La organización de las camareras de piso convocan una concentración frente al hotel Madeira el viernes. Su portavoz asegura que saldrán más a reivindicar sus derechos aprovechando la negociación del convenio de hostelería
BENIDORM. Las camareras de piso siguen en su lucha por reivindicar sus derechos y mejoras laborales. Las "Kellys" de Benidorm han convocado una concentración delante del Hotel Madeira para clamar contra "la nueva externalización de toda la plantilla de camareras de piso, que se hará a partir de enero del año que viene", explicó a este diario la portavoz del colectivo, Yolanda García. El acto reivindicativo será el viernes día 9 a las 17,30 en la c / del Esperanto, frente al hotel mencionado.
Tal y como indicó García, estallan contra estas prácticas de los empresarios porque supone una disminución de las condiciones laborales para las personas afectadas, en comparación a sus colegas que se rigen por el convenio colectivo de hostelería. Es decir, la trabajadora pasaría de estar contratada directamente por el hotel a estar por una empresa externa, y por lo tanto, se regirá por su convenio. Esto supone un agravio comparativo que podría superar los 300 euros, por el mismo trabajo.
De esta forma, García indicó que van a hacerse oír. Y ahora, más que nunca debido a la importancia de los tiempos. A finales de noviembre se constituyó la mesa de negociación del nuevo convenio colectivo de hostelería de la Costa Blanca. Por lo tanto, es el momento de reivindicar las mejoras de sus condiciones ya que pueden ser escuchadas y cambiarlo.
García entiende que la externalización es una práctica totalmente legal, por ello, pide que se regule en el nuevo documento que preparan para el año que viene, "no es tan difícil, sólo hay que querer, como ya se hizo en otros lugares turísticos como Las Palmas", comentó la portavoz de "Las Kellys". La fórmula no es otra que obligar a que las empleadas contratadas por un servicio externo también estén bajo el paraguas del convenio de hostelería. Así, no perderían muchos de sus derechos laborales, sindicales, categorías profesionales o las tablas salariales.
Conscientes de la importancia del nuevo documento laboral, García señaló a este diario que ya se habían puesto en contacto con los sindicatos y la patronal para aportar sus ideas. Éstas se basan en dos puntos esenciales: que se regularice la exteranlización y controlar la carga de trabajo. Más una subida salarial o la conciliación familiar, que en este caso irían por detrás de las dos primeras peticiones.
Pero donde más hacen hincapié es poner unos mínimos y máximos de habitaciones donde trabajar. Todo pasa por los estudios ergonómicos. Éstos calcularían el peso de trabajo que pueden soportar y el ritmo a considerar. "Lo que no puede ser es el estrés que aguantamos para tenerlo todo listo. He llegado a contar 82 camas preparadas en seis horas", afirmó García. Esto conlleva enfermedades musculares o lesiones que para más inri luego no se contemplan como una consecuencia de su trabajo. Por lo que también reivindican la jubilación anticipada.
"El cliente no tiene la culpa. Somos de los empleados que más estamos en contacto con los usuarios. Les ponemos buena cara, pero detrás de todo hay una gran precariedad", manifestó García.
Todas estas reivindicaciones ya no se callan por las posibles represalias. Las empleadas han perdido cualquier miedo y exponen todas sus quejas a aquél que se interesa. El primer paso lo dieron en pleno agosto, el día 16, de este verano. Cuando más daño podían hacer al sector turístico. "Se acercaban viajeros y nos decían que no sabían nada de lo que nos estaba ocurriendo. Que a partir de ahora nos iban a mirar con otros ojos", comentó la portavoz de las "Kellys". Este viernes esperan tener otro gran impacto, para ello, también imprimirán folletos en inglés, para que nadie se quede sin entender su lucha.