SAN VICENTE DEL RASPEIG. A Vox no le ha salido bien hablar sobre inmigración ilegal en el pleno de noviembre de San Vicente del Raspeig. El grupo municipal ha defendido, este miércoles 27 de noviembre, una moción sobre el traslado y acogida de inmigrantes fuera de España. Propuesta que ha sido rechazada con los votos en contra de toda la corporación -a excepción de los suyos propios-, a excepción del PSOE, agrupación que ha decidido abandonar el salón durante este debate.
Antes de ausentarse, la portavoz socialista, Asun París, ha tildado la moción de "racista" y "xenófoba" y ha manifestado que es la primera vez que el grupo municipal socialista se ausenta del debate de un punto del pleno. "Lo haremos en defensa de los derechos humanos, la dignidad de las personas sea cual sea su origen y en apoyo a todos esos inmigrantes que llegan a nuestro municipio buscando un futuro mejor", ha justificado.
Con esta moción, Vox pretendía que el Ayuntamiento de San Vicente se comprometiera a rechazar la política de puertas abiertas a la inmigración ilegal, "alentada por el Gobierno central"; exigir al Gobierno la "inmediata expulsión" de todos los inmigrantes ilegales que se encuentran en el término municipal; rechazar la apertura de centros de acogida de inmigrantes ilegales en San Vicente y plantear el cierre o reconversión de los que estén en funcionamiento, o promover a que los fondos que se destinan a "fomentar el efecto llamada" y financiar la inmigración ilegal se destinen a trasladar a los inmigrantes ilegales a sus países de origen o a Bruselas.
"Los sanvicenteros pueden estar tranquilos; mientras Vox esté en el Gobierno municipal no se permitirá que nuestros barrios, nuestras poblaciones y nuestros vecinos sufran las políticas buenistas de una élite de Bruselas que no sufre las consecuencia de esas decisiones", ha defendido el concejal de Vox Pablo Quintana. En este sentido, ha hablado de que la inmigración ilegal no supone, de momento, un problema grave para la mayoría. "¿Tenemos que esperar a que sea un drama en San Vicente? Como en Barcelona, en muchas poblaciones de Cataluña o en algunos barrios de Alicante. Queremos evitar que San Vicente se convierta en lo que son muchas poblaciones en Europa: guetos donde la policía no puede entrar y que solo se quedan en esos barrios los ciudadanos más vulnerables, los que no pueden mudarse a otros sitios", ha expresado.
Además, ha disparado contra varios grupos municipales, el PSOE el primero. "Con esa actitud infantil, se ve perfectamente claro que ante problemas serios el Partido Socialista no es ninguna alternativa", ha manifestado refiriéndose al abandono de la sesión. También ha apuntado a que el PP rompió gobiernos autonómicos donde cogobernaba con Vox por una "promesa electoral" y ha cargado con Esquerra Unida-Podem sobre la "liberación y rebaja de penas a centenares de depredadores sexuales. Y, además, pretenden llenar las calles de ciudadanos de otras culturas con una visión retrógrada de la mujer. No sabemos si tanto como los feministas Ábalos y Errejón".
Natalia Jerez, edil de EU-UP, ha calificado la moción como "degeneración humana", destacando el carácter "intolerante" y "racista". "Nos hablan de invasión y de crisis migratoria; utilizan ese lenguaje para crear miedo, para hacer que las personas duden de su vecina, de su compañero de trabajo, de su compañero de clase...", ha expuesto. "En San Vicente del Raspeig queremos un municipio abierto y donde no existan personas ilegales, porque no hay ser humano que sea ilegal".
Por su parte, Mercedes Torregrosa, del PP, ha sido más comedido con su socio de Gobierno, posicionándose como un "partido de estado", abogando por una política migratoria de estado, siendo "compatible" el equilibrio entre la protección de las fronteras españolas y el impulso de las vías regulares de migración vinculadas al mercado laboral. Sin embargo, no ha sido tan benevolente con el PSOE, alegando que los datos de llegadas inmigrantes "se incrementan cada vez que hay un presidente de Gobierno del Partido Socialista", asegurando que la "ausencia" de política migratoria del Gobierno central ha desencadenado en un "descontrol de los flujos migratorios".