BRUSELAS. La Comisión Europea estudiará si la fusión entre Bankia y Caixabank anunciada por el Gobierno español puede distorsionar el mercado de la competencia en el sector financiero, y afectar negativamente a los ciudadanos y pequeñas empresas. Los tres eurodiputados catalanes en el exilio, Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsati, han presentado una pregunta por escrito al gobierno de la Unión Europea alegando la altísima concentración del sistema bancario español y la barrera que esto puede suponer también para los bancos extranjeros. Bruselas es muy estricta en evitar cualquier movimiento empresarial y gubernamental contrario a las reglas de la competencia.
La sede de Caixabank, que en estos momentos se encuentra en Valencia, o del banco resultante de esta fusión, estarían en el punto de mira de esta pregunta de los parlamentarios a la Comisión, ya que implicaría la pérdida total de control por parte de las instituciones catalanas de su sistema financiero. Caixabank, resultado de la adquisición por parte de La Caixa del Banco de Valencia por un euro en 2012, es la joya de la corona del sistema financiero catalán.
En el caso de Bankia y Caixabank, los tres eurodiputados explican a la Comisión que su fusión supondría “la creación del banco más grande de España”, como se ha publicado en la prensa en los últimos días. En su escrito, añaden que ambos bancos aparecen en la lista del IBEX-35 como dos de los bancos más importantes del sistema financiero español. Además, en el caso de Bankia, se encuentra bajo control del gobierno español desde 2012 y éste controla un 7% de sus acciones. En cuanto a Caixabank, sus acciones en el mercado han subido un 15%.
Por último señalan, el sistema bancario español, explican a la Comisión, está altamente concentrado. en un 73,17% desde 2017. Todas estas circunstancias supondrían barreras infranqueables para la entrada de entidades financieras extranjeras n el mercado español, relegando su presencia a una participación irrelevante.
También añaden en su escrito, previo a la pregunta, que la anunciada fusión se realizará después de años de interferencias del gobierno español en el mercado. Y ponen como ejemplo el Real Decreto 15/2017, por el que se invitaba a las instituciones financieras con sede en Cataluña a trasladar su domicilio social fuera de territorio catalán.
Ésta sería la cuestión principal que ha venido discutiendo la Generalitat catalana desde el anuncio de la fusión, ya que la reivindicación ella vuelta de Caixabank a Barcelona sería imposible. Desde 2017, la sede de Caixabank, que compró el quebrado Banco de Valencia tras la crisis financiera, se trasladó a Valencia, precisamente con el Decreto posterior a los actos de desconexión del Procès catalán y la Declaración Unilateral de Independencia.
Por tanto, respecto a la preguntada trasladada por escrito a la Comisión Europea, los eurodiputados Puigdemont, Comín y Ponsati plantean en primer lugar si, teniendo en cuenta la regulación de las fusiones, la Comisión ha evaluado la fusión de Bankia y Caixabank, y las consecuencias que tendrá en el mercado financiero.
En segundo lugar, preguntan sobre cómo afectará y cuáles serán las expectativas en términos de crédito al consumo y la financiación a las familias, y las pequeñas y medianas empresas (Pymes’s), tanto a nivel regional como nacional. Y, por último, preguntan a la Comisión si ha estudios el riesgo sistémico que esta fusión podría suponer para el sistema bancario español, considerando la escasa participación en el mercado accionaria por parte de bancos no españoles.
Durante el fin de semana del 12 al 14 de noviembre, los clientes de Bankia no podrán usar Bizum