VALÈNCIA. Los resultados de las elecciones generales y autonómicas de este 28 de abril han dejado a unos partidos más satisfechos que a otros. El PP, tanto de Pablo Casado como de Isabel Bonig, ha perdido representación de cara a la siguiente legislatura, si bien el descalabro de la segunda ha sido menos acentuado que el del primero.
Por su parte, Vox, ha conseguido entrar con 10 diputados en Les Corts Valencianes -en el anterior mandato no tenían ninguno-. Sus dirigentes podrían estar satisfechos con el resultado por pasar de cero a una decena de representantes y por tanto tener en su horizonte un aumento de visibilidad. Sin embargo, ya han anunciado que solicitarán a la Junta Electoral un recuento de papeletas porque han recibido "numerosas quejas" de sus votantes y les parece "sospechoso" que haya "tantos votos nulos", lo que evidencia su descontento por no haber cumplido las expectativas que generaron las encuestas y sus mítines.
Mientras, Compromís ha perdido dos escaños respecto a la legislatura anterior -ahora tendrán 17-, lo que deja a la coalición en una posición de mayor debilidad respecto al PSPV que en el anterior mandato -ahora les distancian 10 diputados- y, por tanto, tendrá consecuencias en la formación del futuro Consell; incluso Ciudadanos ha adelantado a los valencianistas obteniendo 18 parlamentarios. Con todo, tan solo los socialistas (27 diputados) y el partido de Toni Cantó, que se queda a un escaño del PP y, por tanto, de poder erigirse como el principal partido de la oposición, pueden estar relativamente contentos con sus resultados.
La pérdida de apoyos o en su defecto no haber llegado a cumplir las expectativas que planteaban los sondeos tiene una consecuencia directa en todos aquellos candidatos que iban en las listas de cada una de las formaciones que aspiraban a presidir el Ejecutivo central o valenciano y que no han logrado pasar la nota de corte. Entre ellos, parlamentarios del bloque de izquierdas que en su día fueron azote de la corrupción como Clara Tirado (PSPV) -denunció el caso Cooperación- o que han sido especialmente activos en Les Corts en mandatos anteriores como Isaura Navarro (Compromís). También algunas veteranas del bloque de derechas que han pasado cuatro legislaturas en la cámara valenciana, como por ejemplo Verónica Marcos (PP).
En el norte de la Comunidad Valenciana, las ausencias más destacadas en la próxima legislatura en la que gobernará el bloque de izquierdas será precisamente la de una exdiputada que denunció un caso de corrupción -Cooperación- del exconseller popular, Rafael Blasco. Clara Tirado no estará en el Parlamento valenciano que se constituya el próximo 16 de mayo a no ser que se produzcan bajas a lo largo de la legislatura. Una situación no muy remota, pues en la pasada fue el caso de Eva Alcón para volver a su puesto en la Universitat Jaume I (UJI) de Castellón.
Tampoco estará César Jiménez, exparlamentario de Podem, después de que la formación morada sólo haya obtenido dos puestos por Castellón. En el PP, no ha conseguido un escaño Jesús Antonio Lecha -número seis por esta provincia- ni Alejo Font de Mora, siguiente en la lista e hijo del histórico dirigente popular hasta la legislatura pasada vicepresidente segundo de la Mesa de Les Corts.
Aunque Compromís consiguió el cuarto escaño en Castellón tras disputárselo hasta el último minuto al PP, Inmaculada Carda, número cinco por la provincia, no pudo hacerse tampoco con un escaño; en Ciudadanos, tampoco David Luis López estará en la siguiente legislatura; ni Rebeca Serna representará a Vox en Les Corts.
En las elecciones autonómicas, destacan especialmente algunos nombres que quedan por debajo del corte en PSPV, PPCV y Compromís. El socialista Michel Montaner, 'abalista' y número 11 en la lista por la provincia de Valencia, se queda a las puertas de obtener un escaño.
En este sentido, el exasesor más joven del Partido Popular, Javier Zamora, y la veterana Verónica Marcos se encuentran en la misma situación, ya que en Valencia los populares solo consiguieron este domingo siete diputados. Y lo mismo le sucede a Paco García Latorre y Teresa García, números 10 y 11 en la lista de Compromís después de las complejas primarias que realiza la coalición y exconcejales en los ayuntamientos de Lliria y Sagunto, respectivamente.
En el caso de Podem, Jaume Monfort (concejal en Gata de Gorgos) y Julià Àlvaro, fichaje estrella del partido de Pablo Iglesias, se quedan también a las puertas de entrar en el Parlamento valenciano debido a que la formación tan solo ha conseguido 3 diputados por esta provincia. En Ciudadanos, Asunción Sanchis y Fernando Mulas, que ya fue candidato del partido para el Senado por Valencia en 2015, se quedan también en la misma situación; y en Vox, Miriam Turiel.
Por lo que respecta al Congreso de los Diputados, Compromís se queda con un parlamentario, por lo que Isaura Navarro no formará parte de la Cámara Baja que se constituya; del PSOE tampoco lo hará Toni Quintana, número cinco por Valencia, ni Rebeca Torró, la seis, si no hay bajas que obliguen a que la lista corra a su favor; del PP, Óscar Gamazo; de Ciudadanos, Juan Domingo Muñoz; de Podemos, Carmen Collado; y de Vox, Vicente Montañez.
La lista de quiénes decaen en la provincia de Alicante en las elecciones autonómicas también recoge un buen número de exparlamentarios de la pasada legislatura. Es el caso de Marian Campello (Compromís), que quedó la quinta en la lista tras las primarias de Compromís; o Fernando Pastor número ocho en la lista del PPCV y exportavoz de Turismo de su grupo en Les Corts.
A pesar del aumento de escaños, en el PSPV no superan la nota de corte Aroa Mira (11) y David Cerdán (12), exresponsable del área de Medio Ambiente en el grupo del PSPV en el anterior mandato en el Parlamento valenciano; ni José Pérez (Ciudadanos), por hallarse en el octavo lugar de la lista.
En Podem, Naiara Davó (4 en la lista) se queda sin entrar en Les Corts Valencianes porque en la negociación con Esquerra Unida bajó del tercer puesto al cuarto para dejar hueco a Estefanía Blanes. Y con Vox, Eduardo Luis Ruiz también queda fuera.
Es sabido que la canícula veraniega recalienta las meninges a más de uno. Lo tórrido de la estación no disculpa a los políticos. Más de un ciudadano se pregunta para qué va a las urnas si luego sus representantes no se ponen de acuerdo para gobernar. Y ya no vale que estemos en tiempo de tanteo y de juegos más o menos florentinos. Aún no lo hemos visto todo