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posiciones políticas en el debate sobre la ciudad

El estado de Alicante: Echávarri ofrece diálogo y promete empleo; la oposición insiste en su marcha

22/12/2017 - 

ALICANTE. Los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Alicante han celebrado este viernes el segundo Debate sobre el estado de la ciudad del mandato con un escenario completamente distinto al contexto que rodeó al precedente (de hecho, ya no existe el tripartito), aunque con resultados hasta cierto punto similares: relatos divergentes sobre méritos y fracasos incluso entre las tres fuerzas que compartían responsabilidades de gobierno hasta hace poco más de un mes. 

Eso sí, a diferencia de lo que sucedió en 2016, en esta edición el alcalde, el socialista Gabriel Echávarri sí ha intervenido y lo ha hecho por partida doble, con un turno de apertura (en el que ha pedido perdón por la imagen que se haya podido trasladar de la ciudad en los últimos meses) y otro de cierre. Y podría decirse que él, casi por encima de la ciudad, ha sido en realidad el auténtico protagonista de la sesión. Primero porque, como se preveía (y como ya ha sucedido en las dos ocasiones en las que se ha promovido su reprobación en el epleno), ha sido la diana de prácticamente todos los discursos de los grupos de la oposición, que -una vez más- han vuelto a exigir su renuncia al cargo por su implicación en dos causas judiciales distintas (el presunto fraccionamiento de contratos del caso Comercio y el cese supuestamente irregular del caso despido) y por una supuesta pérdida de legitimidad y de capacidad de gestión, al frente de un gobierno compuesto por sólo seis concejales. Y segundo, porque ha sido el propio Echávarri quien -tras volver a descartar su dimisión- ha desvelado algunas de las líneas maestras que prevé desplegar en estos 17 meses que restan hasta las próximas elecciones municipales. Ha insistido en que, como mínimo, el PSOE va a seguir gobernando Alicante hasta 2019. Un periodo al que ha vuelto a referirse como el inicio de "un nuevo mandato", tras la marcha de Guanyar y Compromís del equipo de Gobierno. Es más, en su discurso de cierre prácticamente ha obviado la existencia del tripartito y ha obviado toda referencia a los dos años y medio que han transcurrido desde su llegada al poder. Esa labor le ha correspondido a la portavoz del PSOE, Eva Montesinos, quien -además- ha ofrecido un balance de gestión básicamente limitado a las concejalías que había venido manejando el PSOE hasta ahora. 

¿Qué ha planteado para este nuevo tiempo con un Gobierno del PSOE en solitario? En clave interna, ha dicho, "ofrezco diálogo" para hacer partícipe a todas las formaciones políticas en las decisiones que afectan al futuro de la ciudad. Y como prioridad de su acción política en clave externa, ha subrayado la puesta en marcha de iniciativas que estimulen el empleo, quizá el principal problema que le habían recriminado en sus intervenciones los portavoces de PP y Cs, Luis Barcala y Yaneth Giraldo. "Siento que Guanyar no haya hecho referencia a esa cuestión y que Compromís, lo haya mencionado muy poco", ha apuntado.

¿De qué iniciativas se trataría? La fundamental, la activación del consumo. "Los puestos de trabajo no los crean los políticos, ni las empresas, los crean los consumidores", ha subrayado. Por ello, ha insistido en que el PSOE mantendrá su apuesta por el sector turístico para mejorar las "cifras de récord" con estrategias que permitan incentivar la llegada de visitantes. Después, ha abundado en la necesidad de que Alicante sea una ciudad de oportunidades. En esta línea, ha insistido en que una de las prioridades de su gobierno será impulsar la redacción del PGOU para que las inversiones vuelvan a la ciudad de manera lícita. En ese punto del debate es en el que ha lanzado uno de los anuncios de mayor carga de profundidad al sostener que, "para acortar plazos", en ese proceso se va a tomar como punto de partida el plan del urbanista Luis Cantallops, que el PP acabó descartando para encomendar la redacción de un nuevo plan (bajo sospecha en el sumario del caso Brugal) al arquitecto Jesús Quesada. Echávarri ha señalado que con la programación que había en marcha "el PGOU no iba a estar finalizado hasta 2023" porque los trabajos no se habían puesto en marcha hasta julio de 2016. Ha llegado a sostener que "llevamos dos años perdidos" desde el inicio del mandato, en otra acusación directa sobre la gestión desarrollada por Guanyar al frente de la Concejalía de Urbanismo. Lo que ha obviado Echávarri es que, precisamente, los trabajos impulsados por los técnicos municipales hasta ahora tomaron como punto de partida ese mismo PGOU.

El primer edil también ha invitado a la oposición a dejar de lado las "luchas partidistas o las fobias personales" para facilitar la aprobación de los presupuestos de 2018, por la importancia de propuestas como las contempladas en el marco del proyecto de reurbanización del área de Las Cigarreras, cofinanciada por la Unión Europea como estrategia DUSI. Y también se ha referido a la situación de la contrata de la limpieza y recogida de la basura. "Es un mal contrato", ha dicho. Y aunque ha señalado que puede que no se haya gestionado bien, ha pedido lealtad para mejorar su cumplimiento con iniciativas como la próxima convocatoria de la mesa de limpieza y la puesta en marcha de una auditoría para evaluar qué es lo que está fallando para que persista la percepción de que la ciudad no está limpia.

Por último, ha insistido en su mensaje de mano tendida a la oposición para lo que resta de mandato con el objetivo de "mejorar la vida de la gente". En este sentido, ha instado a no convertir estos 17 meses que restan de mandato en una campaña electoral "porque la gente está harta de campañas" y ha vuelto a invitar a todas las formaciones políticas a reflexionar con una perspectiva a largo plazo y aprovechar la oportunidad de conseguir una ciudad mejor.

Antes, sin embargo, el primer edil ha tenido que escuchar una nuevo aluvión de críticas por parte de los representantes del PP, de Ciudadanos, de los ediles no adscritos y de sus exsocios de Gobierno, Guanyar y Compromís. Todos le han vuelto a pedir "un gesto de grandeza", en palabras del líder de los nacionalistas, Natxo Bellido, para presentar su dimisión, "el único camino que le queda por responsabilidad".

Las exigencias de dimisión

En realidad, todos los grupos, salvo el PSOE, han aprovechado el debate para hacer balance de los dos años y medio de mandato. Tanto el PP como Cs y los ediles no adscritos han reprochado la falta de gestión del tripartito y la incapacidad del PSOE para seguir al frente del Ayuntamiento, con sólo seis concejales. Por su parte, Guanyar y Compromís -como ya sucedió en el debate sobre el estado de la ciudad de 2016- han defendido su labor en las parcelas de gestión que desempeñaban hasta el mes de noviembre e, igualmente, han invitado a Echávarri (al que prácticamente todos los grupos se han referido como una "anormalidad democrática" por su decisión de mantenerse en el poder) a dejar el cargo para posibilitar la reformulación de un pacto de progreso.     

Por partes. La edil no adscrita, Nerea Belmonte (exconcejal de Guanyar), ha criticado que el tripartito no haya solucionado "los marrones del PP" y ha pedido a Echávarri que si "ni quiere ni puede, lo mejor es dimitir". El segundo edil no adscrito, Fernando Sepulcre (exconcejal de Cs), ha apostado por unir esfuerzos y alejarse de intereses partidistas para mejorar las condiciones de la ciudad, tras ofrecer un relato sobre las oportunidades que podían haberse explotado para mejorar las condiciones de vida en la ciudad de Alicante.

El alcalde tiende la mano para mejorar Alicante pero vuelve a desacreditar a Guanyar y anuncia un nuevo PGOU a partir de los trabajos de Cantallops    

El líder de Compromís, Natxo Bellido, ha hablado de buscar "consensos razonables" para conseguir una ciudad "mejor". En su intervención, ha desgranado un decálogo de propuestas (algunas de ellas, como continuidad de las iniciativas puestas en marcha durante su etapa en el gobierno) encaminadas a lograr el fin de la intervención contable del Ministerio de Hacienda; la formulación de un pacto por la mejora de la limpieza; el impulso a la redacción del nuevo PGOU; el desarrollo del Plan de Ciudad y el Plan de Inclusión Social; o propuestas para conseguir que Alicante sea una ciudad atractiva, con actuaciones como la DUSI, el proyecto para que el Castillo de Santa Bárbara sea reconocido como Patrimonio de la Humanidad o que Alicante sea capital cultural de la Comunitat. Además, ha insistido en políticas por el empleo de calidad a partir de iniciativas como la transformación del antiguo matadero en un centro de emprendimiento y la colaboración con el parque científico de la Universidad de Alicante. Por último, ha abundado en la necesidad de estructurar un eje colaborativo entre Alicante y Elche.

Acto seguido, ha reiterado su llamada al PSPV para que promueva la dimisión de Echávarri y la elección de un nuevo alcalde. Y, aunque ha errado en la referencia a Echávarri como delegado en el congreso provincial, ha abundado en que "nadie puede entender que lo que no es bueno para el partido, no puede serlo para la ciudad", como ya hizo este lunes, en referencia a la inclusión del edil de Recursos Humanos y Contratación, Carlos Giménez, como vicesecretario general de la estructura provincial. En esta línea, ha reclamado la renuncia del primer edil para permitir la reconfiguración de un gobierno de progreso, para el que ha vuelto a solicitar el respaldo de Cs como socio externo. "Hay condiciones para sumar los 15 votos que resultan necesarios en un pleno de elección de nuevo alcalde", ha dicho.  

La portavoz de Ciudadanos, Yaneth Giraldo, igualmente, ha vuelto a rechazar esa invitación de Compromís, tras recordar que hasta hace un mes en Alicante existía un gobierno tripartito participado por los nacionalistas que no ha conseguido regenerar la vida política de la ciudad, que no ha solucionado el problema de la contrata de la limpieza, que ha colapsado la actividad urbanística con el bloqueo en la concesión de licencias y que ha logrado la espantada de inversiones como la de Ikea. Es más, ha lamentado que Echávarri "tuviera claro que Pavón era un tapón para la ciudad" y que haya "tardado dos años en decirlo", motivo por el cual le ha responsabilizado de "este desaguisado". Por último, ha afirmado que, en el tablero nacional, se conoce a Alicante por un alcalde que "no dimite" pese a su situación procesal y no por sus fiestas y sus playas, por lo que también ha instado a Echávarri a dejar el cargo.

El portavoz de Guanyar, Miguel Angel Pavón, ha tildado al equipo socialista de seis ediles de "patético minigobierno" y ha considerado que la dimisión de Echávarri "ayudaría a recomponer un gobierno de izquierdas en la ciudad". Además, ha lamentado que el portavoz del PP, Luis Barcala, haya reprochado la presunta inacción del tripartito "como si no hubieran pasado nunca por el gobierno", y le ha apuntado: "Alicante tiene problemas estructurales porque ustedes han malgobernado esta ciudad durante 20 años", lo que ha provocado "la ruina de las arcas, pobreza, precariedad y corrupción", ha desglosado.

Pavón también ha reivindicado las iniciativas desplegadas por los concejales de su grupo municipal en asuntos sobre los que hasta ahora "nadie había hecho nada" como la regulación de los veladores, el refuerzo de las ayudas de emergencia social, la implantación de la primera experiencia sobre la recogida selectiva de residuos orgánicos, el desbloqueo del Plan Parcial Benalúa Sur, la modificación del artículo 95 del PGOU para acotar la implantación del gran comercio en la ciudad, la llegada de Sprinter o la propuesta para que se pueda construir un nuevo edificio judicial en Benalúa. Ya en el turno de réplica, Pavón también ha formulado una llamada al consenso para que todas las fuerzas políticas para generar acuerdos en beneficio de la ciudad, pero ha insistido en que el primer paso para ello debe ser la dimisión de Echávarri, por lo que ha instado a su partido a asumir esa responsabilidad. Igualmente se ha referido directamente al primer edil para dar ese paso: "Déjese de ocurrencias que solo consulta con su almohada como la del túnel puente y haga la única cosa que la ciudadanía espera ya de usted: que anuncie su dimisión", ha reclamado Pavón.

Finalmente, el portavoz del PP, Luis Barcala, ha sido el más incisivo en lo que respecta a indicadores económicos de Alicante, como el empleo. Ha subrayado que la ciudad no sigue el ritmo de reducción del desempleo del resto de España o de la Comunitat, con más de 29.000 parados. Después, ha insistido en que el debate le ha parecido "muy descafeinado" porque desde hace dos meses se acumula "lo mismo" con el "mismo protagonista". "Hablamos del pasado como excusa para no afrontar el presente y no tener que hacer ningún compromiso al futuro, salvo brindis al sol", ha dicho. Así, ha reivindicado la gestión del PP en la pasada legislatura. Ha señalado que el PP hizo seis centros comunitarios y el tripartito ninguno; 26 actuaciones en Atención Urbana; cuatro colegios nuevos y el tripartito ninguno; "su balance en dos años y medio es patético", ha insistido. Además, le ha pedido a Echávarri que dimita y evite que sean los tribunales quienes "marquen la agenda". "Deje de castigar al pleno y a Alicante se merece una oportunidad", ha seguido y le ha enfatizado que él, de estar en la oposición, no aceptaría un gobierno de seis concejales como el que preside.

Por su parte, la portavoz del PSPV, Eva Montesinos, ha defendido a Gabriel Echávarri y le ha indicado a Barcala que "tienen que pasar varias generaciones" para que "la memoria de esta ciudad" se olvide de la gestión del PP. También ha detallado lo que no piensa hacer su partido al frente del Ayuntamiento: "No antepondremos los intereses personales a los de quienes nos votaron; no traicionaremos a los votantes arrojando la toalla y optando por el camino más fácil y no decepcionaremos a todos los que pensaron que, después de muchos años, esta ciudad merecía gobierno progresista".

Las acusaciones más duras de Montesinos han sido para su excompañero Pavón, de quien ha dicho que "está amortizado de tanto decir que no" y a quien ha pedido la dimisión porque "no le queda crédito". "No le quieren ni en su propio grupo", le ha espetado, en relación a las diferencias desencadenadas en el seno de Guanyar a cuenta de las decisiones aprobadas por su asamblea en relación a la selección de los asesores de los concejales.

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