Mariano Rajoy e Isabel Bonig saludan al plenario. Foto: EVA MÁÑEZVALÈNCIA. El XIV Congreso Regional del PPCV arrojó diversas conclusiones que deberán ser tenidas en cuenta a la hora de analizar la hoja de ruta de la formación popular en la Comunitat Valenciana. La principal es que la reelegida líder autonómica, Isabel Bonig, ha salido del cónclave ungida por Mariano Rajoy no solo como presidenta sino también como futura candidata para 2019. Una cuestión nada baladí para reforzar la autoridad de la dirigente y permitirle elaborar planes a cierto largo plazo.
Así, la clásica vehemencia de Bonig, quien pidió al presidente del Gobierno "justicia" para los valencianos y "financiación, agua e inversiones" solo obtuvo como respuesta -aunque ya podría decirse que es más de lo habitual- por parte del líder nacional su compromiso a concluir los tramos esenciales del Corredor Mediterráneo correspondientes a la Comunitat Valenciana antes de que concluya la legislatura en 2020.
Al margen de esas concesiones públicas -cuya realidad siempre es difícil de cuantificar y concretar en millones contantes y sonantes-, Rajoy destacó que la presidenta del PPCV ha trabajado "muy bien" y "en momentos de enorme dificultad". "Para momentos fáciles vale cualquiera pero para los difíciles no", destacó entre aplausos del plenario. En este sentido, sí podría decirse que Bonig se graduó ante Rajoy y la propia María Dolores de Cospedal, quien estuvo presente el sábado en el cónclave.
Un respaldo del 94,5% de los votos, un proceso -aunque con sus sombras de participación- de primarias abierto a la militancia y una capacidad para transmitir esa defensa del ideario de centro-derecha sin complejos parecen haber terminado de convencer a Génova de que Bonig merece una oportunidad en 2019.
Sin duda, el cónclave autonómico del PPCV ha tenido su particular 'cara B' en la provincia de Valencia, donde se produce una dura guerra de nervios entre la portavoz en la Diputación, Mari Carmen Contelles, y el presidente provincial, Vicente Betoret. La primera todavía no ha confirmado -todo apunta a ello- si se presentará para ocupar el puesto del segundo, pero flota en el ambiente que esta semana podrían producirse movimientos decisivos en este aspecto.
Así, diversas fuentes populares aseguran que afines a Betoret, quien mantiene buena relación con dirigentes como el senador Pedro Agramunt -que se quedó fuera de la Ejecutiva- o el diputado nacional Juanvi Pérez, han ido manteniendo durante el cónclave conversaciones con distintos dirigentes locales para tratar de amarrar apoyos en caso de que se produzca el duelo provincial.
Por otro lado, desde la orilla de Contelles se percibe un respaldo emanado de la órbita de la propia Bonig, quien para algunos podría animar en la sombra la candidatura de la portavoz de la Diputación. En cualquier caso, la incógnita parece que se disipará más pronto que tarde.
El cónclave popular también sirvió para cerrar la herida abierta en el partido por el fallecimiento de la ex alcaldesa de Valencia e histórica dirigente Rita Barberá. Su mención especial en el preámbulo de la ponencia política y las reiteradas palabras de cariño la convirtieron en la más aclamada de la cita. Así, Esteban González Pons, María Dolores de Cospedal, Mariano Rajoy y la propia Isabel Bonig, pese el distanciamiento que sufrieron en la última etapa, recordaron a Barberá, algo que el plenario correspondió con prolongados aplausos en todas las ocasiones.
En este sentido, otro de los que recibió más de una ovación cerrada por verse mencionado fue el expresidente Alberto Fabra, quien en su día no consiguió la unidad en el partido pero al que se le valoró en el cónclave por haber acometido un inicio de reforma en el PPCV sobre todo en lo referido a la firmeza contra la corrupción.
Casado promete reformar la financiación, pero defiende un sistema que perjudica a la Comunitat; Bonig, elogiada, no disimula su disgusto; el accidente de metro, ausente en el cónclave
