ALICANTE. Casi 48 horas ha habido que esperar para conocer la postura de la comisión deportiva del Hércules respecto al cambio de entrenador.
La traumática decisión que una semana antes se descartaba abiertamente por la citada comisión con Juan Carlos Ramírez al frente, se llevaba a efecto el pasado domingo cuando se decidió prescindir de los servicios de Luis García Tevenet y encomendar la dirección técnica de la primera plantilla a Carlos Luque, entrenador del filial. Si ya fue Carlos Parodi y no el socio de Enrique Ortiz quien tuvo que dar la cara el domingo, este martes era Dani Barroso quien valoraba el giro de timón en "ese barco" en el que solo seis días antes Ramírez sostenía que estaban "todos", empezando por el entrenador sevillano.
El técnico insistía en que "hay tiempo" para que el equipo termine la liga regular entre los cuatro primeros si bien reconocía también que "está complicado". Respecto a Carlos Luque, se esforzaba en presentarlo no como una mera solución de emergencia sino como la más apropiada para el momento que se encuentra el equipo; incidía en su buen trabajo como segundo de Vicente Mir el curso pasado y su cuota de responsabilidad en que el Hércules lograse disputar el 'play-off', además de su profundo conocimiento del vestuario.
Dani Barroso dejaba entrever que el propio Tevenet había tirado la toalla el domingo tras el decepcionante empate del equipo ante L'Hospitalet porque "el trabajo era bueno pero los resultados no lo refrendaban". Al tiempo, hacía autocrítica repartiendo la responsabilidad de la situación del equipo entre los diferentes estamentos del club, incluida la comisión deportiva y los jugadores: "No hemos estado a la altura".
Foto: Carla Cortés
