VALÈNCIA. Jueves 5 de octubre de 2017. Ana Rosa Quintana comienza su programa de las mañanas de Telecinco asegurando que era una de las personas preocupadas por lo que estaba sucediendo en Cataluña ante la fuga de depósitos de CaixaBank y Banco Sabadell tras el referéndum unilateral del 1-O. "Los impositores empiezan a sacar el dinero... entre ellos yo", afirmaba sin rubor, mientras bajo su imagen se planteaba la pregunta de ¿Mis ahorros peligran en bancos catalanes?
Sin embargo, más tarde -y en el mismo programa de aquel día- reconocía que "entiendo que el dinero que la gente tiene en La Caixa no corre peligro". A buen seguro que hubo algún 'toque' desde la cúpula de la cadena tras el alarmista mensaje de la conocida presentadora. Eran días donde las empresas huían -literalmente- de Cataluña a diversos puntos de España. CaixaBank, por ejemplo, al día siguiente decidió trasladar su sede a València; mientras que la tarde del mensaje de Ana Rosa Quintana Banco Sabadell aprobó el cambio de sede social a cuatro días del pleno del Parlamento de Cataluña para independizarse.
Pero Ana Rosa Quintana, además de rectificar en directo, ha confiado una pequeña parte del dinero de su sicav en acciones de CaixaBank. Concretamente 23.000 euros eran los que invirtió en el cuarto trimestre del pasado año a través de su sociedad Argomaniz Inversiones, que cerró 2017 con un patrimonio récord de 11,21 millones de euros, un 3,53% por encima de los 10,83 millones del último día de 2016. Nunca antes el vehículo de inversión de Ana Rosa y su marido Juan Muñoz, que preside la sociedad, había tenido tamaño patrimonio.
Domiciliada en Madrid y gestionada por la elitista banca privada suiza Lombard Odier eran 147 los accionistas de Argomaniz Inversiones al cierre de 2017, pero eso sí solo uno controlaba el 93,94%... y no hace falta tener mucha imaginación para pensar de quién se trata.
Lo que es un hecho constatable es que esta sicav tiene teniendo una fuerte querencia por los activos extranjeros, tal y como ha venido contando este diario. Concretamente a 31 de diciembre pasado solo el 4,53% de la cartera estaba invertida en activos españoles frente al 89,67% de posiciones extranjeras.
La cartera estaba invertida en un 40% aproximadamente en renta variable, en torno al 11% en renta fija y casi la mitad en participaciones en instituciones de inversión colectiva (IICs) donde se dejaban ver gestoras de la talla mundial de Amundi, BlackRock, Fidelity, Goldman Sachs, Lombard Odier, Pictet y, entre otras, Robeco. En cuanto a acciones españolas, además de CaixaBank, contaba con títulos de Acerinox, Bankia, Banco Santander, BBVA, IAG, Iberdrola, Inditex, Mapfre y Telefónica.
De puertas afuera contaba con participaciones en medio centenar de empresas -de diferentes sectores y la mayoría cotizadas bien conocidas- donde sobresalían Royal Dutch Shell, Axa, Vinci, Alphabet -antes Google-, ING y Facebook. En lo que a posiciones defensivas se refiere, Argomaniz Inversiones estaba presente en bonos del gobierno noruego, bonos corporativos de EDP Finance, Enel, Iberdrola, Telefónica entre otros.