Casado promete reformar la financiación, pero defiende un sistema que perjudica a la Comunitat; Bonig, elogiada, no disimula su disgusto; el accidente de metro, ausente en el cónclave
VALÈNCIA. Poco lugar hubo para la sorpresa en el congreso que el PPCV celebró este sábado en el Palau de Les Arts. Aunque sí para los gestos e interpretaciones. Carlos Mazón, como era previsible, fue proclamado nuevo líder del partido. Lo hizo en una cita exprés, sin fisuras, con el 99,6% de los votos de los compromisarios que participaron –alrededor de mil–, arropado por Génova y con un discurso en clave social con el que intenta confrontar al del Botànic.
Atrás quedan los cónclaves populares de dos e, incluso, tres días. También los de enfrentamientos históricos entre los sectores de Eduardo Zaplana y Francisco Camps. En una mañana, el asunto del nuevo liderazgo se finiquitó con Mazón metiendo prisa para cumplir con los tiempos y sin lugar para cualquier amago de contestación interna.
Las presencias, ausencias, reconocimientos y el sentido de los discursos fue, pues, lo que más interés despertó. El ya presidente del PPCV releva en el cargo a Isabel Bonig, quien ha permanecido en él durante seis años. El pasado mayo dio un paso al lado cuando Génova señaló a Mazón como su favorito para coger las riendas del partido y, desde entonces, se ha mantenido en un total segundo plano sin apariciones públicas ni intención de volver a la primera línea política. Ayer estuvo presente en el congreso, aunque sólo hacia el final, sin pronunciar discurso.
Antes y después de su llegada recibió elogios de los diferentes intervinientes por haber dirigido la formación en su peor momento, con la pérdida de todo el poder institucional, acorralada por casos de corrupción y marcada por la muerte de Rita Barberá. "Querida Isabel, muchas gracias por todo. La fuerza con la que entro aquí es la fuerza que heredo. El partido ha tenido a la mejor defensora durante su peor etapa. Tu gestión es la que nos ha traído hasta aquí. Esta gente te quiere mucho y te seguiremos queriendo siempre", afirmó Mazón mientras el auditorio se ponía en pie para aplaudirla.
Mención tuvo también por parte del presidente del PP, Pablo Casado, quien la definió como "una gran española, de principios y una mujer valiente". Bonig, cuyo rostro nunca ha sabido esconder sus pensamientos, mezclaba la emoción con otros sentimientos seguramente más encontrados después de verse apartada por la dirección nacional que preside la persona que le dedicaba esas palabras. Ningún discurso hizo falta para verlo.
Los asistentes que acudieron a la cita para respaldar a Mazón fueron numerosos. Comentada fue la presencia del que fuera hasta hace poco portavoz de Ciudadanos en Les Corts Valencianes, Toni Cantó, recientemente nombrado por Isabel Díaz Ayuso director de la Oficina del Español de la Comunidad de Madrid. No sólo por estar, sino porque Casado se refirió a él. "Gracias Toni por estar aquí, por trabajar por el constitucionalismo, por defender ese centro derecha amplio", le dijo, en lo que vuelve a desatar las especulaciones sobre si su futuro, más adelante, pasa por volver a València en alguna lista.
Otros de los cargos destacados fueron el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida; el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras; el alcalde de Zaragoza y portavoz del PP en la Federación Española de Municipios y Provincias, Jorge Azcón; la presidenta del PP de Baleares, Marga Prohens; la vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor; los eurodiputados Esteban González Pons y José Manuel García-Margallo; vicesecretarios nacionales del partido como Antonio González Terol o Ana Beltrán; diputados y senadores; el presidente de la patronal empresarial valenciana, Salvador Navarro; el presidente de las cámaras de comercio, José Vicente Morata; representantes de los sindicatos CSIF y UGT; o el presidente de Lo Rat Penat, Enric Esteve, entre otros.
No asistieron el alcalde de Ayora, José Vicente Anaya, ni el expresidente de la Generalitat Francisco Camps. El primero se presentó contra Mazón auspiciado por miembros del Foro 2020, al que pertenece el segundo, aunque obtuvo escasos apoyos en la votación.
El líder del PPCV inició su primer discurso acompañado de una Senyera en el estrado y con su apoyo a que la próxima edición de la America's Cup se celebre en València. Pero gran parte de su mensaje tuvo un componente social que, además, se traduce en novedades en la dirección: la creación de una vicesecretaría de ecología y otra de derechos civiles. Así, hizo hincapié en que "la brecha social se ha agrandado en los últimos años" en la Comunitat y en la importancia de un plan de choque contra las altas tasas de desempleo juvenil (un 42%).
"Me dirigiré prioritariamente a los 200.000 valencianos que están en riesgo de pobreza severa, ya que ni siquiera han accedido al Ingreso Mínimo Vital ni a la Renta Valenciana de Inclusión", indicó. Además, criticó que el Botànic ha "generado un concepto: las listas de espera de personas mayores" y que siguen sin solucionarse las listas de espera sanitarias. "No pienso seguir avanzando sin todos aquellos que lo están pasando tan mal. Me niego a avanzar a una marcha si el precio es que se quede atrás quien más lo necesita", manifestó.
El también presidente de la Diputación de Alicante defendió estas instituciones frente al cuestionamiento que hacen de ellas de los partidos de izquierdas y aseguró que la situación de las infraestructuras y carreteras serán "piedra angular y epicentro" de su trabajo a partir de ahora. "Es intolerable el retraso en el Corredor Mediterráneo, que no haya AVE autonómico y que los Cercanías sean una pena", señaló. Igualmente, dio su respaldo al modelo turístico de la Comunitat Valenciana porque "no hay alternativa" y a la ampliación del Puerto de València, a la vez que anticipó que se dejará "hasta la última gota de sudor para que no nos quiten el agua".
Entre sus promesas, la bajada del tramo autonómico del IRPF y la supresión del impuesto de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio. También la "lucha por la mejora de la financiación autonómica". "La financiación no es un juego de esgrima entre presidentes autonómicos, es algo muy serio. Con el PP se acabará para siempre con la situación de injusticia que vive la Comunitat Valenciana", apuntó.
La Generalitat es el lógico objetivo del líder del PPCV. "Se cumplen siete años de gobierno del tripartito nacionalista. El cambio en la Comunidad es irreversible. Acaban los tiempos de la división y del ninguneo", remarcó. Aprovechó, del mismo modo, para pedir a Ximo Puig que "deje de reunirse con sus compañeros socialistas" porque "cada vez que lo hace vamos a peor". "Quédate quieto ya", le espetó.
Mazón concluyó su discurso apelando a la apertura del partido, al "espacio de encuentro" que, a su juicio, constituye en el conjunto de la sociedad y a "los que van a volver" a él. "Si las ideas son buenas para la Comunitat Valenciana las apoyaremos vengan de donde vengan. No somos el fin, somos el instrumento", añadió.
Por su parte, Pablo Casado asumió gran parte de las reivindicaciones valencianas convirtiéndolas en promesas electorales si llega a ser presidente del Gobierno, pero con algunas afirmaciones lejos de ser acertadas. Aunque se comprometió explícitamente a reformar el sistema de financiación que penaliza a la Comunitat, lo hizo con el argumento de que "el de 2009 que hizo Zapatero a la carta de Artur Mas ya no sirve" y que el modelo del PP es de 2002, el cual "apoyaron los socialistas moderados" y se basa en el "factor de adaptación y renovación". Este último, sin embargo, se trata de un sistema que en realidad era perjudicial para la Comunitat Valenciana y Murcia.
Entre el listado de compromisos, Casado también garantizó que haya "agua para todos" por ser "un bien fundamental y escaso", que finalizará el Corredor Mediterráneo y que bajará los impuestos. Aseguró que suprimirá los de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones y que hará "todo lo posible para que se baje el IRPF un 4 % en la Comunitat, para que esté al nivel de Madrid, Andalucía y Murcia. Igualmente, aludió a la lucha por la "libertad lingüística" para que sean los ciudadanos quienes elijan la lengua en la que se escolariza a sus hijos o son atendidos en la Administración. "No sabemos cuándo van a ser las elecciones, pero no importa. Puede que aquí las autonómicas se vuelvan a adelantar como las últimas. Lo importante es saber que estamos preparados y que tenemos el equipo para ello", comentó.
El congreso del PPCV se celebró ayer en una fecha señalada, el 3 de julio, 15º aniversario del accidente de Metro de València. El acontecimiento no tuvo recuerdo alguno en el cónclave, mientras la polémica estuvo servida el redes sociales por un tuit del expresidente de la Generalitat Francisco Camps. "In Memoriam de las víctimas mortales del accidente del metro de FGV en la estación de Jesús, en el 15 aniversario Un recuerdo especial para sus familiares.Un recuerdo también para los que sufrieron el accidente y tuvieron secuelas de toda índole", publicó. La mayoría de reacciones fueron para recriminarle la gestión que hizo su Gobierno de la tragedia.