ALICANTE. Con el debate de la cuestión taurina al margen, la prioridad en el futuro concurso sobre la gestión de la plaza de Alicante será la mejora de las contraprestaciones para el Ayuntamiento. Al menos, ese es el objetivo que la ejecutiva local de Compromís marcó en rojo el pasado lunes, cuando aprobó una resolución contraria a la concesión de una prórroga automática del contrato actual -la que se iba a votar en la Junta de Gobierno del martes- a la vista de lo que se considera un claro desequilibrio en perjuicio de los intereses municipales.
De hecho, como se concretó en la resolución del lunes, la coalición trabaja ya en un documento de aportaciones al pliego de condiciones de la futura licitación en el que, fundamentalmente, tratará de impulsar que se produzca un aumento de los ingresos públicos en forma de canon de explotación.
En detalle. El contrato actual, adjudicado bajo el mandato del PP en 2014, establece cuatro tipo de obligaciones económicas para sus gestores. En primer lugar, el concesionario -una UTE formada por Simón Casas Production y Toros del Mediterráneo- debe aportar al Ayuntamiento una suma de 1.600 euros (el mínimo exigido era de 1.500) por cada espectáculo no taurino (conciertos, exposiciones, representaciones, etc.) que se celebre en la plaza. Esa cantidad es fija al margen de cuál sea su recaudación en taquilla. Es decir, da igual que el evento en cuestión haya tenido 200 o 2.000 espectadores. En el caso de que ese espectáculo sea televisado, debe ingresar otros 3.000 euros también fijos.
En su plica, la UTE -la única que optó al concurso- se comprometía a ofrecer "una programación de eventos no taurinos de calidad y acorde con la categoría de la Plaza de Toros de Alicante" con la intención de que se mantuviese una activa durante todo el año. Lo cierto es que esa actividad se hace especialmente visible durante la temporada estival con la organización de diferentes conciertos. Este mes es un buen ejemplo: el día 9, actuación de Raphael (se pueden encontrar entradas a la venta en internet a 35 euros); el día 23, Joaquín Sabina (38); y el día 30, Melendi (28).
En segundo término, la concesionaria debe aportar al Ayuntamiento otra suma por la celebración de festejos taurinos. Y esta vez sí se establece un porcentaje proporcional a la taquilla. En concreto, se trata del 2,5% de la recaudación, además de una suma adicional de 3.100 euros si ese festejo es televisado.
Como informó Alicante Plaza, el contrato de concesión actual expira en diciembre, aunque se contempla una posible prórroga por otros dos años que debía tramitarse con tres meses de antelación. Esa prórroga ya parece más que descartada, después de que el PSOE retirase la propuesta ante el rechazo manifestado por Compromís. Como viene contando este diario, los nacionalistas se decantan por una nueva licitación en la que -a diferencia de la posición que mantiene Guanyar, contraria a los festejos taurinos- sí considera que debe contemplarse todo tipo de espectáculos. Incluidas las corridas.
El problema, según deslizó ya el martes el alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, es que los tiempos de tramitación de ese nuevo pliego podrían poner en peligro la celebración de la próxima Feria de Hogueras: la futura concesionaria puede encontrarse con plazos muy limitados para cerrar el próximo cartel y cuestionó implícitamente a sus socios de gobierno por qué un aficionado a los toros de Alicante se puede ver obligado a desplazarse a València para poder ver una corrida en Fallas y no va a poder verla en Hogueras.
En esa misma valoración, además, el primer edil descartó la posibilidad de que se convoque una consulta popular sobre el uso de la plaza de toros, en la línea de la propuesta que defiende Guanyar. "Los ciudadanos nos eligen para gobernar y tomar decisiones, no podemos delegar esas funciones", insistió.