Las víctimas de violencia están en los pasillos de los juzgados porque les han cerrado la sala que tenían
VALÈNCIA. La consellera de Justicia, Gabriela Bravo, planteó en la reunión sectorial de Justicia celebrada en Madrid este jueves la necesidad de más juzgados especializados en violencia de género, algo que hace un año no solo negaba, sino que se rechazó como propuesta para incluir en el Plan Valenciano Contra la Violencia de Género. "Es imprescindible el incremento del número de juzgados exclusivos con competencias en violencia sobre la mujer", decía la consellera. Sin embargo, en una carta que envió a la Vicepresidencia de la Generalitat el año pasado y a la que ha tenido acceso Alicante Plaza, Gabriela Bravo decía que la demanda de más juzgados "no es compartida ni por el equipo directivo de la Dirección General de Justicia ni por mí misma".
La carta la envió Bravo después de que el secretario autonómico de Justicia, Ferrán Puchades, propusiera como punto a incluir al Plan Valenciano instar al Ministerio de Justicia para la creación de juzgados exclusivos de violencia que llegaran a todo el territorio y garantizaran una atención especializada. Pero Bravo no quería más juzgados especializados y, en su misiva, dice que "dicha adenda recoge en exclusiva la opinión personal" de Puchades.
Su opinión como consellera, y que obviamente impuso pues no se incluyó la necesidad de solicitar más juzgados dentro del plan, era "que es prioritario reclamar al Consejo General del Poder Judicial una reordenación de la competencia territorial de los actuales juzgados exclusivos de violencia de género que asegure la extensión de su jurisdicción a todo el territorio de la Comunitat Valenciana y queden así, bajo cobertura de órganos judiciales especializados, todas las víctimas".
Y apostillaba que "la reclamación de más juzgados de violencia de género, en cambio, supone una distorsión que puede afectar a la consecución de dicho objetivo, así como a otras políticas defendidas por esta Conselleria".
Otro asunto relacionado con las víctimas de violencia de género, que depende directamente de Gabriela Bravo, y que preocupa mucho a los expertos es que, en València, les han quitado la sala en la que las mujeres esperaban a ser atendidas por el juzgado. Así, ahora, las víctimas están obligadas a esperar en el pasillo junto a su agresor, con todo lo que ello supone para ellas.
Todo ello se debe a que, con la creación del cuarto juzgado de lo Mercantil, se ha reorganizado la posición de los juzgados de violencia y ese espacio, que antes utilizaban las víctimas mientras esperaban, se ha quedado como juzgado de Violencia de Género.
Por tanto, mientras la consellera cambia de criterio con la demanda de juzgados, las mujeres víctimas de violencia machista llevan un mes sin un sitio en el que poder esperar sin tener que ver a su agresor o a la familia de éste mientras tanto.