VALÈNCIA. Solo Duro Felguera (-7,78%) y Sniace (-6,31%) se comportaron ayer peor que Codere (-4,58%) entre el centenar de valores que dan vida al Mercado Continuo. Y es que la única cotizada del sector del juego en España no levanta cabeza desde se anunciara que Alberto Garzón iba a ser el nuevo ministro del juego -dependiente del Ministerio de Consumo-, el pasado domingo 5 de enero. Ocho días después era nombrado.
O mejor dicho: Codere (CDRE) no levanta cabeza en el parqué desde la 'irreal' sesión vivida al día siguiente donde las 'coderes' -como se les conoce en la jerga bursátil- se dispararon un 12,50%, la mayor subida desde noviembre de 2018. Y, para más iniri, con un espectacular volumen de contratación de casi 120.000 títuos, cuando su media diaria anual no llega ni a los 22.000 títulos, según los datos de Infobolsa. Ayer, por ejemplo, se intercambiaron de manos 12.719 acciones.
El mercado no tuvo en cuenta aquel día (6 de enero) que en el programa electoral de Unidas Podemos se planteaban cerrar en dos años el 90% de las casas de apuestas para frenar la ludopatía, tal y como están dispuesto a hacer según han ido advirtiendo por activa y por pasiva. Especulación pura y dura sin más, tal y como contó entonces Valencia Plaza. Así se explica que desde aquella jornada bursátil, la cotizada presidida por Norman Sorensen haya caído en bolsa un 14% tras cerrar ayer en los 2,71 euros.
Pese a todo Codere, que no tiene posición bajista alguna declarada por encima del 0,49%, se revaloriza todavía en lo que va de ejercicio bursátil un 4,23% tras haber llegado a dispararse un 21,15% con el cierre de la surrealista sesión del pasado día de Reyes. Pero eso sí, conviene recordar que a lo largo de 2019 se dejó en el parqué una quinta parte de su capitalización, que actualmente es de poco más de 321 millones de euros.
Hablar de CDRE es hacerlo de una cotizada que ha atravesado por serias dificultades en los últimos tiempos como han sido los problemas en América Latina -tuvo que recurrir a líneas de crédito para aumentar su liquidez en México y Uruguay-; por no hablar de las disputas con los fundadores de CDRE -la familia Sampedro-, que acabaron fuera del consejo el verano pasado; o, por citar otra circunstancia -y grave-, el agujero contable detectado en las cuentas el pasado verano.
A la espera de conocer sus resultados completos del pasado ejercicio, conviene recordar que en los primeros nueve meses de 2019 redujo sus pérdidas un 5,5% hasta los 54,6 millones de euros. Lo hizo tras la aplicación de la nueva normativa contable, que incrementa los gastos financieros y el impuesto a las ganancias corporativas. Antes de la aplicación de la NIC 29 y la NIIF 16, las pérdidas de la de la compañía habrían sido de 24,3 millones de euros.
La cotizada del juego informó en la presentación de sus últimos resultados -14 de noviembre de 2019-, que el 7 de octubre sus sistemas de control interno habían detectado "ciertas inconsistencias contables" en algunas de sus operaciones latinoamericanas, correspondientes al primer semestre de 2019. El consejo de administración de Codere nombró a las firmas independientes Álvarez y Marsal y Kroy Abogados para la realización de una investigación forense sobre estos hechos.
Los hallazgos de dicho informe, según explicó CDRE, confirman el impacto anticipado por la compañía, al cifrarlo en 16,5 millones de euros sobre el Ebitda ajustado de dicho periodo, de los cuales 14,5 millones de euros corresponden a las cuentas de México, 1,3 millones a las de Colombia y 0,4 millones las de Panamá.
Codere confirmó que esas "inconsistencias' se habían limitado al ejercicio 2019 y a las geografías señaladas. Asimismo manifestó que ya estaban revisando su estructura organizativa e implementando las medidas necesarias para fortalecer sus procedimientos de control interno, evitar que una situación así pueda volver a producirse y mitigar a la mayor prontitud este impacto.