MADRID (EFE). La dirección y los sindicatos de CaixaBank volverán a reunirse este jueves a partir de las 12.00 horas para encarar la recta final de la negociación sobre el ERE, que afecta a un total de 6.452 personas, 1.839 menos que las previstas inicialmente. En los dos últimos días, y tras unas jornadas de negociaciones maratonianas, las dos partes han acercado posiciones, si bien aún quedan flecos por cerrar.
Salvado el escollo de que las salidas sean voluntarias, y no forzosas, los sindicatos tratan de elevar las indemnizaciones previstas para los adheridos al ERE y también de acotar al máximo la movilidad geográfica de los trabajadores. Los sindicatos también presionan al banco para que no haya cupos máximos de adheridos al ERE entre trabajadores de 52 o más años.
En un comunicado, CaixaBank ha precisado que por el momento acepta dar salida a un máximo de 750 empleados de entre 52 y 53 años y a un total de 1.750 trabajadores de 54 y 55 años. En cuanto a la movilidad geográfica, la última propuesta de la empresa plantea limitarla a un máximo de 75 kilómetros cuando esta sea necesaria para el plan de reestructuración de la entidad y como medida para mantener el empleo.
"Fuera de estas circunstancias, la dirección propone situar la movilidad geográfica, cuando sea necesario aplicarla por motivos organizativos, en 40 kilómetros (frente a los 25 km actuales)", puntualiza CaixaBank. La última propuesta de CaixaBank a los sindicatos rebajaba las extinciones de contrato a 6.452 y retiraba los ceses forzosos, una condición exigida por los sindicatos.
La reducción se debe en buena parte a la posibilidad de recolocar empleados en empresas filiales del Grupo CaixaBank, cifra que se eleva a unas 708 personas. Por otra parte, el banco ofrece a los nuevos empleados que se incorporen a la entidad una aportación al plan de pensiones de la empresa del 7,5 % del salario pensionable de forma progresiva, partiendo de un 6 %.