ALICANTE. Nuevo movimiento en la dirección del imperio empresarial que construyó el matrimonio formado por Vicente Sala y Carmen Martínez, registrado tras el asesinato de esta última. Y una vez más, un movimiento que evidencia la existencia de dos bloques en la familia enfrentados por el control del 'holding' Samar Internacional S.L. El administrador único de la sociedad matriz del grupo (por expreso deseo de su madre), Vicente Sala Martínez, hijo mayor del matrimonio, acaba de nombrar apoderadas de las sociedades que penden de Samar a su esposa y a su tía (la hermana de Carmen Martínez), en detrimento de sus hermanas.
Según publica este martes el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme), Vicente Sala junior ha designado como apoderadas solidarias de SM Resinas S.L., la sociedad de cabecera del negocio del plástico al que se dedica el grupo, a Antonia Martínez López y a María Dolores Sánchez Álvarez. O lo que es lo mismo, a la hermana de su madre, que cuidó a los cuatro hijos del matrimonio desde pequeños e intentó ejercer como nexo de unión cuando comenzaron las disputas, y a su propia esposa.
Los nombramientos se repiten en SM Resinas Logística S.L., en Samarlen S.L. y en la propia Samar Internacional S.L., que administra el resto. De esta forma, la hermana de la víctima y la esposa de su primogénito acompañarán a Vicente Sala hijo en la gestión de la rama industrial del imperio empresarial, que pende de Samar Internacional. Tía y esposa ocupan de esta forma, al 50% de responsabilidad, el cargo de apoderada que quedó vacante con la muerte de Carmen Martínez. Mientras, la rama inmobiliaria del imperio, controlada por la Compañía Española de Resinas S.L. (en realidad, una sociedad patrimonial), ha pasado a estar dirigida por Marlo Capital S.L., que tal como desveló Alicante Plaza se fundó solo tres meses antes del asesinato. El propio Vicente Sala es el apoderado de esta mercantil, cuya administradora única era su madre.
La decisión de Vicente Sala hijo, formalizada según el Borme el pasado 7 de febrero (es decir, 24 horas antes de la detención de su cuñado Miguel López como presunto autor material del asesinato), ahonda en la división existente en la familia por el control del imperio empresarial: de un lado, la víctima y su hijo varón; de otro, las tres hermanas. De hecho, la hermana de Carmen Martínez, nombrada ahora apoderada solidaria, era la mujer de confianza de la víctima, que acudía con ella a todas partes. Según publicó el diario El Mundo, Antonia Martínez, que había criado a los cuatro hermanos mientras el matrimonio se dedicaba a los negocios, intentó reunirlos sin éxito en las Navidades de 2015. Solo se separó de su hermana en la tarde en que ésta fue a recoger su coche al concesionario Novocar, regentado por su yerno, donde fue asesinada de dos disparos.
Las diferencias por el control de las empresas familiares y el intento de Carmen Martínez de 'blindar' a su hijo varón frente a sus hermanas son, tras la detención de Miguel López (casado con la hija menor, Fuensanta Sala Martínez), el móvil que barajan la Policía y el juez para el crimen. Unas diferencias que, tal como adelantó este diario en su momento, estallaron tras el verano, cuando las tres mujeres intentaron tomar por las malas el control de las empresas al hacer valer su mayoría de tres quintos en el consejo de administración (formado, además, por Vicente Sala hijo y Carmen Martínez) para deponer a su hermano. La maniobra fue revertida en octubre por la matriarca, que hizo valer su acción de oro (el derecho a vetar cualquier decisión del consejo que le dejó en herencia su marido tras fallecer de cáncer en 2011) y disolvió el consejo para nombrar al varón como administrador único de Samar.
Carmen Martínez y su hijo comenzaron a diseñar el futuro del grupo, de forma que sus hermanas, aunque socias, quedasen definitivamente al margen. Primero, como desveló Alicante Plaza, crearon Marlo Capital, una 'extensión' mercantil de la viuda. Luego, Carmen desautorizó la decisión del consejo de apartar a su hijo de las empresas, y por último, cambió el órgano de gobierno del entramado, de consejo de administración a administrador único. En un primer momento, la viuda situó a Vicente junior al frente de la rama industrial, y se reservó para sí la patrimonial. Cada uno era el apoderado del otro en sus respectivas sociedades. Pero el siguiente paso, consumado tras la muerte de la matriarca, era que Marlo Capital tomase el control de la rama patrimonial (Compañía Española de Resinas), mientras el primogénito seguía al frente de la industrial (Samar).
El asesinato de Carmen Martínez ha precipitado los acontecimientos. Marlo (con Vicente junior como apoderado) se convirtió en administrador único de la Compañía Española de Resinas el 30 de enero. Una semana después, el pasado día 7, la hermana de la víctima y la esposa de su hijo mayor la sustituían a ella como apoderadas en Samar.