Una iniciativa impulsada por la Concejalía de Turismo de El Campello, con la colaboración del MARQALICANTE. Prehistoria, época íbera, Imperio Romano... Y así hasta el contemporáneo siglo dominado por las nuevas tecnologías. Este es el particular paseo por la historia al que traslada al espectador la compañía Espacio Inspira, a través de una visita teatralizada por importantes elementos del patrimonio natural del municipio alicantino de El Campello. Un recorrido literal, ya que los asistentes caminarán por los senderos que tienen a sus pies las ruinas arqueológicas del yacimiento de La Illeta dels Banyetes hasta llegar a la Torre de la Illeta, una construcción del siglo XVI la cual podrán admirar incluso desde dentro.
La iniciativa está impulsada por la concejalía de Turismo de El Campello que, junto al convenio de colaboración firmado con el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ), ha conseguido que esta representación cobre vida por séptimo año consecutivo, debido a que se trata de "la mejor forma para que el espectador conozca la historia, además, de una manera muy divertida, interactiva y fácil de entender", considera la edil Cynthia Alavés.
Iván Jiménez: "Es importante que el público se conciencie sobre el valor del yacimiento"La ida a un pasado muy pretérito, este año todavía más remoto, ya que si bien en anteriores ocasiones la narración "comenzaba en el período romano, esta es un poco diferente porque empieza en la Prehistoria", explica la concejala. "Un espectáculo que siempre ha estado vivo", secunda el director de Espacio Inspira, Iván Jiménez, "en el que se ha intentado introducir cambios en cada temporada". Aunque esta visita teatralizada ha ampliado la información a través de un mayor recorrido histórico, el director confiesa que la importancia reside en recordar "la repercusión que este enclave ha tenido en muchísimas etapas de la historia que, aun siendo pequeño y aislado, fue relevante por su geografía, ya que se convirtió casi en un centro comercial en la época íbera", califica Jiménez, debido a que "casi todo el tráfico del Mediterráneo pasaba por aquí", expone.
Alrededor de una hora y quince minutos para conseguir que "el espectador se divierta, que es lo principal, pero que, a su vez, conozca la vida de esos personajes íberos, cómo comerciaban o cuál era la situación de la mujer en el Imperio romano", apunta el director. Y añade que "no resulta tan importante que el público se empape de los datos históricos, sino que le dé valor al yacimiento en sí y se conciencie". Un objetivo que la compañía pretende lograr con todos sus espectáculos teatralizados, "poner en valor el patrimonio cultural, artístico y natural que tenemos en nuestra zona", reivindica, además de tildar la función como un "regalo", ya que ofrece tanto diversión como conocimiento. Y comenta que se trata de un espectáculo "que siempre se ha representado en período vacacional, tanto en Semana Santa como en verano", por lo que asegura que saben que los asistentes buscan, sobre todo "ver un espectáculo teatral y divertirse".
Más de una docena de personajes a los que solamente cinco actores dotan de vida y cuyas historias se cuentan "a través del humor e intentando mantener el mayor rigor histórico posible", subraya Jiménez, desde el siglo IV a.C. hasta finalizar en una guía contemporánea, "que contextualiza todo el espectáculo, proporciona una información extra al público y le ayuda a unir todas las piezas del puzzle dotadas de una visión histórica", continúa el director, quien asegura que, en este sentido, cuentan con "el visto bueno de los expertos y el respaldo del público que, durante estos siete años, ha agotado entradas todos los días que ha habido funciones". Un espectáculo vivo del que toda la familia puede ser testigo, debido a que "también incluye un taller de cerámica íbera para los más pequeños", desvela Alavés. Además, supone "un espacio totalmente interactivo, en el que los actores se dirigen directamente al público, quien constituye casi un personaje más, desde el principio hasta el final de la representación teatral", añade Jiménez.
