algunos de sus miembros sean políticos, concejales y alcaldes del PP y Cs, como el equipo de gobierno de la Diputación de Alicante. También difiere la formación valencianista que del 1,2 millón de euros de presupuesto anual con el que cuenta el instituto de Cultura, unos 350.000 euros se destinen al pago de dietas por asistencia a los miembros de la comisión permanente.
En su moción, Compromís propone que se adopte el modelo de la Institució Alfons el Magnànim, dependiente del área de Cultura de la Diputación de Valencia. Y a su juicio, cree que el primero se tenía que haber elegido el proyecto cultural a desarrollar y después haber realizado la selección de las personas que lleven el despliegue de ese programa.
En una nota de prensa, Fullana explica que la mesa propuesta persigue impulsar el estudio de propuestas para revertir la tendencia presupuestaria y permitir que la investigación, la promoción cultural y la divulgación de las ciencias jurídicas y sociales tengan un papel hegemónico en las cuentas anuales a partir de 2021.
"Hay que repensar el instituto de cultura Juan Gil-Albert”, ha manifestado Fullana. “Se han acelerado alarmantemente incorporaciones en el organigrama de personas que no cumplen los requisitos estatutarios, y pensamos que es un intento más de usar el instituto con propósitos más políticos que académicos. Existe además una disfunción presupuestaria alarmante en la proporción destinada anualmente a la promoción académica de la cultura y la investigación en comparación con el gasto burocrático. Hace falta una revisión presupuestaria en profundidad para revertir esta tendencia”, ha indicado.