VALÈNCIA. "Hoy han entrado ustedes en el domicilio social de Caja Rural Castilla-La Mancha y van a salir, de la sede de Eurocaja Rural siempre, claro, que las señoras y señores delegados tengan a bien aprobarlo en el correspondiente punto del orden del día”. Así se dirigía Víctor Manuel Martín, director general de Caja Rural Castilla-La Mancha, a los cerca de 8.000 socios en un día histórico para la cooperativa de crédito domiciliada en Toledo. que ha dado lugar al nacimiento de Eurocaja Rural como nueva marca.
"Eurocaja Rural es un viaje al futuro, un futuro de trabajo y esfuerzo para construir una entidad cada día más fuerte y sólida para ustedes, socios y clientes, que confían en nosotros", manifestaba Martín, apelando a los orígenes de la entidad como la "cercanía, humanidad, confianza, innovación, compromiso, solidez, seguridad, tranquilidad, transparencia, personalidad y, sobre todo, futuro. Y todo ello reflejado en el balance y cuenta de resultados de nuestra entidad".
Se aprueba así un histórico cambio de marca de una entidad que, tal y como avanzó la semana pasada este diario, acaba de abrir su primera oficina en València dentro del ambicioso plan de expansión que trae consigo. El mismo que contempla abrir nuevas oficinas en Alicante, sin descartar hacerlo en Castellón "pero de momento nos estamos centrando en las otras dos provincias de la Comunitat Valenciana", apuntaban fuentes de la cooperativa castellano-manchega a Valencia Plaza.
La nueva marca concentra todos los valores que durante más de 53 años han distinguido a la entidad, reunidos en el concepto ‘ruralismo”: cercanía, humanidad, personalidad, confianza, innovación, compromiso, solidez, seguridad, tranquilidad, transparencia y futuro. Este cambio de marca se produce principalmente para atender lo que hoy es una realidad social: el abandono del servicio financiero y el traumático cierre de sucursales de espaldas a las necesidades de los clientes. Si bien es cierto que los clientes cada vez frecuentan menos las sucursales, en Eurocaja Rural se tiene perfectamente identificada la necesidad del espacio físico y la cercanía con el cliente para aportar valor a esta relación y poder atender mejor las necesidades de su día a día.
Eurocaja Rural, apoyada siempre en los valores que aglutinan el ‘Ruralismo’, pretende un desarrollo y crecimiento desde la prudencia que siempre le ha caracterizado, y así exportar su exitoso modelo de negocio a otras áreas geográficas. La cooperativa de crédito, que actualmente opera en Castilla-La Mancha, Madrid, Ávila y Comunidad Valenciana, abre así una nueva fase de crecimiento y expansión por nuevas provincias, sin olvidar el apellido 'Rural' de su ADN.
La decisión fue aprobada en el auditorio de la sede central de la entidad, en el número 2 de la toledana calle Méjico, donde se dieron cita más de 1.000 personas entre delegados, socios, clientes, empleados, autoridades y representantes del tejido económico, social y financiero. La Asamblea General es el órgano supremo de expresión de la voluntad social de Caja Rural y su máximo acontecimiento anual.
Sus delegados aprobaron por unanimidad el Informe de Gestión y las Cuentas Anuales del ejercicio 2017, con un resultado antes de impuestos de 26,5 millones de euros y un activo total que a 31 de diciembre ascendía a 7.377 millones de euros, un 3,87 por ciento más que en 2016. Asimismo, fijaron las líneas maestras de la política general de la entidad, aprobaron las líneas básicas de destino y aplicación del Fondo de Educación y Promoción (FEP) y reeligieron auditores de cuentas de la Caja y su Grupo consolidado para 2018.
La Asamblea contó con la presencia del consejero de Hacienda y Administraciones Públicas de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, y el presidente de la Confederación Regional de Empresarios (CECAM), Ángel Nicolás, entre una amplia representación social.
El presidente de Caja Rural Castilla-La Mancha, Javier López, abrió el orden del día con la lectura de su preceptivo informe, subrayando que “somos líderes en confianza y rentabilidad para todos ustedes: socios y clientes”. A continuación resumió las políticas estratégicas de Caja Rural Castilla-La Mancha durante el ejercicio, que concretó en su “imparable expansión territorial”, la amplia ronda de visitas institucionales a cooperativas agrarias de su ámbito de actuación y un negocio de banca tradicional, calidad y proximidad “riguroso y seguro”, con ratios de solvencia “extremadamente buenos” y “cimientos inamovibles, dando pasos cortos, pero muy firmes”.
“Nadie pensaba que la Caja Rural creada en 1965 para dar servicio a las cooperativas agrarias de la provincia de Toledo llegaría 53 años más tarde a tener presencia en el Levante”, manifestó Javier López, quien aseguró que “vamos a por todas”.
El presidente de la entidad destacó la labor social desarrollada por la entidad a través de su Fondo de Educación y Promoción (FEP) y de la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha, que cerró 2017 con un positivo balance de 10.400 beneficiarios y acciones orientadas a la retención del talento joven, la innovación, la competitividad empresarial, el emprendimiento y el apoyo a los colectivos en riesgo de exclusión. Javier López se mostró “muy optimista” sobre el futuro de Caja Rural: “estamos preparados para aprovechar todas las oportunidades de crecimiento a nuestro alcance. Nunca nos hemos quedado un metro por detrás de nuestras posibilidades”, concluyó.
Igualmente, el director general de Caja Rural Castilla-La Mancha resumió la evolución de la entidad en 2017 y los estados financieros de un ejercicio que calificó de “brillante y esperanzador”. “Los logros de ejercicios anteriores reflejan la fortaleza de nuestro modelo de negocio”, aseveró. Víctor Manuel Martín afirmó que, aun desarrollando su actividad en un “entorno desafiante”, Caja Rural Castilla-La Mancha “ha vuelto a alcanzar unos buenos resultados, fortaleciéndose y creciendo en consonancia con los objetivos marcados para 2017”.
“Nuestro proceso de transformación se ha acelerado y hemos entrado de lleno en fase de ejecución. Una transformación centrada en el cliente”, constató. El director general dijo que “Caja Rural Castilla-La Mancha trabaja muy intensamente para llegar a ser los primeros y los mejores en todos los mercados donde operamos. Nuestros datos están ahí, hablan por sí solos, con un balance seguro y solvente que nos vuelve a permitir tener una posición sólida y privilegiada dentro de las cajas rurales de España”.
Como datos principales, señaló el exceso de liquidez, el incremento de recursos gestionados de clientes, el crecimiento de balance, los ratios de morosidad y solvencia y el aumento del crédito y de las operaciones de banca electrónica, así como el incremento de oficinas, empleados y nuevos clientes. Víctor Manuel Martín recordó que Caja Rural Castilla-La Mancha creció en 2017 en todos los márgenes: intereses, comisiones, bruto y neto.
Finalmente, y tras resaltar el “esfuerzo socioeconómico” de la entidad en 42 localidades donde es la única entidad financiera, anunció que “en 2018 el mayor esfuerzo de expansión se focalizará en las provincias limítrofes al negocio matriz de Castilla-La Mancha y Madrid”. Asimismo felicitó a todos los trabajadores de Caja Rural Castilla-La Mancha por su “profesionalidad, seguridad, esfuerzo y dedicación” y agradeció al Consejo Rector, con su presidente a la cabeza, la “gestión sana, transparente y prudente” de la entidad.