VALÈNCIA. Una vez superados los compromisos electorales y, por primera vez en mucho tiempo, el calendario parece en principio despejado para que tanto el PPCV como el resto de partidos puedan prepararse con cierta calma para procesos orgánicos.
Precisamente la formación que lidera Isabel Bonig (Castellón de la Plana, 1970), tiene alguna renovación pendiente. Sin ir más lejos, tanto la dirección provincial de Valencia como la de la capital, se encuentran bajo el mando de sendas gestoras desde hace años, por lo que sería el momento para acometer estos procesos. La propia líder así lo admite en la entrevista concedida a Alicante Plaza, además de comentar otras cuestiones orgánicas del PPCV.
-El PP tiene que enfrentarse al caso Taula, entre otros. ¿Teme revivir fantasmas del pasado?
-Ya tenemos un máster sobre esto. No ha sido fácil esta travesía pero no podemos hacer nada ni podemos controlar el calendario judicial. Ojalá fueran un poco más rápidos los procesos porque hay mucha gente buena que se podría recuperar para la vida política si se resolvieran las cuestiones a su favor. En cualquier caso, nosotros daremos la cara respetando como siempre las decisiones judiciales. Es cierto que las cosas están cambiando: nosotros no estamos en el poder, es el Botànic (PSOE, Compromís y Unides Podem), y además, las personas investigadas en nuestra caso ya no está en el partido.
-Alberto Fabra puso un listón muy exigente con las imputaciones judiciales que siempre se ha cuestionado internamente y que en otros partidos no existe, como se está viendo. ¿Cree que debería revisarse?
-Creo que debería haber un pacto entre todos los partidos políticos, dado que hay cosas que dependen de la gestión administrativa y se pueden explicar y otras cosas que son muy difícil de justificar. Es que al final nos hemos cargado la presunción de inocencia, especialmente la izquierda. Fijaos que estos días hemos conocido la sentencia de los ERE socialistas, con dos expresidentes de la Junta de Andalucía condenados. Eso es muy grave. Y yo he visto al señor Puig diciendo que eran personas honradas y honestas y, sin embargo, clamar en la tribuna contra los expresidentes del PP investigados. Esa doble vara de medir es la que deberíamos revisar entre todos, porque como han judicializado la vía administrativa es muy difícil gestionar y de eso se están dando cuenta ahora.
-¿Siente que le están moviendo la silla como presidenta del PP? Porque se oyen cosas...
-No siento eso, aunque algo se oye, sí. Alguien me dijo una vez: "¿Sabes cuál es el problema de la política? Primero, que todo el mundo se cree que puede ser presidente". Aquí todo el mundo se cree que puede serlo y, legítimamente, es así y todo el mundo quiere el puesto de presidente o el de secretario general. En esto lo más difícil es gestionar las ambiciones personales que, como digo, son legítimas. Yo sé cuál es el apoyo que tengo de la dirección nacional y cuál es el apoyo que tengo en la organización. Por eso estoy absolutamente tranquila. De mí podrán decir muchas cosas, pero desde luego no podrán decir que no me lo he ganado y que no he dado la cara. Si alguien se ve con expectativas, pues que se presente porque en el PP ya tenemos primarias, que para eso luché por ello.
-Entonces, ¿no percibe clima de batalla en el PPCV?
-Lo que me llega de Génova es que no. Pero insisto, yo siempre he defendido las primarias y siempre le he dicho a la gente que vote en libertad.
-Entonces, pase lo que pase, ¿usted se presentará a las primarias para repetir?
-Sí.
-Su partido tiene que afrontar procesos orgánicos en los próximos meses. Se habla de abordar el congreso provincial de Valencia y luego los locales. Otros opinan que debería abordarse un congreso extraordinario del PPCV antes que esos procesos. ¿Cuál cree que deber ser la hoja de ruta?
-Creo que es verdad que la situación de Valencia necesita una solución porque es una provincia fundamental y llevamos mucho tiempo con una estructura provisional. Una gestora en la provincia, pero también en la capital y en muchos municipios y comarcas donde no se ha podido renovar la estructura porque no ha habido congresos y mucha gente se ha marchado. Hay sitios donde se funciona bien y otros donde no. Lo que yo no veo es un motivo para adelantar aquí el congreso regional y hacer uno extraordinario. ¿Por qué aquí sí y no en Murcia o Canarias por ejemplo? No lo veo. En el caso de la provincia sí me parece más lógico y necesario pero esto es una decisión que se tomará con Génova.
-Se ha publicado que usted optaba por Elena Bastidas para el proceso provincial de Valencia. ¿Es cierto que sería su favorita?
-Hay mucha gente válida. A Elena la rescaté para la lista autonómica porque la considero una persona valiosísima, con un perfil muy bueno, que conoce la Administración y la política en todos sus niveles. Es una persona de acreditada solvencia en la gestión y que aporta mucho. Así que es una de las que está ahí, pero también tenemos otra gente muy buena.
-¿Eso es que le gusta más que Juan Ramón Adsuara para estar al frente de la provincia?
-A Elena Bastidas, como a María José Catalá, no la tengo que descubrir yo. Ha sido alcaldesa de Alzira con varias mayorías absolutas, ha sido presidenta de la Federación de Municipios y Provincias, ha sido diputada nacional, es valencianista..., y luego María José es muy buena también. Adsuara es una persona que gana por mayoría absoluta en su municipio, lo cual es importante, y está presidiendo la gestora. Él decidirá si se presenta o no, si quiere asumir ese riesgo, no lo sé, porque no es fácil ese desafío. En cualquier caso, hay que hacer una labor pueblo por pueblo, comarca por comarca, que a quien nos gusta el partido eso nos encanta pero hay otras personas a las que no les gusta tanto y no todo es salir en los medios y en las fotos.