VALÈNCIA (C.G./AGENCIAS). El Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) dice adiós al que fuera su impulsor, Tomás Llorens. El historiador y crítico de arte fue el encargado de dar forma a lo que por aquel entonces era tan solo una idea, un centro creado a partir de la colección Julio González, que continúa siendo pilar fundamental del proyecto. “Fue impulsor, fundador y primer director. Las propuestas para la colección del museo constituyen una herencia imponente para futuras generaciones de valencianos y valencianas, un patrimonio artístico de un valor incalculable”, relata Nuria Enguita, actual directora del museo. Aunque los inicios no estuvieron exentos de crítica -"el mundo de la cultura tiene cierta tradición de fraticidio que en Valencia tiene más intensidad que en otras partes", llegó a decir-, lo cierto es que el proyecto acabó resultando en éxito. Aunque él no llegara a verlo nacer como director, pues en 1988 pasaba el testigo a Carmen Alborch.
Lo hacía para dar forma a otro gran proyecto artístico, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS), que abrió sus puertas como museo en 1990. "La implantación de un museo de arte moderno en España ha sido, hasta la fecha, una frustración repetida (…) el proyecto ha llegado hasta la actualidad como una necesidad, con más futuro que pasado. El Museo Reina Sofía es una propuesta para colmar esa necesidad", decía entonces un Llorens que, como en el IVAM, tampoco llegaba para quedarse, pues poco después salió por "una disparidad de criterios sobre la concepción del proyecto museológico" y para, poco después, ocupar hasta 2005 el puesto de conservador jefe del Museo Thyssen Bornemisza de Madrid.
El crítico ha sido una pieza clave para el desarrollo artístico del país, pero no solo desde el punto de vista de sus nuevos contenedores, también como actor en uno de los momentos claves de nuestra historia reciente, la Transición. Fue en la Bienal de Venecia de 1976 cuando se desplegó el proyecto España. Vanguardia artística y realidad social. 1936 – 1976, todo un hito que quiso corregir el discurso oficial construido por la dictadura franquista. Entre sus impulsores se encontraba el propio Llorens o Manuel García, que formaron parte de la comisión de declarados antifranquistas que impulsó la exposición que, además, asesoró Josep Renau, convirtiéndose en una especie de “padre” del proyecto. Lo hacían pocos meses después de la muerte de Franco y en una Bienal -llamada entonces ‘Bienal roja’- capitaneada por el socialista Carlo Ripa de Meana, toda una declaración de intenciones.
Las instituciones lamentan su pérdida
Precisamente destacó la alcaldesa de Almassora, Merche Galí, su "compromiso con el arte cuando el arte en España se situaba a la cola de Europa y en un tiempo en que no era fácil defender los valores de la cultura como la entendemos ahora”. "El señor Llorens sufrió los días de prisión franquista y la represión de un país atrasado en muchos ámbitos, cómo no, también en el cultural", ha rememorado la alcaldesa, que ha decretado dos días de duelo oficial por el que fuera Hijo Predilecto de la localidad.
Desde las administraciones, el conseller de Educación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, ha lamentado la pérdida de un "referente, esencial para referenciar espacios como el IVAM y capital para que la colección más importante de Julio González sea su casa [...] Siempre comprometido con la libertad y el pensamiento crítico". Por su parte, el President de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig -quien ha dado a conocer la triste noticia durante la sesión de control en Les Corts- ha enviado sus condolencias a la familia y ha lamentado la pérdida de un "gran intelectual y un gran valenciano". Estas palabras han levantado el aplauso de toda la cámara. También el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, ha mostrado su pesar por el fallecimiento de Llorens, "valenciano ilustre y pionero en la modernización de los museos en España".
Una vida dedicada al arte
Aunque licenciado en Derecho y Filosofía, Llorens se relacionó siempre con el mundo del arte, primero como profesor universitario, luego como crítico y organizador de diferentes exposiciones nacionales e internacionales, y finalmente como director de museos, y fue comisario de alrededor de sesenta exposiciones. Entre 1962 y 1972 enseñó Estética en la Universidad Politécnica de Valencia, pero fue expulsado y durante la dictadura franquista estuvo encarcelado y se vio forzado a salir de España.
Entre los años 1972 a 1976 formó parte del laboratorio de investigación de la Portsmonth Politecnic School of Architecture (Gran Bretaña) y fue conferenciante del mismo centro (1976-84), además de profesor invitado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (1977-80), la Politecnic of Central London (1977-81) y la Escuela de Arquitectura venezolana de Maracaibo (1979-80).
En 1984 estuvo a su cargo la concepción, redacción y el seguimiento del programa para la creación del IVAM, en sus vertientes arquitectónica, museológica y administrativa, y después ocupó el cargo de director gerente del mismo y director general del Patrimonio Artístico de la Generalitat Valenciana. Asimismo, formó parte de la Comisión Asesora para la Coordinación de las actividades del Centro de Arte Reina Sofía, que pasó a dirigir en 1988.
A comienzos de 1991 se convirtió en conservador jefe de la colección Thyssen-Bornemisza, cargo vacante desde septiembre de 1990, y dicha colección fue presentada por Llorens y los barones Thyssen en el Palacio Villahermosa de Madrid durante el último trimestre de 1992. El 10 de marzo de 2005, a los 68 años, y después de catorce años como único director del museo Thyssen, comunicó al Patronato su intención de dejar el cargo, salida que se produciría de forma gradual, hasta la incorporación de su sucesor, Guillermo Solana. A pesar de su salida de la dirección del museo, Llorens continuaría con sus proyectos como comisario de las exposiciones Realismo de entreguerras (2005) o Vanguardias rusas (2006).