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El colectivo prepara su primer mini-festival, Mala Conducta

"Act local", "fuck billionaires": Cero en Conducta redobla su apuesta por la escena local

La nueva campaña del colectivo afirma que los nuevos tiempos exigen "eventos únicos, en sitios únicos y con planteamientos eclécticos que rompan con lo clásico"

9/09/2020 - 

VALÈNCIA. Hace dos años nacía el colectivo Cero en Conducta, un grupo de jóvenes estudiantes que se unían con el fin de divulgar sus valores a través de una forma contracultural de ver la música. Huían de lo establecido, y más allá de referirse a Franco usando el femenino, el objetivo de este grupo, que por aquel entonces todavía estaba integrado por estudiantes de Derecho, era crear una especie de retroalimentación de contenidos dentro de la música que permitieran al público alimentarse de escenografías, decoraciones y bailes; todo ello desde un planteamiento alternativo.

Culturplaza ha podido ahondar en los entresijos de la joven promotora, que ahora, según cuentan desde el colectivo, "está muy centrada en el desarrollo de Mala Conducta", un evento más grande que todo lo que han hecho hasta el momento, que tiene como base la música electrónica y va a caballo entre "el concierto arcaico y el festival clásico". El colectivo apunta que los nuevos tiempos, caracterizados por la incertidumbre y la inseguridad, "exigen eventos únicos, en sitios únicos y con planteamientos eclécticos que rompan con lo clásico". Partiendo de esto, Cero en Conducta adquiere un sentido renovado, pues ya no solo se trata de un público homogéneo que contempla un concierto, sino de "nueva decoración, temática, escenografía y reflexión".

Por el momento no tienen ningún artista sobre la mesa. "Ahora está todo muy parado, estamos programando para 2021". Explican que, en cualquier caso, tienen el ojo puesto en el sello Nuxxe. "Todos sus artistas nos parecen muy interesantes. Estamos motivados para intentar traerlos a España". 

"Think global, act local"

Ese es el principal modus operandi de Cero en Conducta, que se hace más explícito que nunca con Mala Conducta, su nueva campaña. Según explican, sus eventos están "comprometidos con el medio ambiente". Muestra de ello es "el uso de iluminaciones LED, vasos reciclables, y materiales en papel reciclado proveniente de bosques sostenibles". Por otro lado, en este momento están empezando a imprimir sus carteles en risografía, la técnica de impresión que usa tintas ecológicas con base de soja. 

Además, teniendo en cuenta el riesgo que puede suponer una aglomeración en un concierto, indican que "sienten la responsabilidad de cumplir estrictamente con las medidas de seguridad en cuanto a limitaciones de aforo, distancias, uso de mascarillas y el plan de contingencia Covid-19".

Por otro lado, este lema no se limita a la crisis climática, sino que Cero en Conducta también piensa localmente en cuanto al panorama musical se refiere. Explican que "la selección de artistas invitados a tocar en Valencia son en su gran mayoría primerizos en la ciudad, consiguiendo hacer llegar a la ciudad músicas que hasta entonces no llegaban". Además, señalan que también están "muy conectados con la escena local de la ciudad", tratando de ser "impulsores de grupos emergentes". 

Mala Conducta busca darle un lavado de cara al ocio nocturno que encuentre la modernidad y rompa en cierta medida con su decadencia. "El ocio nocturno que profesamos tiene que ver con una experiencia única -explican-, en un espacio único y con una programación única. No nos vale con cuatro paredes negras y un DJ pinchando. Nos gusta que se mezclen diversas disciplinas artísticas como la escenografía, el cine o el teatro en las fiestas creándose así un espacio único en el que el público interactúa con diversos elementos".

 Foto: SILVIA VILLAR/CERO EN CONDUCTA

"Nuestro gusto musical es el criterio más importante"

En cuanto a los criterios de selección de artistas, los integrantes de Cero en Conducta afirman que "su gusto musical es el más importante". Cada uno, explican, tiene gustos diversos, pero siempre tienen un nexo común: "la calidad artística, la buena música y el buen gusto", todo ello integrado en los límites de las vanguardias musicales. Así, los géneros que tocan van "desde el indie-rock hasta el trap, pasando por el folk y un largo etcétera. En la rama de electrónica, sí que tenemos una cierta preferencia hacia el house y sus variantes aunque también programamos DJ's con sesiones eclécticas mezclando todo tipo de electrónicas".

En esta línea, opinan que la escena musical valenciana actual es muy rica. "Ahora mismo hay muchas bandas, proyectos, colectivos y promotores que están muy activos y que hacen que la ciudad tenga mucha variedad". En lo referente a los conciertos, explican que la escena punk tiene mucho peso actualmente. "Hay bastantes bandas, tienen sus propios espacios y un público importante". En cambio, indican que (aunque no lo parezca), géneros como el trap tienen menos desarrollo en València "no por falta de artistas si no por falta de salas y promotores que apuesten por este sonido, así como de un público que acuda a los pocos eventos que se organizan". Personalmente, destacan "los proyectos de Ciberchico, Leftee, Popin’love y Carlo Frio como los más activos en la ciudad dentro del sonido trap-pop alternativo".

'Fuck Billionaires'

En el vídeo promocional del colectivo se puede leer en cierto momento el mensaje 'Fuck billionaires'. Con esto, Cero en Conducta se suma a la campaña vía redes sociales que "se ha dedicado a destapar abusos de algunos de los más ricos del mundo, como Jeff Bezos". La campaña condena las malas condiciones de trabajo de los empleados de Amazon y de The Waltons of Walmart.

La razón por la que se alinearan con esta campaña fue que Jeff Bezos, CEO de Amazon, "estafó a los artistas usando su música sin licencia en Twitch y Spotify. Amazon Music y YouTube demandaron a los artistas americanos en marzo para reducir sus cobros con efecto retroactivo desde 2018 un 28%, justo en el momento más duro, pues la Corte de Apelaciones les dio la razón obligando a los artistas a pagar a las plataformas".

Un proyecto incipiente pero ambicioso

El proyecto Cero en Conducta surgió como un trabajo universitario. Sus integrantes lo apartaron durante un tiempo, pero después decidieron retomarlo, conscientes "del déficit musical de la ciudad, y con nuevos objetivos". Inspirándose en los colectivos jóvenes de París y sus fiestas de extrarradio, el colectivo se inició haciendo una fiesta de electrónica haciendo hincapié no solo en la música, sino especialmente en la escenografía, el cine y el teatro. La idea, según ellos, "era crear un espacio en el que el público no fuese sujeto pasivo en la fiesta, sino un actor relevante".

A partir de allí, todo fue un poco más rodado. Pronto se lanzaron a los conciertos "siguiendo la filosofía del do it yourself". Organizaron el concierto del productor de electropop francés Lewis Ofman, en el Loco Club. 

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