El edificio de la Casa de la Festa, en la parta alta de la Rambla. Foto: APALICANTE. El empresario Enrique Ortiz, procesado en los casos Gürtel y Brugal, regresa al Ayuntamiento de Alicante con la presentación de una plica para optar a uno de sus contratos de obra más importantes de los convocados desde el inicio de este mandato: la reforma de la Casa de la Festa.
Fuentes del equipo de Gobierno consultadas por Alicante Plaza precisaron que una de las sociedades del promotor, Tizor, ha constituido una Unión Temporal de Empresas (UTE) con otra conocida empresa constructora y ha presentado oferta en el concurso convocado el pasado diciembre, según pudo verse en la mesa de Contratación celebrada este miércoles.
El concurso se convocó con un presupuesto de licitación de 4,25 millones de euros (4.249.853,79 euros), IVA incluido. Como informó este diario, la financiación de esos trabajos corre a cargo del préstamo de 9 millones de euros suscrito por el Ayuntamiento en 2016 para llevar a cabo inversiones, y el plazo de ejecución previsto es de doce meses, con lo que las obras podrían estar finalizadas en el primer trimestre de 2018. La intención del tripartito es que la remodelación permita trasladar dependencias municipales a ese edificio con el consiguiente ahorro de alquiler en otros locales repartidos por todo el Centro.
En principio, la plica de la UTE participada por Ortiz no lo tendrá fácil, ya que compite con otras 46 propuestas. Se trata, según las fuentes consultadas, del segundo gran concurso de obra convocado por el Ayuntamiento que ha captado mayor número de licitadores en los últimos años, tras la cifra récord alcanzada en el concurso para construir el carril bici hasta la EUIPO, con 62 empresas aspirantes.
Con todo, la concurrencia de Ortiz resulta especialmente significativa por el contexto en el que se produce. Desde las municipales de 2015, y el consiguiente cambio de gobierno, su entramado de empresas prácticamente se ha borrado de todos los procesos de licitación convocados por el Ayuntamiento. Incluso de aquellos que viene prestando hasta ahora (ya sin el respaldo de contrato, al haber caducado su vigencia), como la contrata de mantenimiento del cementerio. Como publicó este diario, el nuevo equipo de Gobierno compuesto por PSOE, Guanyar y Compromís licitó ese contrato en septiembre y los aspirantes que pujan ahora por heredar la contrata son Ferrovial, Concentra, Eulen, una primera unión temporal de empresas (UTE) formada por Orthem y La Generala, y otra segunda alianza empresarial constituida por Litra Land y Patologías y Obras Civiles. El concurso se convocó por dos años de duración por un importe global de 689.419 euros, en el que se prevén prórrogas por otros dos años adicionales.
Pero, además, la oferta de la empresa de Ortiz también llama la atención porque precisamente esta semana acaba hacerse efectiva su retirada voluntaria de otro de los contratos que dependen del ayuntamiento: la limpieza de colegios y edificios municipales. El tripartito se vio forzado a activar un procedimiento de contratación de urgencia para evitar una posible situación de alerta sanitaria y seleccionó a FCC (socio de Ortiz en la UTE concesionaria del servicio de recogida de la basura y limpieza viaria) para garantizar la continuidad del servicio mientras se adjudica el nuevo concurso.
De hecho, FCC asumió el servicio desde el día 1 de marzo con los mismos recursos humanos y materiales que la anterior responsable, para garantizar la eficacia en la prestación de los servicios asumidos. Fuentes municipales aseguraron este jueves a través de un comunicado que el servicio se sigue prestando con total normalidad, sin incidencias en el traspaso de la responsabilidad entre las dos empresas.
Además, según fuentes municipales, representantes del grupo de empresas de Ortiz también habrían manifestado recientemente a integrantes del tripartito su intención de reestructurar todo su entramado empresarial y que se estaba sopesando la posibilidad de no continuar con la prestación de otros servicios.
