Zaplana y Camps, encuentro entre expresidentes y compañeros

VALÈNCIA. Este miércoles fue un día muy importante para el expresidente de la Generalitat Francisco Camps. La Audiencia Nacional le absolvía de la última causa pendiente que tenía en los tribunales, en este caso la referida a los contratos menores de la trama Gürtel. Apenas unas horas después, el exlíder del PPCV comparecía ante los medios de comunicación para anunciar su deseo de regresar a la primera línea política.

A buen seguro que Camps habrá recibido numerosas felicitaciones y muestras de satisfacción en las intensas últimas horas. Probablemente una de las más interesantes se produjo a mediodía de este jueves en persona: el también expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana y el propio Camps compartían a mediodía un rato en la cafetería del céntrico Hotel Restaurante Helen Berger, situado en la calle Comedias de València.

Si algún experto en política valenciana de hace 20 años llegara al presente en una especie de túnel del tiempo le costaría entender esta imagen cordial. En aquel tiempo se libraban las históricas guerras entre 'campistas' y 'zaplanistas', que se prolongaron durante lustros dejando no pocas víctimas políticas. Sin embargo, en los últimos años la relación entre los dos dirigentes se fue normalizando hasta llegar a ser, sino cercana e íntima, sí al menos cortés y afectuosa entre ambos. De hecho, ya han compartido en otras ocasiones encuentros y comidas junto a amigos comunes, como ya publicó este diario.

De la misma manera, ambos expresidentes vienen compartiendo durante años la carga de encontrarse imputados por presuntos casos de corrupción. Lo llamativo, en este caso, es que su reencuentro tenía lugar el día después de que Camps se hubiera quitado esa losa tras 15 años de distintos procesos judiciales de los que ha salido absuelto en todos los casos. En la otra orilla, Zaplana se enfrenta ahora a la sentencia del caso Erial, cuyo juicio quedó visto para sentencia precisamente la semana pasada. A buen seguro, en la cita ambos habrán compartido reflexiones sobre estos procesos y quién sabe si también sobre el futuro y los planes políticos de Camps.