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registros sonoros en el centro tradicional y gabriel miró

El ruido de las barras del Carnaval subleva a los vecinos del Centro: "Se doblaron los niveles legales" 

13/02/2018 - 

ALICANTE. La celebración del llamado Sábado Ramblero del Carnaval ha vuelto a levantar ampollas entre los vecinos del Centro Tradicional de Alicante, hartos de soportar las molestias que asocian a la actividad de los locales de ocio durante los fines de semana. En esta ocasión, esas molestias "se multiplicaron" mediante la instalación de barras en la vía pública, como las autorizadas en la plaza de Gabriel Miró, en la que se congregaron cientos de personas e invadieron la zona de jardines y de arbolado. "Tuvimos que soportar doce horas de música interrumpida, desde las 16:00 hasta las 4:00 horas; ¿qué cuerpo soporta está aberración?", denunciaron representantes del colectivo, a través de sus redes sociales.

Portavoces de la asociación consultados por este diario recalcaron que a lo largo de todo el día soportaron niveles de ruido superiores a los contemplados en la Ley Valenciana de Prevención contra la Contaminación Acústica y que, en determinadas franjas horarias, se llegó a doblar esos registros máximos. Según las mismas fuentes, durante la noche, "en el interior de nuestros domicilios llegamos a superar los 57 decibelios, y en la calle, los sensores de sonido instalados por el Ayuntamiento captaban momentos en los que se alcanzaban lo 87 decibelios". "¿Por qué se autoriza esto?, ¿por qué es carnaval?", se cuestionaron. "¿El Ayuntamiento para quién gobierna? Para los vecinos, no", insistieron.

En esta línea, sostuvieron que solicitaron la presencia de la Policía para que levantase acta y adoptase medidas, ya que "no se había tenido en cuenta ni la instalación de medidas protectoras sobre los árboles de la plaza", añadieron las mismas fuentes. Así, insistieron, "pudimos ver gente que orinaba o que escalaba por los troncos sin que nadie hiciese nada", añadieron.

Fuentes de la Concejalía de Urbanismo señalaron que "se concedieron los permisos para instalar las barras porque cumplían todos los requisitos y no se podían denegar". Sobre los comportamientos descritos por los vecinos, añadieron que se trata de una cuestión de la que sólo es competente la Policía.

El grupo municipal de Compromís, por su parte, expresó también este lunes sus críticas frente a la "dejación y la falta de previsión del equipo de Gobierno para establecer medidas de protección" en la plaza de Gabriel Miró. Según Compromís, en el catálogo de protecciones, el conjunto de la plaza "está considerado como un Bien de Interés Cultural (BIC) y por ello la organización de cualquier actividad cultural y social que se lleva a cabo en su entorno exige de unas medidas de protección para evitar daños en su arbolado centenario y en las inmediaciones de la fuente" que ocupa su espacio central.

Su portavoz municipal, Natxo Bellido, consideró, por ello, que "este minigobierno ha vuelto a demostrar que se encuentra superado y en este caso ha hecho dejación de funciones al no anticipar y establecer el debido protocolo de protección de este punto emblemático durante el día fuerte de carnavales".

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