Los investigadores quieren averiguar quién fue la persona que envió al alto cargo de la Generalitat a consultar el expediente y si se ha manipulado
VALÈNCIA. Los investigadores de la operación Erial no salen de su asombro tras ser conocedores -lo publicó El Mundo este domingo- de que el responsable de Recursos Humanos del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), Alfonso Roselló, presuntamente manipuló seis días antes de la detención del expresidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, los expedientes del Plan Eólico del que presuntamente salieron parte de las mordidas que la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) investiga.
Según ha podido saber Valencia Plaza de fuentes de la investigación, el estupor es de tal calibre que se ha tomado la decisión de abrir una investigación de oficio para tratar de esclarecer el asunto.
Lo que todavía no se ha decidido es si esta investigación será coordinada desde el juzgado que instruye la causa contra el expresidente o si, por otro lado, será la propia UCO la que se encargue de tirar del hilo vía policial y acabe en otro juzgado, un hecho que parece poco probable, pues la causa está secreta y la magistrada no puede dar información a nadie.
En este tipo de casos tan mediáticos, tanto las unidades policiales como los investigadores judiciales son conscientes de que mantener la detención de un exalto cargo del gobierno en secreto es prácticamente imposible. Saben objetivamente que la mayoría de las veces los detenidos son informados de alguna forma con uno varios días de antelación sobre su arresto. Pero de ahí a que se manipulen pruebas va un trecho.
Una de las vías de investigación que no se descarta es la que afecta al propio Partido Popular, pues varias fuentes cercanas al partido conservador han informado a Valencia Plaza de que en la sede de Génova había varios altos dirigentes que sabían lo que iba a suceder desde una semana antes de los arrestos. Roselló entró a 'consultar' el expediente investigado el día 16 de mayo, seis días antes que la Guardia Civil pusiese en marcha la operación Erial y requisase esos papeles.
Los investigadores tratarán de dilucidar quién advirtió a Roselló de que se estaba investigando ese expediente y cuáles eran sus intenciones al consultar los archivos del Plan Eólico, así como comprobar si ha habido algún tipo de manipulación y, obviamente, depurar responsabilidades.