ALICANTE. Tanto el Hércules como el Intercity, es decir, tanto Enrique Ortiz como Salvador Martí, coinciden en que no resulta lo más inteligente andar poniendo dinero cada uno por su lado en lugar de unir fuerzas (económicas, para empezar). Esto no es nuevo, es lo que les ha llevado las dos últimas primaveras a explorar una alianza entre ellos: a proponer el Intercity una fusión por absorción al Hércules (el primero 'compraba' al segundo) y a plantear el club del Rico Pérez a los inversores de referencia del Intercity su integración en el capital social de la SAD blanquiazul (Ortiz siempre ha estado abierto a compartir la carga económica que representa el Hércules).
Huelga decir que ninguna de las dos posibilidades prosperó (ni en 2021 ni en 2022), pero eso no quiere decir que las partes hayan cerrado la puerta a lo anterior... es más, siguen contemplando una integración, pero a medio plazo y con notables diferencias sobre quién 'manda'.
Por un lado, el club de los hombres de negro aguarda a que se concrete la inversión de 3,6 millones de euros de un fondo soberano de Dubáipara mover ficha. Esta tenía que haberse materializado el pasado 20 de diciembre (así se contempla en el contrato auditado) pero, como explican desde el Intercity, los inversores han replanteado la operación y ya no se trataría solo de inyectar esa cifra en el club por medio de un aumento de capital por aportaciones dinerarias. Estos inversores hacen una 'valoración pre-money' (previa a la inyección de capital) del Intercity de 10 millones de euros (su capitalización bursátil ascendía a algo más de 2,2 millones este lunes) y junto al desembolso de los citados 3,6 millones dispondrían de una línea de crédito adicional de hasta 50, de la que hacer uso para llevar a cabo también inversión inmobiliaria, concretamente la construcción de una ciudad deportiva con dotación hotelera (no hay una ubicación decidida ni mucho menos, pero junto a Villafranqueza y el resto de opciones conocidas asoman ahora las instalaciones de la antigua Clínica Mediterránea de Neurociencias, en Bacarot).
En el Intercity confían en que la inversión del fondo de Dubái sea por fin una realidad a lo largo de marzo, pero mientras lo anterior no se produzca no solo el déficit presupuestario previsto para el presente curso (ascendía en noviembre a 3 millones, pero el ingreso derivado de la eliminatoria copera con el Barça lo ha reducido parcialmente) seguirá ahí, tampoco se contempla volver a 'invitar' al Hércules a 'valorar' una operación de fusión por absorción (la línea de crédito del fondo de Dubái la respaldaría económicamente).
Y sí, en el club del Rico Pérez tienen muy presente que la citada inversión del fondo de Dubái no se ha materializado, que existe la posibilidad de que no llegue a hacerse realidad y el Intercity siga necesitando auxilio financiero. Este cuenta hoy con un activo que no tiene el Hércules ahora mismo: la plaza en Primera Federación. En Foguerer Romeu Zarandieta se confía en conseguir el ascenso en el césped, pero nunca se sabe. Sería una forma de asegurarse que en la 2023/24 el Hércules juega en la citada categoría. A grandes rasgos, Ortiz 'ofrecería' una participación minoritaria en el Hércules a los accionistas del Intercity, no contemplando la opción de salir a Bolsa.
Son dos enfoques bien distintos para una operación de integración que, hasta la fecha y pese a los intentos de los dos últimos años, no ha pasado del primer paso.
