ALICANTE. La crisis de gobernabilidad instalada definitivamente en el tripartito de Alicante a partir de la imputación del alcalde, Gabriel Echávarri (PSOE) por el supuesto fraccionamiento de contratos del llamado caso Comercio, parece no tener vuelta atrás. Al menos, no con las mismas personas que ahora lideran las tres formaciones aliadas al frente del Ayuntamiento: PSOE, Guanyar y Compromís. La prueba más contundente de ello se manifestó a partir de las últimas declaraciones del portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, quien -este miércoles- llegó a comparar explícitamente al primer edil con la exalcaldesa del PP, Sonia Castedo (procesada por el supuesto amaño del Plan General en favor del empresario Enrique Ortiz), a la hora de volver a exigir su dimisión "cuanto antes".
En una comparecencia ante los medios, el también vicealcalde de Alicante abundó en la argumentación que ya había dado a conocer el martes a través de un comunicado. Si Pavón había sostenido, en esa nota pública, que Echávarri debía dimitir para que Alicante no se viese representada durante la celebración de la Volvo Ocean Race (VOR) por un alcalde imputado, este miércoles, trató de reforzar el mensaje ampliándolo con un cambio formal sobre el mismo contenido: "Debería evitarse una situación que ya hemos vivido; no es de recibo que Alicante, que ya estuvo representada en la última edición de la Volvo por una alcaldesa imputada como Sonia Castedo, vuelva a tener a un alcalde en esa misma condición; por el buen nombre y la buena imagen de la ciudad pensamos que Echávarri debería dimitir cuanto antes", señaló.
Después, amplió los motivos por los que Guanyar consideraba que el primer edil debía abandonar el cargo. Dijo que no sólo se trataba de su imputación por los contratos bajo sospecha de la Concejalía de Comercio, o de su posible segunda imputación por el despido de la cuñada del portavoz municipal del PP, Luis Barcala, sino también por su toma de decisiones de manera unilateral o por sus reiterados incumplimientos del pacto de gobierno en asuntos como la regulación de los horarios comerciales de Alicante o el respeto a los procedimientos de participación ciudadana, entre otros. En ese punto, reiteró sus críticas al modo en el que el PSOE había decidido tramitar la propuesta definitiva de presupuestos para el próximo ejercicio, "sin haberlos consensuado con el equipo de gobierno y sin haber dado participación a las Juntas de Distrito para que los vecinos o las organizaciones sectoriales representadas puedan formular aportaciones (como publicó Alicante Plaza, la Concejalía de Hacienda replico el martes que cada concejalía debía haber cumplimentado ese trámite mucho antes y no ahora)".
Pavón no llegó a pronunciarse sobre la imputación de la edil de Deportes, Eva Montesinos (PSOE), por un supuesto caso de acoso laboral a una funcionaria al sostener que se trataba de un asunto que no conocía al detalle y que debía valorar la mesa de coordinación política de Guanyar. Sólo señaló al respecto que "parece que al señor Echávarri se le acumulan los problemas judiciales, de manera personal o a través de su portavoz municipal". Pero dijo que no podía pedir su dimisión, como sí la exigía en el caso del primer edil para permitir la convocatoria de "un pleno de investidura y la continuidad de un equipo de gobierno progresista". En esta línea, no dudó en reclamar la intervención de la dirección del PSPV porque "la situación del alcalde es insostenible".
Las declaraciones de Pavón quedaron ratificadas poco después por la dirección de EU. A través de un comunicado, su coordinador local, José Luis Romero, pidió "la dimisión inmediata del alcalde de Alicante Gabriel Echávarri y de los asesores municipales Lalo Díez y Pedro De Gea, en cumplimiento del pacto de gobierno, por su imputación en un caso de fraccionamiento de contratos, situación que se complica para el primer edil, después de que la portavoz de su grupo y concejala de Turismo y Deporte, Eva Montesinos, haya sido llamada a declarar como investigada, ante un presunto caso de acoso laboral a una funcionaria".
En ese mismo comunicado, Romero calificó de "inconcebible el nulo interés que el PSPV-PSOE está demostrando ante la petición de la convocatoria de la mesa de seguimiento del pacto de gobierno, para recuperar la gobernabilidad de la ciudad y la escasa coherencia de Gabriel Echávarri que está anteponiendo sus propios intereses a los de la ciudad".
Lo cierto es que, al margen de la cascada de declaraciones y reacciones, la situación del tripartito continúa sin cambios: ni se ha emprendido una negociación para tratar de solucionar el conflicto, ni se ha llegado a producir la ruptura y abandono anunciados por Guanyar y Compromís en el caso de que Echávarri no renunciase al cargo.
El único avance al respecto también lo dio a conocer Pavón, quien señaló que la asamblea de Guanyar en la que podría decidirse si se acepta el planteamiento del grupo municipal (renuncia a las competencias si el alcalde no dimite) se celebrará a finales de la próxima semana o a principios de la siguiente. En todo caso, siempre antes del próximo pleno municipal del mes de octubre, previsto para el jueves 26 de octubre.
La asamblea local de Compromís también abordará el próximo martes, 17 de octubre, la resolución acordada por la ejecutiva el 29 de septiembre en los mismos términos: salida del equipo de Gobierno si Echávarri no da un paso atrás. En realidad, esa asamblea estaba convocada con antelación para elegir al nuevo secretario local de la formación. En principio, al proceso sólo concurre el actual secretario y portavoz municipal, Natxo Bellido.
A diferencia de Guanyar, los nacionalistas abogaron este miércoles por no abundar en la crisis de gobernabilidad ni en su exigencia de dimisión sobre Echávarri. Tampoco llegaron a valorar la imputación de la edil de Deportes.