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DISEÑO PARA EL PENSAMIENTO

Así podría entrar el diseño en los contenidos del nuevo Canal 9

¿Tendría cabida una programación sobre diseño en la nueva televisión pública valenciana?

6/02/2017 - 

VALENCIA. En pleno proceso de elección del que será director general de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació, y a falta de saber cuál será el nombre y el logo de “la nueva Canal 9”, aquí va una interesada propuesta para incluir contenidos culturales sobre diseño en su nueva programación.

En la parrilla que deberá conformar el nuevo ente, esta temática podría jugar un pequeño rol ya no sólo desde sus obvias aplicaciones televisivas (identidad corporativa, cabeceras, cortinillas, platós, decorados…) sino como ingrediente para incorporar difusión y entretenimiento a través del diseño.

Aprovechando además la popularidad de algunos trabajos gráficos de comunicación institucional con esto del cambio de rumbo de Generalitat Valenciana y Ajuntament de València en la contratación de profesionales, así como del variopinto perfil de los mismos, quienes son en esencia comunicadores, se allanaría el anhelado camino de normalizar la relación entre el diseño y la ciudadanía (que son los usuarios del diseño).

Sin ir más lejos, este viernes Netflix estrenará en España la primera temporada de una serie documental norteamericana sobre diseño llamada Abstract: el arte del diseño, con unos cuantos diseñadores de renombre en una cuidada producción en principio no sólo apta para profesionales del sector, aunque la sombra del elitismo y la confusión incluyendo el término “arte” en su título nos pone en alerta sobre su enfoque. Veremos. Y es que lo de normalizar el diseño, así como hacer didáctica de su vertiente cultural, viene de largo, pero de no tan lejos. El diseño en España, como disciplina, es una profesión joven que tuvo uno de sus momentos de esplendor con la Transición, donde pagó el peaje de ser entendida como algo elitista a la vez que se frivolizó el término. Para colmo, muchos materiales audiovisuales que se han producido para explicar lo que es el diseño han pecado de ser concebidos por diseñadores para diseñadores, y esta falta de perspectiva ha terminado por encumbrar al diseñador como un falso artista que se saca de la manga soluciones divinas.

Documentales no nos faltarían, y sin salir de nuestras fronteras encontramos algunos emitidos recientemente por La2 de TVE como Función y forma (Benet Román, 2016) y Miguel Milá. Diseñador industrial e interiorista. Inventor y bricoleur (Poldo Pomés, 2017). Sin ir más lejos, La2 así como la extinta RTVV emitieron hace unos años el documental sobre la historia del diseño valenciano Cuarto Creciente (Estudio Menta, 2010). Pero ha sido esencialmente gracias a plataformas online que hemos podido disfrutar de proyectos como Estos tíos exóticos de Barcelona (Laura Sans, 2011), ¿Qué es tipografía? (Tamara Romero, 2013), Eclectics (Marc Aliart, 2013), Miopía (Atipus, 2014), Endogamia (Manuel Nadal, 2016) o la serie de documentales con motivo de los lanzamientos de la revista Gràffica, todos ellos con procedencia valenciana o catalana, lo que convierte a esta zona mediterránea en una de las de mayor producción de material sobre diseño a nivel nacional (no es casualidad ya que históricamente han sido territorios punteros en diseño). Esto sirve como muestra de la capacidad de producción propia que tendría CVMC a la que no le faltarían temas de diseño.

Otro de los formatos posibles para incluir diseño de forma atractiva al público general podría basarse, o dar continuidad, a los documentales Casos de éxito (Kikuru, 2007 y 2009) que a su vez se basaban en sendas publicaciones de la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana que recogían la experiencia de empresas valencianas que habían utilizado el diseño como elemento fundamental de su estrategia. En este caso entraría el valor más competitivo del diseño, como factor para posicionar a los negocios e industrias, lo que enfocaría la audiencia hacia el sector empresarial en lo que podría derivar en un talk show entre empresarios y diseñadores.

Una evolución más popular y menos sectorial de estas charlas podría ser la de incorporar a diseñadores profesionales (ya decíamos antes que por definición somos comunicadores) a las agendas culturales de distintos espacios, algo que se ha explotado poco en televisión. Y me viene a la mente uno de los primeros programas que emitió La Sexta, allá por 2006, se llamaba Ticket y si no recuerdo mal el músico Miqui Puig era colaborador con una mini-sección en la que a veces hablaba sobre diseño para todos los públicos.

Lejos de la imagen de deidad, los diseñadores somos accesibles y estamos siempre disponibles para participar en esta labor didáctica de explicar lo que hacemos en medios, algo que por ejemplo viene tiempo explotando Levante TV en sus informativos, contando con profesionales del sector para comentar o analizar temas de actualidad y las últimas campañas que han podido verse por Valencia. O antes del cierre de RTVV, Nou 2 destinaba ocasionalmente algunos espacios culturales a charlas sobre aspectos relacionados con diseño, como en Encontres o Dossiers que alguna vez invitaron a profesionales a hablar del sector, aunque bien es cierto que desde las propias administraciones valencianas, en aquellos años, el diseño profesional estaba arrinconado.

Al igual que a menudo nos referimos a IKEA como responsable de la democratización del diseño (haciendo el diseño asequible para todos), podemos extender este concepto de la diseñocracia a lo que la televisión podría hacer acercando el verdadero significado y utilidad del diseño a la gente. Y un ejemplo reciente de esta función de la televisión lo encontramos en el caso de los programas sobre cocina, que de un tiempo a esta parte han llegado a ocupar los prime time de diferentes canales, coincidiendo (siendo causa o consecuencia) con un auge de la restauración fuera de las pantallas inundando también otros medios, prensa y coloquios familiares. Y es que desde Arguiñano que no se acogía tan bien una tipología nueva como la de Master Chef, Top Chef o Pesadilla en la cocina, formatos propios o importados, la cocina es ahora la gran nueva tendencia televisiva y eso ha contribuido no sólo al fomento de la cultura de la gastronomía sino al consumo de la misma potenciando así un sector de alto nivel gracias a hacerlo comprensible para todos.

Muchas veces hemos comentado los diseñadores que hasta que no llegue el diseño a invadir los realities o los talent shows no conseguiremos que se entienda lo que hacemos como un valor importante. Y salvando las distancias, tal vez no sea el formato idóneo precisamente porque cocinamos a diario pero no todos diseñamos a diario fuera del ámbito profesional. De todas formas, es inevitable imaginar si tendría cabida un reality sobre diseño, y si los Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nágera y Pepe Rodriguez podrían ser, por ejemplo, Pedro González, Lina Vila o Nacho Lavernia como los diseñadores jueces. 

No es una idea tan loca, y de hecho en 2009 la cadena británica BBC Two lanzaba el primer capítulo de Design for life (título homenaje a la canción de los galeses Manic Street Preachers), un programa presentado por Philippe Starck en el que varios estudiantes de diseño de producto se enfrentaban para ser reclutados por el diseñador francés para su escuela en París. Un formato basado en El Aprendiz de la norteamericana NBC que en 2004 popularizó Donald Trump, quien ofrecía cargos ejecutivos en sus empresas para los empresarios que participaban. La adaptación al mundo del diseño por parte de la BBC consistió en seis episodios de una hora a lo largo de ocho semanas de criba de participantes. Y como sugerencia de adaptación a un formato local, tenemos al inclasificable MacDiego quien podría encargarse, con toda la naturalidad del mundo, de extrapolar estos formatos reality al mundo de la publicidad, diseño o ilustración valenciana.

Otra idea, bastante friki y tal vez por sus tablas en el formato radiofónico que llevan años cultivando de la mano de Ramón Palomar, junto a MacDiego tenemos al diseñador Modesto Granados y al ilustrador Paco Roca, quienes harían de buena pareja televisiva, sin salirnos del formato reality, para encarnar a una especie de Chicote que pusiese en vereda a principiantes del mundillo. O dirigiendo concursos por equipos a lo Grand Prix, un formato que ya tanteó la MTV en 2008 cuando estrenó Engine Room, la competición por equipos de distintas partes del mundo en los que debían superar pruebas de creación web o edición de vídeo, un planteamiento bastante delicado para que la popularización del diseño no se convierta de nuevo en frivolidad. Los participantes de Engine Room, aunque promocionados como diseñadores, respondían más bien a un perfil de artistas digitales, y se les pedía mucha técnica ya que el sponsor principal era HP, una marca de ordenadores. El formato eran episodios de diez minutos intercalados en la programación de la cadena a nivel mundial, lo cual lo hacía muy ameno, pero aquella primera temporada de siete semanas no continuó.

Quizá podría funcionar una competición de este estilo a modo de beca o con escuelas, que para eso tenemos en la Comunitat Valenciana a grandes cunas de diseñadores de éxito internacional, aunque como decía antes tal vez la parte más práctica del diseño sea la más complicada o experimental a la hora de explotar televisivamente, mientras que el contenido más teórico, el documental, la entrevista o el debate tengan fácil inserción en distintos formatos. Incluso podría tener más sentido adaptar esos programas de reformas exprés basados en dosis de reality dando un giro al diseño de interiores y la arquitectura con perfiles didactas como los de Sonia Rayos o Borja García seleccionando interesantes proyectos para difundir su oficio, lo que, ya puestos, podría hablar también del entorno y de la arquitectura respetuosa con el mismo para enlazar con un tour por la Comunitat haciendo de eje.

Tenemos grandes profesionales del diseño que a la vez son comunicadores muy pedagógicos, en el gráfico y el industrial, en el terreno del interiorismo, en la ilustración, perfiles más teóricos e incluso galerías especializadas como Cristina y Lucía de Pepita Lumier o Ismael y Juanma de Espai Tactel. Podríamos citar ya mismo un cásting con decenas de nombres de los que no sólo son buenos sino que transmiten cuando hablan. Es esta labor didáctica de la que más partido puede sacar una incorporación de temas de diseño a la programación televisiva de hoy.

El diseño es cultura. Y un nuevo modelo de televisión pública debe tener la difusión de la cultura como uno de sus objetivos fundamentales, a lo que si sumamos el entretenimiento obtenemos múltiples formatos válidos desde el documental al reality.

Más allá de propuestas formales, apostar por el diseño sería clave desde la nueva parrilla de nuestra televisión autonómica para conseguir la apreciación y consideración del público general por este sector, algo que sumado al cambio de rumbo y a la buena voluntad de las instituciones valencianas por profesionalizar su comunicación gráfica, y aunque a falta de políticas de diseño específicas, conseguiría un gran avance social en la puesta en valor del diseño en la Comunitat Valenciana.

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