VALÈNCIA. La Asociación Empresarial de Residencias y Servicios de Atención a la Dependencia de la Comunidad Valenciana (AERTE) ha mostrado, este miércoles, su rechazo al nuevo envío de vacunas a personal sanitario sin haber llevado a cabo la vacunación completa de las más de seis mil personas que se encuentran pendientes de recibir la primera dosis en residencias.
El “Protocolo Vacunación covid-19” de la Dirección General de Salud Pública y Adicciones indica que, en la primera etapa en la que las vacunas estarán disponibles en menor cantidad, se vacunarán los siguientes grupos en el orden en el que figuran a continuación: personas mayores y/o con discapacidad que viven en residencias y personal sanitario y sociosanitario que les cuida, luego personal sanitario de primera línea, después otro personal sanitario y sociosanitario. Y finalmente, personas con gran dependencia no institucionalizados (grado III).
La justificación ética de esa priorización fijada por la “Estrategia de Vacunación frente a covid-19 en España” es la tasa de mortalidad que sufren las personas mayores de 80 años que sitúa en torno al 20%, la mayor de todos los grupos de edad, recuerdan desde la asociación.
Desde Aerte aseguran que debe garantizarse la vacunación del grupo 1 antes de seguir enviando nuevas dosis al personal sanitario de primera línea.
“No ponemos en cuestión que los profesionales de la sanidad privada reciban las primeras dosis de la vacuna, en base al principio de igualdad con la sanidad pública, sino que se vacune personal sanitario de primera línea, del grupo 2, antes que se hayan puesto las primeras dosis a todas las personas del grupo 1” afirmaba José María Toro. Hay que recordar, en este punto, que AERTE preside la Comisión de Cooperación Público Privada por lo que siempre ha defendido la igualdad de los sectores públicos y privados en sanidad.
La Consellería de Sanidad Universal y Salud Pública ha programado algunas vacunaciones de primeras dosis en algunas residencias, en torno a unas 1000 para esta semana, aseguran desde la patronal, que no cree que se tengan vacunadas a todas para el 14 de Febrero.
“Si la vacuna que se administra, además, es la de Moderna el plazo entre dosis es de 28 días y el periodo de inmunización empieza a los 14 días desde la segunda, lo que atrasa el comienzo de la inmunidad hasta dos semanas frente a la de Pfizer” explicaba con preocupación José María Toro.
Aerte también pide a la Consellera Barceló que aclare tres cuestiones: ¿Quién vacunó en cada departamento de salud saltándose el protocolo? ¿Quién permitió por acción u omisión que esto ocurriera?, y ¿Por qué no se administran las vacunas, tan rápido como permita el protocolo a las personas que trabajan o viven en centros residenciales?
“Creemos que la consellera Barceló ha dado la cara siempre durante toda la pandemia por lo que ahora le pedimos que aclare cómo se ha llevado a cabo todo este procedimiento de vacunación, que resuelvan las dudas existentes y se tomen las decisiones necesarias para el cumplimiento estricto del protocolo .“, afirmó José María Toro.