XÀBIA. El Ayuntamiento de Xàbia ha adquirido finalmente dos de las tres parcelas que pretendía adquirir en el futuro polígono industrial de Catarroges, donde pretende instalar el nuevo almacén municipal centralizado, con una superficie de 20.000 metros cuadrados.
Así lo detallaron la concejal de Urbanismo, Pepa Gisbert, y la de Servicios, Kika Mata, en el transcurso de la sesión plenaria del mes de enero celebrada hace unos días, a preguntas de la oposición, concretamente de la portavoz popular, Rosa Cardona.
Y es que precisamente en el orden del día del pleno se debía cumplir el trámite de dar cuenta del decreto en el que se autorizaba a la propia Gisbert para firmar los cheques y entregárselos a los vendedores de los terrenos, algo que sucedió antes de concluir el año. Un momento que la popular aprovechó para conocer el detalle de una operación que finalmente ha salido al Ayuntamiento por menos del importe previsto, algo más de 1 millón de euros, frente a los 2 millones que había reservado en una modificación de crédito.
Según explicó Gisbert, se han comprado dos parcelas con un total de 20.190 metros cuadrados, junto al polígono industrial. La tercera que estaba prevista adquirir, añadió la edil de Servicios, “no se ha podido comprar porque el propietario tenía una deuda”, unos 8.000 euros según la información que obra en la Plataforma de Contratación, ya que se hizo a través de un concurso público.
Respecto a la valoración económica, el edil de Hacienda, Ximo Segarra, concretó que el precio había sido inferior “ya que fue el precio que pusieron los propietarios” y apuntó que el sobrante del importe se podrá destinar a las obras necesarias para la adecuación de la zona.
En el debate intervino el portavoz de Ciudadanos, Enrique Escrivá, para preguntar por el estado de las obras de urbanización del futuro polígono -junto a estas parcelas- y el responsable de Hacienda aseguró que los técnicos municipales “están revisando el proyecto” para ver si “se vuelve a sacar a licitación”.
Otra opción que está sobre la mesa es que el Ayuntamiento asuma la realización de esas obras y haga una encomienda o haga un procedimiento negociado para adjudicarlo de forma más rápida, no obstante el primer paso debe ser la revisión de precios de un proyecto de urbanización que fue redactado en 2011.