ALICANTE. Ciudadanos marca su terreno en la crisis de gobernabilidad desatada en el Ayuntamiento de Alicante tras las imputaciones del alcalde y la ruptura del tripartito e insiste en que no va a solucionar el problema generado por otras fuerzas políticas. Fuentes de su dirección consultadas por Alicante Plaza resumieron su planteamiento en una frase que, a grandes rasgos, ya viene esgrimiendo su portavoz municipal, Yaneth Giraldo: "Quienes han creado esta situación, son los que tienen que solucionarla; que no nos condicionen a nosotros cuando son ellos quienes tienen que buscarle una salida; que se pronuncien y que digan qué piensan hacer y entonces ya nos posicionaremos".
Por lo pronto, el partido de Albert Rivera sólo contempla dos posibles escenarios que dependen, precisamente, de las decisiones de otras formaciones. El primero (también adelantado por Giraldo) es el registro de una moción de censura que podría liderar el PP. Si llegase a presentarse, Cs meditaría darle su apoyo. El problema es que el presidente provincial del PP, José Císcar, ya reconoció este miércoles que no se contaba con los 15 votos necesarios: los populares disponen de 8 ediles y Cs, 5. Si se tiene en cuenta que los votos de los dos ediles no adscritos, Fernando Sepulcre y Nerea Belmonte, no son válidos (como se establece en la Ley de Régimen Electoral para evitar los efectos del transfuguismo) la conclusión es evidente: se requiere el respaldo de Guanyar o de Compromís para forzar el relevo del socialista Gabriel Echávarri por un representante del PP. Y se da por descartado que esa situación vaya a darse. Los exsocios del PSOE no van a permitir que la Alcaldía regrese al partido que apartaron del poder tras las municipales de 2015.
El segundo escenario es igualmente complejo. Requiere un supuesto que todavía no se ha dado y que nadie garantiza que se vaya a producir, al menos si no existe un auto de apertura de juicio oral firme contra el primer edil: la renuncia del propio Echávarri. Cs sí coincide con todas las fuerzas políticas representadas en el Ayuntamiento (salvo el PSOE) en que lo razonable y exigible es que el primer edil dimita cuanto antes tras su implicación en dos investigaciones distintas: el supuesto fraccionamiento de contratos del llamado caso Comercio y el despido presuntamente irregular de una trabajadora interina, familiar del portavoz municipal del PP, Luis Barcala. De hecho, Giraldo se encargó de volver a reclamar la salida del primer edil en el pleno extraordinario de este jueves.
Si se diese ese paso, que de momento sólo depende del PSOE, Cs estaría dispuesto a sentarse a negociar. Pero pondría condiciones. Según las fuentes consultadas, no apoyaría un gobierno en el que participase una formación nacionalista como Compromís (menos todavía en un momento como el actual, tras la crisis de Cataluña). Y tampoco a una posible nueva alianza en la que figurase Guanyar, al menos no con sus dirigentes actuales. En principio, esta última vía no parece probable. Al menos por la posición del PSOE. El propio Echávarri y su número 2, Eva Montesinos, volvieron a descartar este jueves esa hipótesis, aunque Guanyar consideró que se trata de una posición de cara a la galería que no tiene credibilidad: "También niegan que Echávarri vaya a dimitir y al final dimitirá", apuntaron fuentes de la formación que lidera EU. Es más, su portavoz municipal, Miguel Ángel Pavón, insistió en señalar, en declaraciones a Radio Alicante, que se están manteniendo contactos a nivel autonómico para promover su relevo.
¿Qué opciones quedarían entonces sin la participación de Compromís y Guanyar? Sólo una: un posible bloque PSOE-Cs (11 votos en total) en el que se contase con el respaldo externo de Guanyar o de Compromís para la investidura de un nuevo alcalde. El PP, en principio, quedaría al margen de la operación, ya que una posible suma con los socialistas se da por descartada.
Sea como fuere, según las mismas fuentes, todo sigue en manos del resto de fuerzas. "Tienen que decidir qué es lo que quieren hacer", remarcaron. Y esa es la respuesta que se estaría dando en los contactos informales que ya se vienen produciendo por parte del PSPV y de Compromís. Por parte del PP, siempre según las mismas fuentes, hasta ahora no ha habido ningún acercamiento más allá de la comparecencia pública ofrecida el miércoles por Císcar y Barcala.
Por lo pronto, en las últimas 24 horas, el grupo municipal de Cs sólo ha trasladado una petición oficial al gobierno que ahora dirige en solitario el PSOE: que -como se prevé en el Reglamento Orgánico del Pleno- se les proporcione un despacho propio en dependencias del Ayuntamiento, en las mismas condiciones de las que disponen otros grupos políticos de la oposición con menos representantes, en referencia a Compromís.