Bye bye a la financiación en 2018: la crisis política nacional aleja de nuevo la reforma

29/05/2018 - 

VALÈNCIA. La condena al PP por el caso Gürtel ha precipitado una crisis política nacional que apunta a desencadenar diversos daños colaterales que pueden afectar a cuestiones fundamentales para la Comunitat Valenciana. Así, el líder socialista, Pedro Sánchez, ha dado un paso adelante con la presentación de una moción de censura contra Mariano Rajoy que se debatirá a finales de esta misma semana. Ahora bien, el reparto de números en el Congreso indican que el secretario general del PSOE tendrá difícil convertirse en presidente y, en el caso de lograrlo, será un cargo temporal hasta la convocatoria de unas nuevas elecciones generales.

En este sentido, cabe recordar que son esenciales los votos de Ciudadanos para sacar adelante la iniciativa del PSOE, salvo que Sánchez reciba el apoyo de fuerzas independentistas. La formación que lidera Albert Rivera solo admitiría una moción en la que existiera un candidato alternativo y con el compromiso de una convocatoria inmediata de los comicios, entre otras condiciones. 

Con estas premisas, deberán producirse acercamientos en las próximas horas para la moción prospere. En la otra orilla, si se produce un enroque de las distintas posiciones, la maniobra fracasaría y el popular Mariano Rajoy podría continuar como presidente del Gobierno aunque en una situación de debilidad manifiesta.

Un abanico de escenarios que en ningún caso parecen beneficiar a corto plazo a la principal reivindicación del Gobierno valenciano: la reforma del sistema de financiación autonómica. Así, el propio Rajoy se comprometió a principios de 2017 a abordar el cambio de un modelo que, según los distintos informes tanto del Consell como del ministerio, perjudica a la Comunitat. Año y medio después, todavía no se producido la citada reforma.

El Gobierno de Rajoy utilizó en su día como excusa la situación en Cataluña para ralentizar el calendario de la citada reforma y, solo ahora, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, parecía dar algunos pasos con una inminente convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) -si bien Rajoy la prometió para mayo y no se ha producido- y el envío de una primera posición del Ejecutivo central sobre el nuevo modelo. Más allá del escepticismo que pudieran causar en el Consell de Puig estos aparentes avances del Gobierno central, todo indica que con los últimos acontecimientos el proceso camina a un nuevo bloqueo temporal. De hecho, la propia líder del PPCV, Isabel Bonig, acusó a Sánchez de enviar un "torpedo" a la reforma al considerar que la moción de censura perjudica la citada remodelación.

La realidad es que las combinaciones no parecen muy beneficiosas. En el caso de que triunfara la moción de censura impulsada por Sánchez gracias al apoyo de Ciudadanos, las condiciones que vienen planteándose dirigirían al país a unas elecciones generales que deberían celebrarse como tarde en otoño. En cualquier caso, la situación de interinidad del presidente socialista impediría una reforma del sistema de financiación y también parece complicado que pudiera acometerlo si, en vez de Ciudadanos, entrara en La Moncloa gracias a los partidos independentistas. En ambas posiciones, se antoja inverosímil que se abordara esta reforma sin antes pasar por las urnas.

El conseller de Hacienda, Vicent Soler, junto a Sáenz de Santamaría y Montoro en un CPFF. Foto: VP

Por otro lado, en el caso de que la moción de Sánchez no prosperara por el rechazo de Ciudadanos y de otras fuerzas políticas, Rajoy continuaría al frente del Gobierno de España aunque en una situación especialmente delicada, dado que el partido que lidera Rivera ya le ha solicitado también que convoque elecciones generales para otoño. Así, y aunque el líder del PP quisiera realmente avanzar en la reforma del sistema de financiación en este momento de gran debilidad, se encontraría con unas fuerzas de oposición muy reacias a negociar. 

En este sentido, cabe recordar que Rajoy ha insistido -algo que también ha utilizado como pretexto- en la necesidad de alcanzar un acuerdo con el PSOE para abordar la reforma, si bien no ha llegado a presentar en este año y medio su propuesta formal de financiación autonómica. Un intento de enviar la pelota al tejado de los socialistas que, tras la crisis abierta a día de hoy, parece muy difícil de reconducir.

Es decir, si Sánchez presenta una moción de censura contra Rajoy que se debatirá esta semana, resulta complicado imaginar que los socialistas puedan sentarse a negociar dentro de unos días la reforma del sistema de financiación. Con estos mimbres, que el líder del PP se lanzara a abrir ese melón en solitario tras este bache resulta difícil de imaginar, más aún cuando su socio para la investidura y los Presupuestos, Ciudadanos, ya le ha reclamado que convoque elecciones generales cuanto antes.


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