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Cinco aspectos para tener en cuenta antes de invertir en criptomonedas

EFPA España, Asociación Europea de Asesores Financieros, recomienda tener mucha cautela a la hora de invertir en las criptodivisas a través de cinco consejos

11/02/2021 - 

VALÈNCIA. La llegada de la digitalización y el cambio de mentalidad que está experimentando la sociedad, acelerado en muchos aspectos por la irrupción de la crisis de la covid-19, provoca que los inversores y clientes particulares busquen nuevas opciones para diversificar sus inversiones en busca de una mayor rentabilidad y ganancias en el largo plazo, en un contexto donde además el entorno de tipos bajos dificulta la obtención de rentabilidad sin la asunción de riesgos. En este escenario, las criptomonedas se configuran como una posibilidad de diversificación cada vez más demandada por los ahorradores e inversores.

El departamento de Educación Financiera de EFPA España ha elaborado un documento que recoge algunas claves y trata de resolver algunas preguntas antes de lanzarse a la aventura de invertir en este tipo de activos.  

1) Informarse primero y conocer las necesidades de inversión

Hacerse con criptodivisas es una idea tentadora para muchos ahorradores particulares, pero para ello hay que pensar qué se pretende con ello y conocer cuáles son las necesidades (ahorro, ampliar la cartera, diversificar...). El mercado de las criptomonedas puede tener un gran potencial de crecimiento, pero hay que saber que se trata de un producto inestable y volátil difícil de controlar, por lo que conviene dedicar solo una cantidad de inversión que no se vaya a necesitar en el corto plazo, para minimizar riesgos, e incluso estar dispuesto a perder dicha inversión en su totalidad.

En 2018, el Bitcoin registró una caída superior al 80% desde sus máximos, hasta los 3.000 dólares aproximadamente, en 2019 su valor se volvió a estabilizar en torno a los 8.000 dólares y, el año pasado, con la crisis del coronavirus, se convirtió en un aliado para inversores, cerrando el año en una cotización cercana a los 23.000 dólares. Lo aconsejable primero es leer y produndizar sobre el funcionamiento de esta moneda digital, a través de fuentes fiables, y contrastar la información con la ayuda de un asesor financiero cualificado. 

2) Tener en cuenta que existen numerosas monedas virtuales, más allá del Bitcoin

Existen una gran cantidad de monedas virtuales, más allá del Bitcoin, en función de sus características, entre las que destacan el Ethereum, Ripple, Monero, Stellar o Litecoin, entre otras muchas. Cada una tiene unas características que hay que tener en cuenta a la hora de elegir la más apropiada, según nuestras necesidades y perfil inversor, como la cantidad en circulación, si existe o no oferta máxima, la tecnología que hay detrás de cada una o el problema que intenta solucionar.

"El Bitcoin es la moneda más conocida, pero con una reducida velocidad de transacción, motivada por un conjunto de mecanismos de verificación que le otorgan en cambio una gran seguridad. El Ether, por su parte, es la criptomoneda de la plataforma Ethereum con la que se desarrollan los contratos inteligentes y las llamadas aplicaciones descentralizadas (dApps)”, advierte Eloi Noya, director del programa de Innovación Tecnológica en EFPA España. Las finanzas descentralizadas o DeFi se construyen sobre la plataforma Ethereum, dando a su moneda una importancia creciente. Por lo que respecta a Ripple, es un sistema de pago que asegura una inmediata rapidez de transmisión y uso por parte de los mismos bancos tradicionales.

3) Asegurarse de adquirirlas en plataformas seguras y fiables

La facilidad con la que cualquier usuario puede hacerse con estas monedas virtuales cada vez es más clara y visible. La compra directa de una criptomoneda se puede hacer a través de plataformas llamadas exchanges o casas de cambio, que permiten que la compra sea sencilla, con una alta seguridad y operar según las necesidades de cada inversor.

4) Hacerse con una cryptowallet

Una vez invertido en criptomonedas, se necesita un lugar donde poder almacenarlas, las denominadas wallet o cryptowallet. Se trata de una cartera o software donde almacenar los activos adquiridos, encontrar información constante sobre la inversión y realizar cualquier operación de forma inmediata a través de una public key o llave pública, la cual puede ser un código QR, alfanumérico o link.

No obstante, aunque es una tarea fácil, hay que saber antes dónde y cómo se van a tener. La mayor parte de inversores utiliza medios online de fácil acceso para consultar sus movimientos en cualquier momento, por ejemplo las apps móviles o el propio ordenador personal. De todas maneras, la manera más segura de almacenar las criptomonedas es mediante una cartera fría o cold wallet, que es un dispositivo parecido a un USB que guarda las criptomonedas y que puede evitar que el hackeo del ordenador nos provoque su pérdida.

5) Antes de tomar cualquier inversión, consulta con tu asesor financiero 

Si se está introduciendo en el mundo de la inversión en criptomonedas, es probable cometer algún error a la hora de realizar cualquier movimiento, de ahí que resulte fundamental contar con la ayuda de un asesor financiero que evite dar ningún paso en falso y ayude a contar con toda la información, en función del perfil de riesgo, horizonte temporal y necesidades, a la hora de tomar cualquier decisión de inversión. Si lo que de verdad se pretende con la compra de criptodivisas es convertirlas en una fuente esencial de ganancias, hay que tener en cuenta seriamente los riesgos a los que uno se expone.

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