Enrique Bunbury es Miguel Bosé a lo Raphael. Tiene empaque, paquete, le gusta el boxeo, destila cierta cultura general y gasta más ego que Cayetana Álvarez de Toledo - Peralta Ramos y Donald Trump juntos y revueltos. Que ya es escribir. José María Aznar López es un viejuno que quiere volver por aclamación y dedazo a la mexicana y nos ha impuesto a su pasante: Pablo Casado. Que se acaba de caer del caballo blanco de Santiago Abascal para abrazar la fe de Pedro Sánchez. Ni Bunbury es Jim Morrison ni Casado es Janis Joplin. Tampoco Pablo Iglesias es el Che Guevara. Hemos pasado del exterminio del gobierno social comunista y bolivariano al peace & love. Ediciones milagrosas. Semana prodigiosa.
Veremos lo que dura el sueño de verano de Teodoro García - Egea. Subimos en el tranvía en San Francisco y arriba, mucho más alto del Golden Gate y la pandemia vemos Sausalito, la niebla amenazante, el bajón económico que se nos echa encima ante la que sólo quedar apretar filas. González Pons, la cabeza de toro del Guernica de Picasso, ha pasado de traicionar a España con la extrema derecha -los tacaños como les llama el embajador francés Jean-Michel Casa- de ‘los frugales’ a apoyar a muerte a Nadia Calviño para auparla a presidenta del Eurogrupo. Ahí está azuzando Ángela Merkel. Y medio FMI. Felipe González guarda un silencio inquietante. Suena una soleá a puro huevo de Camarón de la Isla. Pep el Botifarra canta por Vicent Andrés Estellés.
Luis Barcala se ha cogido vacaciones. Estampida en la Estación de Autobuses. Demos gracias a Vox. A Mari Carmen De España me la empujan a salvar a la concejala de la santísima caridad y “las colas del hambre”, la aporofóbica Julia Llopis. Aquí se cuelan unos fotogramas de ‘Las chicas de la cruz roja’ con Conchita Velasco y Toni Leblanc. Antonio Manresa, de C’s, se enfrenta a sí mismo. A porta gayola. El eje progresista liderado por Francesc Sanguino junto Natxo Bellido y Xavier López parece que avanza perfectamente coordinado. Hasta son capaces de repartirse un quinto en la terraza del Mercado Central. Mari Carmen Sánchez vicealcaldesa y lideresa de Ciudadanos sale de su cuadro de Marc Chagall, incluso de este artículo, se planta, bosteza, nos mira medio dormida y pregunta si usted querido lector y el trompellot que esto suscribe estamos con J.K. Rowling o con las tesis expuestas ayer mismo aquí en Alicante Plaza por Lydia Na. La izquierda, siempre con problemas, mujer fatal, con el tema de la identidad. La derecha con problemas de memoria. Enrique Ortiz no recuerda nada. No hay más preguntas señoría. Bueno, sí, podríamos preguntarle a la última revelación de Vox, esa fiera que chilla más que Mónica Naranjo, la señora Macarena Olona puro negacionismo machista en canal. Desátame. Morir así es morir de amor. Más eco que The Police.
Carlos Mazón, ya en presidente del PP alicantino, ficha a García Margallo. Una jugada perfecta ahora para cuando Casado se estrelle en Galicia y Euskadi. Y vuelva el marianismo. Adrián Ballester está configurando lo que será la nueva derecha indígena. Gerard Fullana sigue con combustible. Agustín Navarro, Agustinet se retira de la primera línea, informa Alba Mercader. Benidorm extrema el control de la población de las gaviotas patiamarillas.
Isabel Bonig propone prohibir por ley los recortes en la sanidad pública. Carta de defunción del neoliberalismo. Ximo Puig anuncia un presupuesto expansivo, exige acabar con la “intolerable infrafinanciación” y en esta misma frase tiene que acudir corriendo a tota virolla a apagar el último fuego entre Mónica Oltra y Gabriela Bravo. Salvador Navarro (CEV) pide a Pedro Sánchez que “se fije más” en el Botànic. José Tomás García, el sastre de los trajes de Francisco Camps, declara que ni chaquetón ni niño muerto porque “odiaba” a Cotino. Joan Baldoví, muy mejorado, gracias, habla de “promiscuidad variable”. Patti Smith dice que “realmente no soy persona del siglo XXI”. Alexandra Ocasio – Cortez arrasa en las primarias demócratas en New York. Joe Biden por los cielos. Se busca tándem. Razón portería.
“Pero apóyate en la barra”. Felipe VI está de gira. Letizia Ortiz también. Divina. Una coleta alta y a cara descubierta. Alpargatas de cuña en esparto de Mint&Rose. Vestido verde con explosión de flores, escote en tipo cruzado ‘cache coeur’, mangas con sisa, cintura fruncida, bajo asimétrico y corte fluido de Maje (225 euros) que ya usó en julio del año pasado en Oviedo. SM la Reina interrumpe a su marido para que hable la presidenta del Govern balear Francina Armengol. ‘La Casa de Papel’ vuelve a rodar. Miguel Ríos regresa. Woody Allen estrenará en el Festival de San Sebastián. Leonor de Borbón está aprendiendo un montón de idiomas.
Mañana es San Pedro y San Pablo. Toca hacer gimnasia, desfilar, ir a misa y cantar ‘El Cara al Sol’. El martes viajaré serpenteando a la Vall de Almonacid en la Segorbina. Le acabo de abrir la cabeza de una pedrada a uno que estaba pegándole a mi hermano Ugenín. Sangre gris. Me despierto sudando. De un salto me tiro desde la cumbre al pozo hondo y salgo en Russafa en la Cooperativa del mar, donde está Inma De la Concepción. Me abraza ¡ummh! y acabamos cayendo por el precipicio. Un meteorito de verdad. Las niñas huyen hacia el verano. Andrea y Kate entre islas. Pablo Serrano me llama desde la redacción: agua. Tocan las cinco. Me sacude un empujón y empiezo a dictar. Mi nunca bien ponderado ni pagado Herr Direktor Miquel González me grita en este párrafo: “Hui no ixes. Arribes tard”. Mi hija Glorita Carratalá me llama en Arribes Tard. Papá… ¡me ha encantado...! Y ahora usted…