el sur del sur / OPINIÓN

El botón de los pactos

15/01/2023 - 

Las elecciones están a la vuelta de la esquina. Aunque desde hace años, lo de la política se mueve por nuevas coordenadas -suma de bloques y actualidad muy volátil-, en la política autonómica -y en la nacional- ya se está notando que quién más una y sume, más posibilidades tiene de éxito. Carlos Mazón y el PP ya hace tiempo que lo viene buscando con Ciudadanos. Comenzó por la listas conjuntas y finalmente ha optado por la absorción aprovechando la inacción y el debate interno en la formación naranja. La izquierda también ha comenzado a moverse: alguna se da por aludida y acciona para sumar, allí donde puede, para facilitar mayorías progresistas, si se da el caso.

Lo de Sant Joan y Eldaque se han venido mascando con el tiempo, son dos ejemplos de la necesidad que tiene el PP por sumar -multiplicar que diría el líder del PP valenciano-. En otros sitios, como San Vicente del Raspeig y Granja de Rocamora, se ha optado por el fichaje en las propias filas de Ciudadanos. En terceros casos, por el derribo, como en Villena. Ahora que ya tiene dirección nueva, veremos cómo se arma el partido de Patricia Guasp en ciudades claves como Elda o Elche, donde Mazón busca -como ya dijimos en alguna ocasión- la imcomparecencia de los naranjas y esperar que la suma dé con Vox. Cuando más se acerque la cita electoral, más urgente será la necesidad y la llamada al voto útil.

En el bando progresista, también han comenzado a moverse las sillas para pertrechar Sumar locales. Ya dije que si en Alicante capital, la izquierda quiere tener alguna posibilidad, esa pasa porque la izquierda del PSPV vaya unida. Solo esa. Pero con anterioridad ya se aplicado el ejercicio en Santa Pola; es posible que germine en Crevillent, y en Elche si las primaras de Compromís dejan hueco para alguien más que los codazos de facciones. Esta semana se ha dado en San Vicente del Raspeig, con EU y Podem, fórmula que se podría replicar en El Campello a la espera de que las dos formaciones cierren el acuerdo en el ámbito autonómico. 

En estos momentos, la fórmula de los tres juntos -Compromís, Esquerra Unida y Sant Joan, es la que más gusta a la consellera Rosa Pérez y a muchos dirigentes de la coalición de izquierdas. Compromís, por el momento, opta por ir en solitario por la consolidación de su marca -otra cosa es la fortaleza que conserve ahora-; pero en caso de que no fructifique la reedición de Unidas-Podemos, a una parte de Compromís no le disgustaría acoger a dirigentes de EU en sus candidaturas: quizás complementen, en las comarcas del sur, el talón de Aquiles de los valencianistas. Tiene estructura y base en las grades ciudades de tradición obrera y en la Vega Baja, a excepción de Elche, donde el otrora colectivo de Esquerra i País fundó Compromís de la mano de las Oltra, Ribó, etc.  El debate también está en la ciudad de València, donde el propio Ribó no se opone a la unión de las tres formaciones con matices. Aquí la gran incógnita es saber cuándo la dirección de Podem va a comenzar a darse por aludida como ya lo están sus colectivos locales. ¿Cuándo piensan cerrar lo de EU? ¿Y si con solo EU no fuera suficiente? Insisto, en las plazas menos insospechadas , como Gandia, donde el PSPV gobierna con mayoría absoluta, morados, esquerraunista y valencianistas se han unido por lo que pudiera pasar.

Es decir, el botón de los pactos ya se ha puesto en marcha, en cada bloque a su manera. El PP, al no poder conseguir la coalición previa, ha optado por el rescate y el fichaje, en algunos casos, de antiguos militantes. A otros a cambio de silencio si quieren seguir en política. A la izquierda del PSPV, a su manera: más bien de abajo hacia arriba hasta que llegue una encuesta y obligue a cambiar los términos: de arriba hacia abajo. No hay que descartar nada. Yolanda Díaz ya hace meses que está con la tourneé. Nuñez Feijoó espera la muerte preventiva de Ciudadanos. Por algo será. 

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